Liz Taylor, una leyenda siempre viva
* Especiales, Espectáculos jueves 24, Mar 2011Gloria Carpio
- Cautivó a propios y extraños con sus deslumbrantes ojos violeta, sus ocho matrimonios y su brillante trayectoria cinematográfica. Tras una vida intensa entregada al cine, la estrella falleció de insuficiencia cardiaca a los 79 años de edad
Elizabeth Taylor, ahora ya ha pasado a formar parte de los mitos de la historia de Hollywood, y es que ayer falleció a los 79 años de edad en Los Ángeles, California, debido a una insuficiencia cardíaca, sin duda una gran pérdida, que será irrecuperable, pues fue ella la única diva viviente de su época. De esta forma y tras un vida intensa entregada al cine, la estrella dejó de existir.
Liz fue ganadora de dos Oscares por su papel en Butterfield 8 (1960) y Who’s Afraid of Virginia Woolf? (1966) , así como de una estatuilla honorífica por su labores humanitarias (1993), protagonizó más de 50 películas, algunas tan conocidas como Little Women (1949) , Cat on a Hot Tin Roof (1958) o Cleopatra (1963) .
Su pasión por los hombres siempre quedó constatada pues estuvo casada en más de ocho ocasiones, gracias a su carisma y rebeldía, fue dos veces casada con el actor Richard Burton, su gran amor junto con su tercer marido, el productor Michael Todd, según admitió ella misma. Elizabeth Rosemond Taylor nació el 27 de febrero de 1932 en Hampstead (Londres) , donde vivió hasta que a los siete años; sus padres, de origen estadounidense, decidieron instalarse en California (Estados Unidos) ante el inminente inicio de la Segunda Guerra Mundial.
Su amor a la actuación vino de su madre quien había sido actriz teatral, mientras que de su padre heredó su amor por el arte. Taylor atesoró durante su vida una gran colección de suntuosas joyas entre las que destacan un diamante de 33.19 quilates que perteneció a la mujer de un colaborador de los nazis y otro que fue propiedad de la esposa favorita del emperador indio Shah-Jahan, en cuya memoria mandó erigir el célebre Taj Mahal.
Elizabeth Taylor cautivó a propios y extraños con sus deslumbrantes ojos violeta, sus ocho matrimonios y su brillante trayectoria cinematográfica. La actriz llevaba seis semanas ingresada en el hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles por una insuficiencia cardiaca, que ya padecía desde hace tiempo y que se complicó recientemente, informó un comunicado de la familia. Se informo que al momento de su muerte “estaba rodeada por sus hijos: Michael Wilding, Christopher Wilding, Liza Todd y Maria Burton”, dice la nota, donde la familia precisa que le sobrevivieron además 10 nietos y cuatro bisnietos.
“Mi madre era una mujer extraordinaria que vivió la vida al máximo, con gran pasión, humor y amor”, dijo Michael Wilding. La fundación estadunidense para la investigación sobre el sida (amfAR, en inglés) emitió un comunicado en el que rinde homenaje a la actriz, quien “deja un legado monumental que permitió mejorar y prolongar la vida de millones de personas y que enriquecerá a muchas más en las generaciones venideras”.
La diva de Hollywood defendió a las víctimas del sida y recaudó fondos para la investigación sobre esta enfermedad desde mediados de los años 80, en una época en que el sida causaba pavor y además estaba muy estigmatizado.
Las perspectivas de la carrera de Taylor mejoraron con sus trabajos en Un lugar en el sol (1951) con Montgomery Clift, Ivanhoe (1952) con Robert Taylor y Joan Fontaine, y especialmente cuando fue elegida para actuar, junto con James Dean y Rock Hudson, en la película Gigante (1956). Posteriormente fue nominada al Premio Óscar en la categoría de Mejor Actriz, por su trabajo en El árbol de la vida (1957), ambiciosa producción que intentó igualar el éxito de Lo que el viento se llevó.
Protagonizó junto a Paul Newman el drama romántico Cat on a Hot Tin Roof (La gata sobre el tejado de zinc, 1958), filme que recibió críticas positivas de muchas fuentes. Su interpretación la hizo acreedora de su segunda nominación al premio Óscar por Mejor Actriz y su primera candidatura al galardón BAFTA como Mejor actriz británica.
Durante las décadas de 1950 y 1960 se convirtió en una de las mayores estrellas del firmamento de Hollywood gracias a su presencia en los títulos citados y en otros como Suddenly, Last Summer (De repente, el último verano, 1959) junto a Katharine Hepburn y Montgomery Clift (que le proporcionaría su primer Globo de Oro y otra nominación al Óscar). Taylor y Clift mantuvieron una estrecha amistad hasta la muerte del actor en 1966.
Con Una mujer marcada (1960), Elizabeth Taylor se llevaría su primer Óscar a la mejor actriz, alcanzando el récord de cuatro nominaciones en años consecutivos, sólo igualado por Marlon Brando.
Su estatus de estrella quedó reforzado con la película más cara en la historia hasta entonces: Cleopatra (1963). Por esta película, Elizabeth Taylor fue la primera actriz que cobraba la (para entonces astronómica) suma de un millón de dólares. Sin embargo, varias peripecias la llevaron a superar este récord: los múltiples retrasos y contratiempos del rodaje, y un porcentaje de la taquilla contemplado en su contrato, motivaron que ella terminase cobrando su sueldo multiplicado por siete. Fue en el rodaje de esta película donde conoció a Richard Burton; iniciaron un romance estando ambos casados, lo que provocó un enorme escándalo. Elizabeth Taylor interpretando a Cleopatra en la película homónima estrenada en 1963.A finales de la década de 1950, se acentuó su rivalidad con Marilyn Monroe, la otra gran estrella de los estudios Fox, si bien se especializaron en diferentes tipos de personajes.
A partir de mediados de la década de 1960 su participación en el cine va perdiendo pujanza, aunque aún tiene ocasión de intervenir en varias películas de relieve, como La mujer indomable (dirigida por Franco Zeffirelli), Reflejos en un ojo dorado con Marlon Brando y ¿Quién teme a Virginia Woolf?, de la que se dice es su mejor interpretación, al lado de su marido Richard Burton. Por este trabajo recibió su segundo Óscar a la mejor actriz.
Taylor era muy amiga del fallecido Rey del Pop Michael Jackson. Fue precisamente ella la primera persona que lo llamó así en una entrega de premios, y de ahí surgió el apelativo tan popular. Además, Michael Jackson le escribió una canción exclusiva para su cumpleaños, llamada Elizabeth I love you, y una fotografía con ambos juntos fue incluida en la carpeta del álbum de éxitos de Jackson History.
En años recientes, lo apoyó en tribunales ante las declaraciones de abuso infantil que pesaban en su contra. Elizabeth Taylor se mostró incondicional, negando todas las acusaciones. Incluso Michael Jackson le dedicó la canción Liberian Girl, del álbum Bad.
Descanse en paz Liz Taylor.