Escasean los líderes
¬ Augusto Corro jueves 24, Sep 2020Punto por punto
Augusto Corro
Con el anuncio del regreso de Ricardo Anaya Cortés a la vida pública, es decir, a la política, nos llegó el mensaje de que escasean los líderes en los partidos políticos mexicanos. El panista-perredista del que hablamos se dio a conocer con su participación en las elecciones presidenciales de 2018 que perdió frente a su adversario Andrés Manuel López Obrador, del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Después de dos años en la banca, Anaya Cortés se incorpora a las tareas políticas preocupado, según él, por el futuro de México.
Desde la comodidad hogareña, Anaya Cortés (a) “Ricky, Riquin, Canallín” oteó el horizonte y comprobó la desolación que golpea a las organizaciones políticas huérfanas algunas y otras con el deseo de revivir. De ser otra vez aquellos partidos políticos que arrastraban a millones de simpatizantes a las urnas. Los tiempos cambiaron y las llamadas corrientes políticas se quedaron sin cabezas. Ahora es difícil encontrar a un líder político que tenga las características como tal.
Por ejemplo, en el partido en el poder (Morena) se encuentra sin el liderazgo que exigen las circunstancias en que vive México. Tan es así que su líder máximo, López Obrador, ya amenazó con renunciar a Morena si esa institución política se “echa a perder”. Es posible que le falte poco al mandatario para tomar esa decisión. La lucha que se registra en el interior del partido guinda es para dar pena a propios y extraños. Se desató una guerra de tribus de pronóstico reservado.
En este espacio escribimos ampliamente sobre la crisis que se vive en Morena en la que participan los ambiciosos que buscan controlar el partido como apoyo a sus ambiciones personales y de grupo. Así, vemos a un Porfirio Muñoz Ledo sacando fuerzas de su pasado para enfrentar al secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, representado por su “delfín”, Mario Delgado, en la lucha por la presidencia nacional de Morena. No pasará mucho tiempo para conocer los resultados de ese encontronazo.
Del Partido Revolucionario Institucional (PRI), de triste memoria, se podría decir que casi se encuentra desaparecido. Su actual presidente, Alejandro Moreno Cárdenas (a) “Alito” o “Amlito”, anda en los mismos pasos. Parece que se siente mejor escondido, lejos de los reflectores. No cuenta con ningún recurso para superar las crisis de salud y económicas derivadas de la pandemia del coronavirus; pero principalmente para sacar del abismo al tricolor. Los dirigentes que disfrutaron del poder priista se encuentran dispersos, alejados de la “grilla”, en pleno disfrute de sus riquezas, en la mayoría mal habidas.
El Partido de la Revolución Democrática (PRD) continúa en su pesadilla política. El mismo grupo que lo tiene en vías de extinción es el que lo dirige. Continúa en el poder partidista el grupo de “Los Chuchos”, encabezado por Jesús Zambrano, para un periodo de tres años. Claro, lo asesoría estará a cargo de Jesús Ortega. En esta organización política de plano no se hizo ningún esfuerzo para sacudirse a los dueños del partido que tuvo en sus filas a Cuauhtémoc Cárdenas y a López Obrador.
La tragedia de las organizaciones políticas también alcanzó al Partido Acción Nacional si no desapareció, sí perdió la brújula. Desde la competencia electoral por la presidencia de la República. el blanquiazul perdió su ideología o eso pareció suceder, pues con su ideología de derecha, se unificó con el PRD, de izquierda, para apoyar al panista Ricardo Anaya Cortés, “El joven maravilla” con el resultado que todo mundo conoce. El liderazgo del PAN ya no contó con distinguidos militantes que lo guiaran.
En el interior del partido, se agudizó el divisionismo. Dos de sus principales cuadros, Felipe Calderón Hinojosa y su esposa Margarita Zavala abandonaron el partido al sentirse rechazados. La señora Zavala de Calderón decidió participar en la lucha electoral presidencial como candidata independiente. Marko Cortés Mendoza es el líder de orientar al PAN en una de las temporadas electorales más difíciles, pues en 2021 se renueva la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas, 30 congresos locales y alrededor de 2 mil ayuntamientos.
En esas condiciones de falta de dirigentes que padecen los partidos es cuando regresa al escenario de la “grilla” Anaya Cortés que tiene como meta enfrentar las políticas del presidente López Obrador. Con la desventaja de que el “joven maravilla” se encuentra en el ojo de la tormenta, pues el exdirector de Pemex, Emilio Lozoya, acusó, al entonces legislador, de recibir sobornos por 6 millones 800 mil pesos, para apoyar las reformas del denominado Pacto por México. ¿Usted qué opina amable lector?