¿De qué tamaño es la deuda?
Armando Ríos Ruiz lunes 19, Oct 2020Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
¡Así se actúa! Sin consultas ridículas con el “pueblo sabio”, que sólo en México tendrá facultades para decidir sobre el juicio a un político, sea quien sea, en lugar de la autoridad versada en la resolución de asuntos legales, sobre todo gravísimos -aunque en la buena literatura esté mal visto escribir superlativos-, presuntamente ejecutados por ex presidentes de la República.
La justicia no se manosea. Se aplica con las pruebas necesarias y todos los elementos que la ley impone y exige. No se ridiculiza. No se somete a circos ni teatros con la aprobación o el rechazo de personas desconocedoras del intríngulis en un juicio serio y delicado, que en muchos casos responderá con las vísceras, para que su ídolo se sienta complacido.
Se pone en manos de conocedores del Derecho contratados por el Estado, para que determinen, de acuerdo con su interpretación de la ley y las más de las veces, con lo que ésta, llana y claramente dicta, el trato que debe corresponder al probable infractor de la ley.
Las autoridades estadounidenses no han necesitado jamás una consulta popular. Han requerido investigaciones que arrojan datos de un presunto transgresor de la norma. Así han resuelto problemas que pertenecen a México. Recientemente ocurrió con Genaro García Luna, con César Duarte, con muchos mexicanos más y con el último, el general Salvador Cienfuegos, secretario de la Defensa Nacional en tiempos de Enrique peña Nieto.
Jamás imaginaron estrategias de abrazos a pillos para que reaccionaran con lágrimas de arrepentimiento, propias de un mandatario con mente primitiva, sin los refinamientos de una educación razonable. Con tendencias a la dictadura y anclada en un solo objetivo: ganar elecciones y perpetuarse en el poder y que intenta hacer creer que es una estrategia que rendirá frutos al final.
En serio. Da vergüenza que a dos años de su administración, diga que la detención del ex secretario de la Defensa es prueba de la corrupción del pasado, que según él, combate. ¿Por qué su Fiscalía general no se dio cuenta jamás? ¿Por qué Los “gringos” sí? ¿Así de eficiente es la 4t? ¡Así de eficiente!
Aunque se vale preguntar al Presidente: “¿Cómo le quedó el ojo?” De nada servirá. Su gigantesco ego lo conducirá a las respuestas más aberrantes, insensatas y estultas. Esto, en mucho, producto de millones de mexicanos que aplauden aún sus actos irrisorios, grotescos, limitados, para quienes en realidad gobierna y a quienes quiere conservar.
Está bastante apurado en la destrucción de un país, como prolongación del pasado que se ha negado a superar -lo recuerda todos los días-. Se ha convertido en el mejor cocinero. Prepara diariamente toneladas de atole para dar con su dedito a las hordas de mexicanos que continúan inquebrantables aportándole confianza ciega.
¿Y Peña Nieto cuándo? ¿Espera que los “gringos” también le solucionen el problema? Sería ideal. Así no traicionaría el pacto de impunidad. ¿Por qué no lo convence de que acepte ser embajador en ese país? Los vecinos se encargarían de capturarlo. Se ahorraría el despilfarro en la consulta y le cumpliría a sus seguidores. Por mí, no tiene que dar ni las gracias por el consejo.
Como se dice en las apuestas: “doble contra sencillo”. Hablar de la consulta es lo mismo que mantener entretenidos a sus seguidores. Con la boca abierta y con la mente en negro. Sin una idea que se les aparezca. Sólo con la imagen de su dios y con su voz de tiple de cuarta T. De chachalaca. Conozco al pájaro, porque abunda en mi tierra.
Después de ahogado el niño… Hasta ahora que otros detuvieron al general, va a proceder contra quienes estén involucrados. No encubrirá a nadie. ¿No es peor no perseguir delincuentes? ¿Aconsejar darles abrazos? ¿Ordenar dejarlos en libertad después de capturados? ¿De qué tamaño es la deuda?