Diferencias entre aliados propiciarían una derrota de la izquierda en Sonora
Miguel Ángel Rivera viernes 9, Oct 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Con los candidatos anunciados para el gobierno de Sonora por los antes partidos aliados, Morena y PT, parecen decididos a abrirle paso a una tercera organización, que podría ser su supuestamente odiado PRI a una coalición de este último partido con el PAN y/o el PRD.
El distanciamiento entre Morena y el PT se empezó a manifestar en la Cámara de Diputados federal, en donde la organización encabezada por Alberto Anaya Gutiérrez se declaró en contra de la extinción de fideicomisos exigida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero se hizo mayor con vistas a las elecciones de gobernador de Sonora, que estará dentro del gran paquete de cargos de elección popular que estarán en disputa en las elecciones programadas para el 6 de junio de 2021.
El pasado fin de semana, con gran estruendo, el presidente López Obrador confirmó en tierra sonorense que el candidato a gobernador de su partido será Alfonso Durazo Montaño, un experimentado político que pasó por las filas del PRI, luego fue cercano colaborador del presidente Vicente Fox Quesada, postulado por el PAN, y luego se integró al equipo del actual primer mandatario, quien le confirió el cargo de secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), que desempeña hasta la fecha y que deberá dejar a fines del presente mes.
En vez de mantenerse dentro de la coalición que tantas victorias ha conquistado a nivel federal, en Sonora, el Partido del Trabajo (PT) decidió ir con candidato o, más bien, candidata propia, la ex corredora olímpica, ganadora de medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas (2004), quien a inicios de sus carrera deportiva recibió el respaldo de los gobiernos priistas, pero sin llegar a militar en ese partido. Al término de su carrera deportiva se incorporó al equipo del entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, quien la hizo titular del Instituto del Deporte, cago que dejó para dedicarse a comentarista de televisión, pero retornó a la política como candidata del PRD a la delegación Miguel Hidalgo, que no logró, y después, en su tierra, fue postulada al Senado por una coalición encabezada por el PT, con participación del PRD y de MC, cargo que desempeñó de 2012 a 2018, para luego ser postulada, también por el PT, a diputada federal. Ganó, pero dejó su curul al ser nombrada por AMLO titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y el Deporte (Conade).
Ayer, jueves, el dirigente del PT en Sonora, Ramón Flores, anunció que la ex competidora olímpica dejará el cargo —igual que Durazo a más tardar al término del presente mes— para asumir la candidatura al gobierno de Sonora.
Ana Gabriela “sigue aspirando a gobernar Sonora mediante la coalición por medio del PT. Vamos a esperar el mecanismo que se va a usar para poder designar a un candidato, pero nuestra propuesta como Partido del Trabajo es firme: es Ana Gabriela Guevara”, afirmó Flores, en entrevista presentada por el canal local Larsavisión TV.
Según Flores, Guevara se reunió el martes pasado con el presidente López Obrador, a quien le hizo saber su intención de participar en el proceso electoral a la gubernatura de Sonora y de que tratará de ser abanderada de una coalición en la que estará el PT.
“Ella fue muy clara ante el Presidente de que esperará los tiempos y el momento de decidir. El Presidente sólo le pidió que acatara las instrucciones, que es renunciar en tiempo y forma para poder contender en el proceso electoral”.
Como el primer mandatario ya dejó claro que su candidato es el secretario de Seguridad y, según la versión del dirigente del PT, Guevara está decidida a ser candidata, se plantea una división de la alianza de la que forman parte Morena y PT.
Esto significa que en ese estado norteño, ahora gobernado por una mujer, Claudia Pavlovich, del PRI, se dividirá el voto de la izquierda, que por históricamente nunca tuvo mucha fuerza electoral en esa entidad. Los analistas locales atribuyeron el triunfo de Morena el pasado 2018 -como ocurrió en muchas partes de la República- a la popularidad del ahora presidente López Obrador.
