Un desafío
Alberto Vieyra G. jueves 1, Oct 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En 1988, cuando el ex candidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano atiborró hasta en dos ocasiones la Plaza de la Constitución, se suscitó un encendido debate, pues mientras la regencia de la Ciudad de México aseguraba que no cabían en la Plaza de la Constitución más de 100 mil personas, se llevó a cabo un estudio que demostró que esa histórica plaza en el corazón del poder en México tenía un cupo para 187 mil 200 personas, a razón de 4 individuos por metro cuadrado, pues la Plaza de la Constitución tiene una extensión de 46 mil 800 metros cuadrados.
Ese histórico estudio ha quedado prácticamente en el olvido y cuando la Plaza de la Constitución es abarrotada nuevamente, el gobierno de la Ciudad de México y los manifestantes, siempre caen en la misma controversia por el número de asistentes.
¿Por qué hago historia?
Mire usted. Este martes 29 de septiembre, Andrés Manuel López Obrador lanzó un desafío político a sus opositores y en tono burlón diría que “a la primera manifestación de 100 mil y que yo vea que en las encuestas ya no tengo apoyo; a Palenque, Chiapas, ni siquiera espero la revocación de mandato, ahí nos vemos, porque tengo principios e ideales”.
¿AMLO se estará echando la soga al cuello o el salto de la muerte? ¿Realmente las encuestas pagadas y no pagadas por la Presidencia de la República son reales y en verdad AMLO cuenta todavía con el 52% de apoyo de quienes lo llevaron al poder? ¿Son encuestas a modo en las cuales finca su supuesta supremacía política?
Es cierto, AMLO llegó a la silla presidencial con más del 50% de los votantes inscritos en el padrón electoral, es decir poco más de 30 millones lo cual quiere decir, según las tesis de la sociología política, llegó al poder legitimado de origen sólo que sus aberrantes decisiones políticas lo han deslegitimado en el poder, por no poder.
Así que hoy, cualquier partido político u organización ciudadana que sea capaz de atiborrar el Zócalo de la Ciudad de México, ya no quedará la menor duda de que allí concurrieron más de 100 mil piochas y AMLO no tendrá mas remedio que largarse a su rancho, a menos que salga con la mafufada mafufa de que él tiene otros datos. El estudio científico en cuestión puede ser consultado en los principales periódicos de 1988 y en el semanario Proceso. La Plaza de la Constitución no ha sufrido ninguna transformación, siguen siendo los 46 mil 800 metros cuadrados.
Me pregunto: ¿Quiénes serán capaces de aceptar el desafío de AMLO? ¿El Frente Nacional Anti-Amlo (FRENAAA), tendrá el arrastre popular para acabar en México con la nueva era comunista, encabezada por AMLO con presagios muy dolorosos como la dictadura y el autoritarismo? ¿Sabrá AMLO que su desafío es jugar con lumbre? ¿AMLO seguirá con la idea de que es un hombre indestructible políticamente hablando? ¿Deveras, deveras, deveritas cumpliría su palabra de irse a su rancho el día en que sus adictos le den la espalda?
AMLO había prometido que si en Morena se agudizaban los pleitos, él haría mutis y renunciaría a su engendro político. Morena, está a punto del estallido y AMLO no ha cumplido su promesa. ¿Lo mismo ocurrirá cuando las encuestas lo pongan por la lona y se sucedan las manifestaciones con más de 100 mil personas en la Ciudad de México o algunas otras entidades en la república? ¿Se cumplirá aquél viejo refrán que reza que “cae más fácil un hablador que un cojo”?