Reconciliación
Alberto Vieyra G. lunes 5, Oct 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
¡Otra vez la burra al maíz! En 2019, Andrés Manual López Obrador se convirtió en el hazmerreír de propios y extraños al pedir a la monarquía española y a la alta mitra del Vaticano una disculpa por los agravios cometidos contra los indígenas en México durante la conquista en 1521.
Los reyes de España rieron a carcajadas y se sabe que en privado comentaron que jamás ofrecerían un perdón a ese presidentito de México. La semana pasada, AMLO volvió con su burra al trigo. Quiere un perdón de España y del Papa Francisco como la única vía para lograr la reconciliación con Europa por las barbaridades que cometieron las potencias del viejo mundo durante los 3 siglos de coloniaje.
Hágame el recanijo favor, AMLO no es capaz de promover la reconciliación nacional entre los mexicanos, a los que por el contrario divide y enfrenta día tras día usando todo el poder del Estado mexicano en sus mañaneras de Palacio, ¡ahhh! pero quiere reconciliarse con Europa siempre y cuando ofrezcan un perdón a los naturales de América, a los cuales despojaron de sus tierras, ultrajaron su dignidad, humillaron a hombres y mujeres y saquearon inmisericordemente todas sus riquezas, principalmente oro y plata.
AMLO parece que no tiene memoria porque en 2015, el Papa Francisco ya pidió perdón a los pueblos originarios por la Conquista del continente americano. ¿Cuáles fueron los agravios de la Iglesia contra los indios en América? No olvidemos que la Conquista tuvo dos ejes fundamentales: El madrazo y la sobadita, es decir, que los bárbaros conquistadores encabezados por Hernán Cortés entraron por delante con el sable y la pólvora y por atrás llegaron los evangelizadores con la cruz, pero en algunas regiones de América, como Bolivia y Venezuela e incluso México, a los indígenas les llegaron a dar un estatus equiparable a los perros, pues como seres no considerados como humanos, debían comer y dormir junto con los perros y además aguantar y aguantar el yugo de la Conquista.
Ahora que, si López Obrador, para saciar su ego, quiere que el Papa Francisco ofrezca exclusivamente a México un perdón, pues está muy equivocado porque si el Papa lo llegase a realizar sería tanto como ofrecer algún día el perdón a toda la humanidad por el asesinato de Jesucristo, a cargo de los fariseos, soldados y gobernantes romanos ocurrido hace 2 mil 20 años.
Los reyes de España menos ofrecerán disculpas, pues las monarquías se siguen considerando los seres humanos más cerca de dios, aunque la mayoría sean gobiernos del diablo. Por supuesto que los reyes de España desconocen la humildad de la que habla AMLO y que, por cierto, carece de ella y no cabe duda que estamos ante otro desplante populista de López Obrador para congraciarse con su “pueblo bueno y sabio”, en vez de inyectarles una buena dosis de cultura que acabe con la ignorancia con la cual su gobierno y los que le han antecedido, lucran políticamente con los pobres.
Me pregunto: ¿Nuestras comunidades indígenas de México y América ganarían algo con un perdón, un usted disculpe así nomás, como así y sin que tengan que restituir ningún daño por el indiscriminado saqueo de nuestros pueblos? Reitero, el buen juez por su casa empieza, así que ¿no sería mejor que AMLO apueste por una reconciliación nacional, antes que pedirle peras al olmo europeo?