Consulta sin consulta
Freddy Sánchez martes 6, Oct 2020Precios y desprecios
Freddy Sánchez
Los polvos de la tolvanera no se aplacan todavía y siguen provocando revuelo, porque la consulta, va que va…
Pero, será una consulta sui géneris.
Para darle gusto al Presidente, algo así como “atole con el dedo a la gente” y evitar un “desaseado pisoteo” de la Constitución.
En eso podría pensarse que consistió el trabajo realizado el jueves pasado por parte de nuestros ilustres ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Por lo menos, de seis de once, que no quisieron rechazar la consulta que Andrés Manuel desea que se haga entre la gente para que decida si quiere o no que se juzgue a los ex presidentes.
Entre moderadas, aunque evidentes rispideces, los honorables integrantes de la Corte, finalmente hallaron la manera de darle un giro de 360 grados a la consulta ciudadana sobre el juicio a los ex jefes del poder Ejecutivo.
El ministro que en un principio había planteado declarar la inconstitucionalidad de la petición presidencial para la realización de la susodicha consulta, asegurando que encontró un concierto de inconstitucionalidades, a la hora de la votación, únicamente convenció de sus argumentos a cuatro “pares” de la Corte, mientras que seis de ellos, con la inclusión del presidente del máximo órgano de justicia en el país, lo contradijeron y votaron a favor de la consulta.
Eso sí, como tanto se ha dicho sobre el tema, la mayoría de los magistrados, (ocho de once), decidieron cambiar el texto de la pregunta que deberán contestar los ciudadanos cuando el INE se encargue de consultarlos.
Y ahí estuvo el galimatías para decirle que sí y al mismo tiempo que no al presidente López Obrador, con respecto a la procedencia de la consulta sobre el juicio a los ex presidentes.
Los ministros aparentemente se vieron “más papistas que el Papa”, aprobando una consulta que será con una pregunta diferente a la que Andrés Manuel proponía se hiciera a los ciudadanos.
En ese sentido, cabe mencionar que la pericia interpretativa del texto constitucional, por parte de los ministros, logró algo así como un espectacular acto de magia al desaparecer de un sombrero a un pato y sacar a un conejo diciendo que se trataba del mismo animalito.
El truco estuvo en la reformulación de la pregunta que en la consulta habrán de contestar los ciudadanos, a los que no se les cuestionará específicamente si quieren que se juzgue a los ex presidentes, aunque posiblemente muchos piensen que eso se les estará preguntando, sin ser así.
Y es que la pregunta será para que digan si aprueban que se esclarezcan las decisiones políticas del pasado, sin precisar cuáles, cuándo se dieron y qué actores políticos fueron las que las tomaron.
O sea una consulta de ambigüedades, en la que en ninguna línea se preguntará acerca de si los consultados desean que se lleve a juicio a los ex presidentes.
De modo que habrá consulta, per no como quería el Presidente que se hiciera y debieron imaginarse que sería cientos de miles de interesados en exigir el juicio para Salinas, Zedillo, Calderón o Peña.
Al respecto, por cierto, Andrés Manuel comentó que la pregunta como quedó hecha por lo ministros de la corte, podía entenderse como genérica y cada quien la interpretaría a su manera.
En resumidas cuestas pues, bien podría llegarse a la conclusión de que los ministros de la Suprema Corte en el ánimo de no entrar en conflicto con el ejecutivo ni verse como “pisoteadores” de la Carta Magna, optaron por despersonalizar la consulta, aunque algunos pudieran llegar a pensar que lo aprobado por los ministros fue la realización de una consulta sin consulta.