Agudizan divisionismo en Morena
¬ Augusto Corro lunes 12, Oct 2020Punto por punto
Augusto Corro
En pleno apogeo se encuentra la lucha por el poder en el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). El enfrentamiento se da entre los dos aspirantes que buscan dirigir la organización política. Los personajes involucrados son los diputados Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado Carrillo. Se hicieron dos encuestas abiertas para definir al líder nacional. En la primera el candidato más reconocido fue Muñoz Ledo con un 41.70%; y Delgado Carrillo con el 27.10 ciento. En el segundo sondeo según las autoridades electorales se registró un empate técnico al obtener 25.34% Muñoz Ledo y 25.29% Delgado Carrillo.
En la segunda encuesta se registró una mínima diferencia a favor del diputado Muñoz Ledo, pero en la lógica de las matemáticas es el vencedor. Este resultado mínimo lo animó a declararse vencedor de la contienda e hizo un llamado a sus seguidores para que lo acompañen hoy a las 13 horas, a rendir su protesta como presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena. Además rechazó la idea de un tercer sondeo para definir al ganador, tras la declaración de empate por parte del Instituto Nacional Electoral (INE).
En cuanto se conoció el resultado del sondeo y saber de la actitud de Muñoz Ledo se dividieron las opiniones de los morenistas, principalmente entre los legisladores. Como señalamos líneas arriba Muñoz Ledo se declaró victorioso. En tanto, Delgado Carrillo se pronunció por una tercera encuesta. Y estalló la pugna. Alrededor de 41 diputados federales pidieron a Delgado Carrillo que acepte el triunfo de Muñoz Ledo y se retire de la contienda. Además, expresaron, a través de una carta, su descontento con el INE por definir que existió un empate.
También, en otra carta, 37 senadores, 162 diputados federales y 68 locales criticaron a Muñoz Ledo declararse ganador y exigir la dimisión de Delgado Carrillo, pues según sus puntos de vista, nadie ha ganado ni perdido. En la misiva se lee lo siguiente: “Hubo un empate y, por lo tanto, no puede confirmarse una ventaja significativa. No es honorable señalar que hay dinero podrido detrás de los candidatos, y menos de nuestro compañero Mario Delgado”. El diputado federal Sergio Gutiérrez dijo que no es momento para que Muñoz Ledo, en el cenit de su carrera, tuerza las reglas, pues no quieren en el partido un dirigente tramposo.
De nueva cuenta se evidenciaron las debilidades de la democracia a la mexicana; otra vez se conoció la torpeza de las autoridades electorales y la ambición desmedida de los líderes políticos, que nada los detiene. Para empezar, es difícil aceptar que fue un empate el resultado de la segunda encuesta para definir al presidente del CEN de Morena. A alguien no le funcionó la estrategia que de la noche a la mañana cambiaron la opinión de los entrevistados. ¿Las encuestadoras no hicieron bien su papel? ¿Nunca se esperó que Muñoz Ledo ganara? Con razón o sin ella, el INE vuelve a aparecer en otra jornada de desprestigio. Para la mayoría de los mexicanos interesados en la política, el INE no es un árbitro electoral que ofrezca confianza.
La pugna que crece en el partido Morena estaba anunciada desde 2018 cuando Andrés Manuel López Obrador dejó la dirigencia morenista para asumir el cargo de Presidente de la República. Acéfala esa organización política, sus dirigentes no pudieron elegir a su líder. Sus asambleas eran reuniones violentas que nunca se pusieron de acuerdo. Fue necesaria la intervención de las autoridades electorales para imponer el orden. Les surgió la idea de que fuera por medio de una encuesta abierta y así lo hicieron. La contienda electoral amenazaba con incrementar el divisionismo en esa organización política. No era difícil saberlo.
Cobró mayor interés la lucha por el poder en Morena, una vez que se supo que Delgado Carrillo representa los intereses de Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores; y que Muñoz Ledo podría ser un pilar importante para los proyectos políticos de la jefa del gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum. Ambos funcionarios, según se dice en los círculos políticos, buscarían sucederle en el cargo al presidente López Obrador. ¿Usted qué opina amable lector?
De última hora: El candidato a la presidencia de Morena, Mario Delgado Carrillo, declaró en Saltillo, Coahuila, que Porfirio Muñoz Ledo, su adversario en la lucha por el poder, puede poner al partido en contra del presidente Andrés Manuel López Obrador. Dijo que Muñoz Ledo, al autoproclamarse como dirigente de Morena, busca hacer una suerte de “golpe de Estado al partido” atentando a sí contra la ley y la democracia. Agregó que no es una buena señal ni para Morena ni para el país. Que contradicción sería “para nuestra lucha democrática el tener un dirigente espurio”.