Por tradición, la lucha electoral en Sonora se da entre el PRI y el PAN, pero en las pasadas elecciones, además de enfrentar a AMLO, los dos partidos tuvieron divisiones internas y por ello no lograron presentar mayor resistencia.
Ahora las cosas han cambiado. Aunque resulta muy difícil de imaginar, se habla inclusive de una eventual alianza PAN-PRI y hasta PRD. Pero aun si fueran por separado, los dos partidos antes mayoritarios podrían dar pelea a una “izquierda” dividida.
Por ejemplo, el PRI se ha consolidado en torno a la gobernadora Pavlovich, quien es uno de los mandatarios estatales mejor calificados.
Una opción: las candidaturas comunes
De cualquier forma, en los medios locales se aprecia muy difícil que priistas y panistas se decidan a formar una coalición.
Ante esta situación, los dirigentes locales han pensado aprovechar la figura de candidaturas comunes y postular a uno de los políticos de más renombre en el estado, que puedan sumar tanto a azules como a tricolores. Entre los nombres que más se mencionan están Ernesto Gándara, Ricardo Bours y Antonio Astiazarán.
La intención, dicen los promotores de las candidaturas comunes es “hacer un trabuco político extraordinario”.
Esta posibilidad es alentada porque, en caso de separarse Morena y socios, los dos candidatos hasta ahora apuntados pueden resultar vulnerables.
Alfonso Durazo tiene méritos en campaña, pues fue el que dirigió a las huestes de Morena en el estado y se levantó con la medalla de la victoria.
Pero en contra está su muy deficiente trabajo al frente de la Secretaría de Seguridad, lo cual confirman los altos índices de violencia que se registran en prácticamente todos los estados de la República. Los especialistas en la materia destacan que 2019 ha sido el año más violento, que también durante el gobierno de la llamada Cuarta Transformación se han registrado el mes, la semana y el día más violentos.
También se recuerda que a inicios de la actual administración federal, Durazo ofreció la pacificación del país en seis meses y luego pidió ampliar el plazo a un año, sin que hasta ahora se cumpla su promesa.
Tal vez por el “fuego amigo” lanzado para detener su candidatura, Ana Gabriela Guevara ha tenido que afrontar denuncias de manejos irregulares del presupuesto, incumplimiento en los pagos a los entrenadores y personal de la dependencia a su cargo, así como la casi desaparición de las becas para los deportistas de alto rendimiento, situación que se terminó de agravar con la desaparición de los fideicomisos recientemente aprobada por los diputados.
Además, ha tenido dificultades personales en las que inclusive se han dado amenazas de muerte.
Todo eso y otros “trapitos” que podrían salir durante las campañas podrían dar al traste con la ya anunciada victoria de la “izquierda” en Sonora.
A propósito de la mencionada desaparición de fideicomisos, ayer la dirigencia nacional del PRI encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas y Carolina Viggiano manifestó su total desacuerdo con esa acción del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
“La desaparición de fideicomisos representa un golpe letal para la actividad científica, periodística, tecnológica, médica, cultural, defensora de derechos humanos, ambiental, deportiva y de atención a desastres naturales en nuestro país”, sostiene un comunicado de tricolor.
“Hoy, el gobierno de Morena pretende adueñarse de 68 mil millones de pesos que mexicanas y mexicanos de excelencia ejercen ejemplarmente. Es claro que los morenistas tienen prioridades muy distintas a las necesidades urgentes de las familias mexicanas”, sostiene el comunicado del PRI en el cual se recuerda que “desde el inicio de la actual administración, la bancada de Morena, así como el Ejecutivo Federal han presentado iniciativas que buscan eliminar recursos y perjudican a los ramos que generan innovación, capacitan y desarrollan conocimiento científico y tecnológico”.
En cambio, entre 2012 y 2015, el presupuesto destinado a la ciencia, la investigación y la innovación creció 52 por ciento, al pasar de 25 mil 463 millones de pesos a 38 mil 694 millones de pesos, al tiempo que Conacyt recibió recursos 31.39 por ciento superiores a los destinados por el gobierno de Morena en 2019, y 36.8 por ciento superiores a los de 2020.