Política económica errónea, dice ex secretario de Hacienda
Miguel Ángel Rivera martes 6, Oct 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
“Durante el primer año de este sexenio la política económica no solamente fue errática, sino que además fue, en más de una ocasión, errónea a todas luces. Pero la pandemia actual hizo que se exacerbara de manera considerable ese comportamiento errático, tanto que parecería que actualmente el gobierno está dando, al menos desde el mes de abril pasado, tan sólo pasos de ciego en materia económica”.
El anterior es el párrafo inicial de la colaboración del ex secretario de Hacienda del actual gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Carlos Urzúa, que se publica en el diario El Universal.
Además de ese juicio genérico, el comentario del ex secretario de Hacienda y actualmente profesor del Tecnológico de Monterrey, sus comentarios resultan más que oportunos porque enjuicia la decisión del gobierno -con el cual dejó de colaborar por no estar de acuerdo con las decisiones del primer mandatario- de cancelar 109 fideicomisos, entre los cuales están muchos dedicados al fomento de la ciencia y la cultura, así como a la promoción de la cinematografía y el deporte nacionales.
La aprobación de las iniciativas que extinguen esos fideicomisos estaba planeada para la sesión del jueves pasado en la Cámara de Diputados, pero el proceso no puso ser culminado porque no había quórum. Muchos observadores opinan que el ausentismo fue provocado por miembros de Morena y de los partidos aliados que simplemente no están de acuerdo con la medida, pero que prefirieron abandonar el Palacio Legislativo antes que votar abiertamente en contra.
El tema quedó pendiente para la sesión de hoy. Ya se verá si efectivamente hay desacuerdos en las filas de Morena y asociados o simplemente los diputados aprovecharon un receso decretado por la presidenta de la Cámara, Dulce María Sauri, para tomarse libre la tarde-noche del jueves anterior.
Mientras llega el momento decisivo, vale la pena echar un vistazo a los argumentos del ex secretario de Hacienda:
“Sorprende que el Presidente satanice a los fideicomisos, cuando el financiamiento de la mayor obra que hizo cuando era jefe de Gobierno provino de un fideicomiso”, recuerda Urzúa, quien advierte que la idea de desaparecer los fideicomisos es parte de la errática política económica del régimen.
“Un ejemplo de lo anterior es la instrucción presidencial de extinguir el mayor número posible de los fideicomisos y fondos federales existentes. De los poco más de 300 que había a fines de 2018, la administración actual ya ha cerrado algunos, ha utilizado otros y ahora pretende que el Congreso apruebe la extinción de 109 más, lo cual daría una bolsa del orden de 68 mil millones de pesos.
“Hay fondos que no requieren cambio de ley para ordeñarlos, pues está previsto su uso cuando hay caídas en los ingresos. Es el caso del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios, el cual consistía en alrededor de 280 mil millones de pesos a fines de 2018, en poco menos de 160 mil millones a fines de 2019, y ahora en, básicamente, nada. El otro caso paradigmático es el Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas, el cual contaba con 89 mil millones a fines de 2018, con 60 mil millones a fines de 2019, y probablemente termine este año con un monto no mayor a los 25 mil millones de pesos”.
Pero no queda allí la crítica del economista con grado de doctor por la Universidad de Wisconsin-Madison, pues entró a algunos detalles:
“Se dice que hay que extinguir ese centenar de fondos y fideicomisos, pues hay aviadores y hay mucha corrupción. Lo primero es extraño, pues por ley no pueden contar con estructura orgánica. Lo segundo puede ser cierto en algunos casos, pero los corruptos son los funcionarios de las dependencias que los manejan. Sorprende, por cierto, que sea el propio Presidente quien satanice a los fideicomisos, cuando el financiamiento de la mayor obra que hizo cuando era jefe de Gobierno, el segundo piso sobre el Periférico, provino de un fideicomiso (administrado limpiamente, por cierto)”.
