Algunas reflexiones sobre lo dictaminado por la Corte
Roberto Vizcaíno lunes 5, Oct 2020Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
El jueves uno de este octubre, al final, por 8 a favor y 3 en contra, en una decisión por demás controvertida, pero para mí, genial, la Suprema Corte de Justicia declaró constitucional la consulta popular promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero con una pregunta totalmente distinta a la presentada por el Ejecutivo.
Ahí todo cambió.
Con ello se cumplió con el procedimiento que incluía dos decisiones, no sólo una: dictaminar la constitucionalidad de la consulta y la de su pregunta.
Y al hacer todo esto, los ministros que votaron a favor fueron y son blanco de los más duros calificativos por parte de expertos y reconocidos constitucionalistas, abogados, analistas, líderes políticos, columnistas y muchísimos ciudadanos.
Yo opino distinto, sé que puedo estar equivocado, pero así es:
1) Creo que precisamente hicieron lo que constitucionalmente debían y podían hacer.
2) La consulta era constitucional porque está prevista en el artículo 35 de la Carta Magna.
3) Lo que sí era inconstitucional era la pregunta de AMLO. Ésta sí inducía a consulta popular la justicia; atentaba contra la presunción de inocencia de los cinco ex presidentes; violaba claramente sus derechos humanos y sí anulaba el debido proceso.
4) Fue por este tipo de posibilidades, que el Congreso previo que la Suprema Corte pudiera modificar y readecuar la pregunta base de la consulta. Y eso fue lo que los ministros hicieron.
¿Dónde está entonces la sumisión, la entrega de la Corte a AMLO?
Al modificar la pregunta y reorientarla salvaron el derecho básico de la Consulta, que es garantizarles a los ciudadanos su opción a pronunciarse en asuntos de interés nacional.
Como bien dicen todos: lo que no está permitido es poner a consulta a la justicia. Eso no ocurrirá.
Lo que hicieron los 8 ministros que al final votaron a favor de la pregunta, fue muy claro: no poner a consulta una investigación judicial contra los cinco ex presidentes mencionados en la pregunta de AMLO, sino poner a consulta “un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas».
Perdónenme Ustedes, pero a mí se me hace genial, por perverso, este cambio de pregunta.
Nunca habla de los cinco ex presidentes, sino de miles de “actores políticos” que tomaron millones de decisiones políticas “en los años pasados”.
Actores políticos son: alcaldes, diputados locales y federales, gobernadores, presidentes de todo tipo, líderes de partidos y de organizaciones, dirigentes sindicales, etc,etc.
¿Decisiones políticas de quienes se va a aclarar?, ¿de qué año a qué año?
Tampoco indica a quién corresponde hacer la “aclaración” de “las decisiones políticas de los actores políticos”. Ni bajo qué conceptos.
Para cerrar el tema, que yo sepa, no existe tampoco en ningún código, norma o artículo constitucional, el delito de “decisiones políticas” … luego entonces no hay nada que perseguir.
¿O sí?
Perdón, pero para mí, lo que hicieron los ministros fue, insisto, en realidad una jugada genial y obvia, totalmente contraria a lo que se les acusa.
Anularon las intenciones de AMLO, le impidieron poner a consulta la justicia y para ello elaboraron una pregunta inocua. Y al hacerlo, imposibilitaron que el Presidente hiciera por fuera su propia consulta, con su propia pregunta.
Disculpen los expertos, pero a mi me gustó lo que hicieron los ministros y creo que salvaron a la Corte de caer en el dominio del tabasqueño. Fueron más mañosos que el de Macuspana.
Le dieron lo que mi abuela calificaría de atole con el dedo.
Posdata al tema:
Si el Senado aprueba la consulta y la envía para que la ejecute el INE, AMLO podría hablar de que es contra los ex presidentes, pero la verdad es que los resultados de la consulta no son vinculatorios a un proceso judicial. Ése sería el primer punto para anular cualquier investigación que se iniciara contra cualquiera de los cinco ex presidentes.
Feo caso para López Obrador.
Ahora la decisión es del Senado
Lo dictaminado por la Suprema Corte de Justicia depende ahora de la aprobación mayoritaria del Senado y de la Cámara de Diputados para que la consulta, con la nueva pregunta, se realice en agosto del próximo año.
Tal como están los escenarios, bien podríamos enfrentar una sorpresa inducida por el mago que es para estas jugadas, el zacatecano Ricardo Monreal, dentro de un juego de pesos y contrapesos en la cámara alta, cuyo resultado podría ser la no aprobación de esa consulta.
Un providencial rechazo en el Senado, provocado por el llamado Bloque Opositor (integrado por las fracciones del PAN, PRI, MC y PRD), le salvaría muy oportunamente la cara a todos los involucrados.
Si eso ocurre quedaría bien AMLO, quien tendría la disculpa de que él impulsó el enjuiciamiento de los ex presidentes neoliberales Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto que tanto daño hicieron a México, pero que al final los legisladores ligados a la mafia del poder no lo dejaron.
Se salvaría la Corte de que se consulte la pregunta inocua y embrollada elaborada por sus ministros y se salvaría el INE, donde ahora los consejeros se truenan los dedos porque la consulta no sólo es ahora inútil por como está planteada la pregunta, sino que costaría un dineral que por ahora no tiene ese instituto.
Esto es apenas una apreciación, percepción mía. Ya veremos en los siguientes días que deciden los senadores bajo la batuta de Monreal. De eso depende todo. Pero no nos extrañemos, insisto, de que lo impensable se convierta en realidad.
¿Y qué creen?
El sábado, FRENAAA le tomó la palabra a AMLO y le llenó el Zócalo con quizá unos 150 mil simpatizantes quienes reclamaron la inmediata dimisión del Presidente, tal como éste lo había prometido, si se daba una marcha con más de 100 mil ciudadanos en su contra.
Y le ampliaron el plantón a la otra mitad de la plancha. Veremos cómo amanece hoy en Palacio el mandatario. Como en el 68, hoy que estamos en octubre y a 52 años de aquellos hechos, los medios tradicionales -diarios y sus portales, radio y TV-, desdeñaron la multitudinaria marcha de FRENAAA y la autoridad capitalina intentó minimizarlos -en un boletín el gobierno capitalino tuvo el descaro de hablar de que habían participado 5 mil asistentes, cuando sólo con ver fotos y videos llenando Avenida Juárez, 5 de Mayo y buena parte de la Plaza de la Constitución podían confirmar que fueron muchos miles más.
Ahí volvieron a ganar influencia las redes sociales que se inundaron de videos e imágenes de la gran marcha y el casi lleno del Zócalo, donde hubo personas de todas las clases sociales, incluso indígenas, pidiendo la renuncia de López Obrador.
Los organizadores, que repartieron bajo la mirada de notarios públicos etiquetas foliadas a la mayoría de los asistentes, hablan de que acudieron 153 mil personas. Mire, quien sabe, pero sí eran muchos miles.
¿Ante qué estamos? ¿El inicio del hundimiento del tabasqueño como afirman los de FRENAAA? No sé, pero de que al Presidente le arde hasta el tuétano, es inocultable.
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