Coronavirus y elecciones intermedias
¬ Augusto Corro viernes 9, Oct 2020Punto por punto
Augusto Corro
Sin duda alguna, la pandemia del coronavirus (Covid-19) jugará un papel importante en las elecciones intermedias del próximo año. Los estragos derivados de esa enfermedad van directamente contra la salud y la economía. Ahí están las cifras que nos muestran el último informe oficial de las autoridades sanitarias: 82 mil 726 muertos y 799 mil 188 contagiados. Y lo grave de esta situación es que no se cuenta con la vacuna para extinguir el virus. Si bien es cierto que se aplicará dentro de poco tiempo, aún no se puede cantar victoria. Por otra parte, el propio Agustín Carstens, gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS) declaró que la crisis económica ocasionada por Covid-19 va a durar más de lo que se pensaba y que a pesar de las medidas aplicadas por los gobiernos, llegará un momento en que serán inevitables las bancarrotas. Las palabras del funcionario bancario sólo vienen a confirmar los pronósticos negativos sobre el futuro sombrío que nos espera, como es el asunto del desempleo y la pobreza incontenibles.
Ante ese panorama incierto que amenaza, claro no sólo a México, sino al mundo en general, aquí, en nuestro país se efectuarán las más importantes elecciones intermedias de los últimos sexenios. Se votará por 500 legisladores para la Cámara de Diputados; se elegirán 15 nuevos gobernadores y miles de candidatos a cargos de representación popular. Como se ve, la contienda electoral será diferente a las anteriores, pues la población aún no podrá recuperarse de las daños infligidos por la pandemia del coronavirus. Los aspirantes a los múltiples cargos públicos serán sometidos al análisis de los electores en función de sus acciones y obras para enfrentar los problemas ocasionados por el coronavirus en la salud y en la economía. Por supuesto, la evaluación determinará el desempeño de los gobiernos y de los partidos políticos que los llevaron a los puestos que ocupan.
Por ejemplo, el gobierno federal y su partido de origen, el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) siempre que pueden se jactan de que continuarán con la mayoría de sus legisladores en la conformación de la nueva Cámara de Diputados. Podrá cumplirse ese deseo, pero primero se tendrán que esperar los resultados de la lucha contra la pandemia y el caos en la economía. Y debido a las advertencias de que en materia de salud y desempleo llevan a colocar a México en la incertidumbre, más vale esperar el desarrollo de los acontecimientos, concretamente en la forma de atacar la pandemia y el número de decesos, así como los resultados en el combate al desempleo y a la pobreza por ahora incontrolables. Las elecciones citadas se efectuarán el 6 de junio del próximo año y es seguro que participarán en coalición o solos varios partidos políticos.
La ventaja que podría llevar Morena es que se trata del partido en el poder. Como quiera que sea tiene oxígeno permanente porque llevó al máximo cargo político a uno de sus fundadores y representante. Quizá esto es lo único que podría salvar la imagen negativa que se forjó el mencionado partido en los dos últimos años. Sus dirigentes no se cansaron de manifestar su conducta similar a la ofrecida en materia de divisionismo como sucedió en el PAN, PRI y PRD en otros tiempos. En fin, los morenistas no mostraron nada nuevo en la política. En cambio recurrieron a los desvíos de los recursos económicos del partido, tema en el que resultó involucrada la ex presidenta interina y secretaria general de Morena, Yeidckol Polevnsky.
Por lo demás, no hay contrapeso político al gobierno obradorista. Los partidos de la oposición se encuentran en calidad de desaparecidos. Esperan su tabla de salvación en el saldo positivo o negativo de las autoridades de origen morenista para encausar sus campañas electorales en busca de triunfos. ¿Cuál será el papel de panistas, priistas y perredistas en las elecciones intermedias? ¿Usted qué opina amable lector?