Urzúa destacó que “quizás las desapariciones más costosas serán a la larga las de 26 fondos, cuyos recursos se usan para mantener la excelencia de los llamados centros públicos de investigación. Entre estos se encuentran varias instituciones que, aunque pequeñas, gozan de reconocimiento internacional. Siete de ellas: Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), Centro de Investigación en Matemáticas (CIMAT), Centro de Investigación en Materiales Avanzados, Colegio de la Frontera Norte, Colegio de Michoacán, Instituto de Ecología e Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica”.
Por el contrario, el presidente de la Comisión Cuenta Pública, el diputado de Morena, Erasmo González Robledo, sostiene que la discusión de esta iniciativa es una “de las jornadas más importantes”, pues de lo que se trata, dijo, es “contribuir a tener unas finanzas publicas más sanas y eficientes… para atender los retos de la pandemia”.
El legislador negó que con la desaparición de estos fondos, que juntos suman 68 mil millones de pesos, se vaya de a dejar de atender a todos los sectores de la población con los que están relacionados estos fideicomisos.
“Se continuará el apoyo a deportistas, personas defensoras de derechos humanos, periodistas, el sector cultural, el medio amiente, la lucha por el cambio climático”, aseguró el legislador, quien señaló que los recursos los hará llegar el gobierno federal por otros medios.
Persiste la lucha interna en las filas de Morena
El encargado de vencer eventuales resistencias y sacar adelante la votación para autorizar que el gobierno federal disponga de las decenas de miles de millones de pesos que reportará la desaparición de los fideicomisos es el coordinador de los diputados federales de Morena y presidente de la Junta de Coordinación Política de su Cámara, Mario Delgado Carrillo, quien tiene abiertos dos frentes, pues siguen las resistencias para que sea el próximo presidente nacional del partido creado por el presidente López Obrador.
Apenas ayer, la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos del Instituto Nacional Electoral (INE) ratificó que Delgado —que para muchos observadores es el favorito para ganar la competencia interna— cumple los requisitos para ser considerado candidato a encabezar a Morena.
Este nuevo dictamen fue necesario porque una corriente de “morenos”, esta vez representada por un militante de nombre Jorge Poblano Hernández, demandó al INE anular la candidatura de Delgado Carrillo por considerar que no cumple los requisitos de elegibilidad por no haber renunciado a su cargo para hacer campaña y por tener acceso a recursos públicos para promocionar su candidatura.
De hecho, los consejeros electorales retomaron sentencias previas de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que también invalidaron protestas similares no sólo contra Mario Delgado, sino también contra otros aspirantes. Magistrados y consejeros electorales reafirmaron que en este caso algunas normas internas del partido no son aplicables por tratarse de un proceso extraordinario.
Sin embargo, Delgado no puede sentirse totalmente a salvo, pues ha circulado una propuesta del presidente del TEPJF, Felipe Fuentes Barrera, que propone no sólo bloquear algunas candidaturas, sino que recomienda de plano suspender todo el proceso actual de elección mediante encuestas supervisadas por el INE.
Esta actitud resultó más que sorpresiva, porque fue precisamente el Tribunal Electoral el que decretó que la elección de presidente y secretario general de Morena se hiciera mediante encuestas y encomendó esa tarea al INE.
Ha trascendido que el magistrado propone anular la elección a causa de “inconsistencias, errores y omisiones” que el Instituto Nacional Electoral ha cometido en el proceso y en tal caso se prorrogaría el plazo de la actual dirigencia, encabezada por el diputado con licencia Alfonso Ramírez Cuéllar y Yeidckol Polevnsky, hasta después de las elecciones del año venidero, pues las leyes electorales prohíben elecciones internas mientras se desarrolla un proceso electoral constitucional.
Para una corriente de Morena, ésta sería una victoria, pues siempre han protestado por la intervención del TEPJF y del INE en sus procesos internos.ç