Los debates son así
Ramón Zurita Sahagún jueves 1, Oct 2020De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Hay una máxima en política que establece que si quieres conocer el origen de tu familia, ingresa a la política y ahí se te darán a conocer todos los pormenores de su procedencia e historia. Buenos y malos, desconocidos, tal vez, para ti mismo.
La política actual muestra rostros muy distintos de los del pasado, que algunos consideraban romántica, para tornarse en dura, ruda, sucia, engañosa, desaseada y para algunos asquerosa y turbia.
Con esos términos son consideradas las acciones dentro de la política no sólo nacional, sino del tono internacional, donde el reciente debate del martes pasado en Estados Unidos entre los candidatos presidenciales sorprendió a algunos por el ritmo marcado en el mismo.
La dureza de los ataques, el arrebato de la palabra, el golpeteo no solamente de los aspectos políticos sino que abarcó el marco familiar, da cuenta de cómo son los debates de ahora.
El que grita con mayor autoridad y contundencia, el que arrebata las palabras, el más folclórico, dicharachero y puntilloso es el que más atrae a los posibles electores.
Atrás quedaron los tiempos de los datos, de la confrontación de ideas, de las ofertas de campaña, del enfrentamiento limpio y claridoso. Donald Trump y Joe Biden, mostraron que la edad no significa obstáculo alguno para sacar a la luz sus propias contradicciones.
El primer encuentro verbal entre los candidatos presidenciales de Estados Unidos dejó en claro que la elección será sumamente difícil, competida y, principalmente, escandalosa.
Lejos de estar enmarcada como un ejemplo del debate entre los dos únicos candidatos a presidir el país considerado como ejemplo de la democracia, el encuentro televisado a toda la nación fue una muestra de rudeza, en la que el moderador fue rebasado.
Si los debates de los candidatos presidenciales de México fueron ampliamente criticados por algunos usos y abusos de los candidatos, con chascarrillos fuertes como aquel de López Obrador a Ricardo Anaya cuando se le acercó y dijo que se cuidaba la cartera o el otro de Ricky Riquín, quedan pasmados con el lenguaje corporal de los candidatos Trump y Biden y el calificativo de payaso del segundo al primero.
Peor fue el momento en que los dos candidatos atizaron a la familia del otro, en una invasión de la vida familiar y de la privacidad de las mismas.
Si en México en 2018 sorprendió el accionar de AMLO con su tono pausado y tranquilo, en Estados Unidos la actuación de Biden dejó con la boca abierta a propios y extraños pues no esperaban que se pusiera al tú por tú con el actual Presidente de esa nación.
Tal vez no calculó bien el ex vicepresidente que caer en el juego de Trump le puede provocar bajar sus bonos en las preferencias, ya que el presidente de Estados Unidos sacó raja de mantener la misma imagen de siempre, altanero, provocador y demasiado rudo para la política de aquel país.
Los dos contendientes tendrán un segundo encuentro en quince días, mientras que los aspirantes a la vicepresidencia lo harán antes en un esfuerzo en el que ambos deberán ayudar a que los electores indecisos definan sobre quien de Trump o Biden apoyarán en las urnas.
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La posición de Maribel Cervantes como secretaria de Seguridad Pública en el Estado de México se volvió insostenible, con todo y que el gobernador Alfredo Del Mazo estaba conforme con el actuar de ella. A del Mazo no le importaron los vínculos de Cervantes con Genaro García Luna y el primer círculo de mandos policíacos vinculados con averiguaciones al por mayor como son los casos de Ramón Pequeño, Luis Cárdenas Palomino y otros más.
Y es que Alfredo Del Mazo parece estar en el limbo, perdido en un cargo que pensó le correspondía por herencia familiar, ya que su padre y su abuelo lo antecedieron en el gobierno de esa entidad, pero a diferencia de aquellos con formación política, a Alfredo tercero le falta todo y se conforma con terminar su gestión, por lo que enfila a una nueva derrota electoral de su partido y sus candidatos.