La lucha por el poder en Morena • II
¬ Augusto Corro martes 22, Sep 2020Punto por punto
Augusto Corro
(Segunda y última parte)
Las autoridades electorales tuvieron que intervenir en la vida del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) debido al sinnúmero de problemas relacionados con la elección de sus principales dirigentes: el presidente del Comité Ejecutivo Nacional de ese organismo político, así como el secretario general. Sin un padrón ordenado de la militancia las principales autoridades de dicho instituto político serán electas en una encuesta abierta a militantes y simpatizantes de donde saldrá el triunfador. Además, la lista de los aspirantes a liderar Morena tendrá que ser pareja en el número de hombres y mujeres. La consulta se llevará a cabo del 26 de septiembre al 2 de octubre.
Son tres los candidatos a con mayor fuerza que participarán en la encuesta en la que se decidirá quién dirigirá Morena. Uno es el diputado Mario Delgado. Los analistas políticos señalan que este aspirante es el más favorecido con la encuesta abierta, porque es uno de los aspirantes más conocidos popularmente. Además cuenta con el apoyo del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, así como las simpatías del líder del Senado, Ricardo Monreal. El número dos con posibilidades de triunfo es el diputado Porfirio Muñoz Ledo, quien, casi de última hora, decidió participar en la competencia. Su experiencia política es intensa, pero la edad podría convertirse en su principal obstáculo para acceder al liderazgo.
Uno de los adversarios de Muñoz Ledo es el doctor Gibrán Ramírez, de 30 años de edad, quien promete sacar de la crisis a la que llevaron a Morena los líderes que sustituyeron al fundador Andrés López Obrador, quien ganó las elecciones presidenciales de 2018, en representación del partido guinda. El instituto político en la cumbre del triunfo optó por dormirse en sus laureles. Cayó en la pasividad casi total. Empezó a despertar cuando se iniciaron las asambleas partidistas locales para elegir a sus representantes. Los escándalos que se registraron se parecían a los protagonizados por las organizaciones políticas tradicionales como el PRI o el PRD. Gibrán Ramírez es el centro de una campaña que lo señala como un político con gastos económicos excesivos, exagerados, como funcionario público. Dijo que esas acusaciones las aclarará a su debido tiempo.
Un caso singular es el de Yeidckol Polevnsky, ex presidenta interina y secretaria general de Morena, pues le quedó grande el puesto que dejó vacante el presidente López Obrador. No solamente mantuvo en la pasividad a su partido, sino que ella misma se involucró en presuntos delitos de corrupción y peculado, que son investigados por la Fiscalía General de la República. Las acusaciones partieron de la dirigencia de su propio partido que la acusó de pagar 395 millones de pesos por obras que no fueron ejecutadas.
Yeidckol Polevnsky se inscribió como aspirante por la dirigencia nacional de Morena para un segundo periodo al frente del instituto político, con una imagen devaluada por los escándalos, aunque ya manifestó que trabajará para ganar la encuesta. Otro de los nombres que se escuchan con posibilidades del triunfo es el de la senadora Citlalli Hernández que va como compañera de fórmula del diputado Muñoz Ledo. Ella compite para alcanzar la secretaría general. A este cargo también aspiran Antonio Attolini, Carol Arriaga, Omar Horacio Mateos Miranda y Donají Alba Arroyo.
En medio de la crisis por el divisionismo, Morena tiene el escenario listo para la encuesta en la que se definirán sus nuevos dirigentes. Por un lado, los candidatos apoyados por Ebrard y Monreal y por el otro lado los del grupo de Claudia Sheinbaum, Bertha Luján, Héctor Díaz Polanco y el actual presidente interino, Alfonso Ramírez Cuéllar. Como señalamos en este espacio, Morena será una de las plataformas políticas para la sucesión presidencial de 2024. Antes servirá a los líderes morenistas para fortalecer a sus candidatos que participarán en la renovación de la Cámara de Diputados, 15 gubernaturas y miles de cargos de representación popular. Las elecciones intermedias del próximo año serán importantes por el número de competidores.
Quien gane la presidencia de Morena estará obligado a reactivar el partido en el poder, que a la fecha es notoria su pasividad política. Por ejemplo, se notó la participación débil del partido en los cambios para lograr los proyectos políticos del mandatario López Obrador rumbo a la Cuarta Transformación. Los senadores y diputados se esforzaron para llenar los huecos que dejó la organización política. Y si el actual gobierno pretende continuar con los cambios, necesita mantener la mayoría de sus legisladores en la Cámara de Diputados. Veremos en esta etapa electoral qué tanta es la fortaleza de Morena que se debilitó con la nula acción de sus dirigentes que tienen en esta organización política convertida en un ring lleno de tribus que luchan por la realización de sus ambiciones personales. En una esquina están Delgado, con su entrenador Ebrard; en la otra esquina Muñoz Ledo, quien ya amenazó con echar a Ebrard del partido. Claudia Sheinbaum se desempeñará como instructora del veterano competidor. Hagan sus apuestas. No olvidar que los electores analizarán las condiciones en que se encontrará México tras los estragos a la salud y a la economía derivados de la pandemia del coronavirus y los miles de decesos y contagios. ¿Qué resultados entregará el gobierno de López Obrador para continuar con la mayoría de diputados en San Lázaro? ¿O ganará votos para los candidatos a gobernadores? ¿Usted qué opina amable lector?