La nueva historia
Alberto Vieyra G. viernes 16, Oct 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
“La historia la escriben los vencedores”, es la histórica frase del escritor George Orwell, capitalizada por el ex primer ministro británico Winston Churchill, quien en 1953 fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura por haber escrito su propia visión de la Segunda Guerra Mundial en la que él fue protagonista clave.
¿Cambiar la historia vieja por la historia de los nuevos vencedores? ¿Es el cambio regresivo que los mexicanos esperaban? ¿Lo sabrá en México Andrés Manuel López Obrador, quien ya comenzó a mandar al basurero de la historia a personajes históricos que durante un tiempo fueron venerados y hoy son odiados por el activismo de AMLO que se ha dedicado a abrir heridas que todavía duelen?
En vísperas del pasado 12 de octubre Día de la Raza o de la hispanidad, sospechosamente fue retirado de Paseo de la Reforma, en la capital mexicana el monumento erigido a Cristóbal Colón, bajo la tiránica mentira de que “será restaurado” supuestamente para que esté reluciente durante la conmemoración del 700 aniversario de la fundación de la Gran Tenochtitlan y el Bicentenario de la Consumación de la Independencia de México. Sin embargo, hoy se sabe que un colectivo dedicado a hacerle el trabajo sucio al Presidente de la República, encabezado por la hija del ideólogo de AMLO, Epigmenio Ibarra, amenazó con destruir en cachitos dicho monumento y se busca pulverizar todo lo que huela a nombres de la Conquista, como son calles, plazas, monumentos y parte del acervo histórico derivado de la unión de 2 culturas: La española y la indígena de América.
¿Cuál fue el pecado de Cristoforo Colombo Fontanarossa, nombre real del famoso navegante genovés, conocido como Cristóbal Colón? El haber llevado información privilegiada los reyes de Castilla, Isabel la Católica y Fernando de Aragón sobre la incomparable riqueza que imperaba en América y el haberse llevado a España a más de 500 nativos que se convirtieron en los primeros esclavos de la monarquía española y del Vaticano, hecho que fue repudiado por muchos pueblos europeos.
Se sabe también, que hay una larga lista negra de objetivos que significaron agravios para el pueblo de México que hoy AMLO quiere desaparecer y escribir la nueva historia, la historia de los nuevos vencedores con “la pureza” de un nombre que protagoniza una transformación, pero con un salto de muchos siglos de historia hacia atrás y no hacia adelante. Próximo en la mira está el cambio de nombre del sanguinario conquistador Pedro de Alvarado a una pequeña calle de la Ciudad de México y hay quienes me aseguran que AMLO pretende acabar también con todo lo que huela a Pancho Villa, pues erróneamente se atribuye al Centauro del Norte la matazón de 303 chinos el 15 de mayo de 1911 en la Comarca Lagunera, cuando en realidad fueron las tropas de Francisco I. Madero, ídolo de AMLO y por órdenes del ideólogo maderista Ricardo Flores Magón, quien odiaba a los chinos.
No hay duda de que el presidente no sabe la historia de México y se está metiendo en terreno barrido porque Doroteo Ferman Arango, nombre real de Pancho Villa porque su padre fue un judío refugiado en Durango de apellido Ferman, no sólo se convirtió en el alma de la Revolución Mexicana, sino que gracias a él fueron derrocados los dictadores Porfirio Díaz Mori y Victoriano Huerta.
¿Estamos ante la Cuarta Transformación o una transformación de cuarta que pretende escribir la historia de los nuevos vencedores, haciendo que las nuevas generaciones de mexicanos odien el pasado, sólo porque AMLO es odiador del México de ayer? ¡Qué peligroso!