La lucha por el poder en Morena • I
¬ Augusto Corro lunes 21, Sep 2020Punto por punto
Augusto Corro
(Primera de dos partes)
No causa ninguna sorpresa la lucha interna del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Sus principales líderes buscan la presidencia y la secretaría general de ese instituto en una guerra declarada de todos contra todos. Así, las tribus representadas por los diputados Porfirio Muñoz Ledo y Mario Delgado, así como el joven político. Gibrán Ramírez decidieron atacarse sin consideración alguna con calificativos de grueso calibre. Hasta salieron a relucir comentarios sobre el futuro de los morenistas que aspiran a sucederle en el cargo de Presidente de la República a Andrés Manuel López Obrador, en 2024. Y dan los nombres de Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, y Claudia Sheinbaum, jefa del Gobierno de la Ciudad de México, como posibles favoritos. Y por supuesto, la dirigencia de Morena jugará un papel importante en la sucesión presidencial.
La semana pasada en el diario Milenio, el embajador Agustín Gutiérrez Canet se refirió a la pugna por la dirigencia morenista y dijo que la herencia de Andrés Manuel López Obrador está en juego en la próxima encuesta de Morena. Añadió: “tantos años de lucha, esfuerzo y perseverancia del pueblo, que el 1 de julio de 2018 logró la histórica victoria de un movimiento liderado por AMLO, está a punto de corromperse si el partido queda en manos de oportunistas ambiciosos, con mucho dinero, escasa transparencia y dudosa convicción de izquierda. Sería gravísimo para México que la epopeya democrática del pueblo de México sea secuestrada por un grupo de hábiles, pero siniestros personajes, siniestros en el sentido que se aplica a los perversos, no en la acepción de quienes se identifican con la izquierda”.
También expresó que esos siniestros personajes son lobos con piel de cordero decididos a cooptar el partido con costosas campañas mediáticas, financiadas con recursos cuyo origen se esconde para apropiarse de los votos de los espacios en las redes sociales, los medios de comunicación y los llamados call centers. Su objetivo inmediato es ganar ahora, a base de mucho dinero, la presidencia de Morena, para ganar mañana el Palacio Nacional. Tras varias consideraciones, el columnista expresó que en este momento crucial del país la mejor opción es apoyar a Porfirio Muñoz Ledo (sic) como presidente del Movimiento de Regeneración Nacional.
En entrevista posterior con el comentarista de televisión, Ricardo Raphael, el diputado Muñoz Ledo aprobó las palabras Gutiérrez Canet y les amplío su contenido agresivo. Dijo que Ebrard y su grupo no caben en Morena: “que se vayan del partido los corruptos”. Los pleitos entre la jerarquía morenista estaban controlados. Con la entrada oficial de Muñoz Ledo a la pelea, se intensificó la lucha. Se empezaron a conocer los puntos oscuros de los candidatos y de quienes los apadrinan. Surgieron las acusaciones y las verdades que incomodan. A Muñoz Ledo, su parte débil se encuentra en su multipartidismo. Milita en la política desde la época del presidente Luis Echeverría Alvarez. Aparece en fotografías con casi todos los mandatarios de México, sin importarle el color de los partidos. Su experiencia en los terrenos de la política es amplia. Fue líder del PRI, PRD y ahora busca la presidencia de Morena.
Vía twiter, el joven candidato morenista, Gibrán Ramírez representa un sector del partido que en las últimas fechas se incorporó a la lucha por el poder. Sus primeras acciones propagandísticas se centraron en un mensaje lanzado por el diputado Muñoz Ledo, en el que trata el tema de Covid-19 y algunas decisiones del presidente López Obrador: “Todo lo que polariza, paraliza. Mantengámonos unidos en el combate a la pandemia y en la recuperación económica. Por encima de los pleitos, la nación y el patritotismo. Gibrán le contesta que se trata de “una frase facilona para evitar ver lo que hay en juego en estos tiempos de zopilotes. La viejocracia del régimen de la transición es incompatible con el cambio, aunque me ataquen miles de tuiteros. El consenso del tripartido fue lo que paralizó. Ahora se remueven sus estructuras”.
La pugna por la dirigencia morenista se radicalizó con Muñoz Ledo y Gibrán Ramírez. El otro candidato, Mario Delgado, decidió llevar la lucha del cambio en Morena con más manejo político. Sin embargo, militantes de Morena, encabezados por la senadora Citlalli Hernández lo acusaron de financiar su campaña interna con recursos públicos, por lo que demandaron que termine ese desvío. Además denunció a diputados federales afines a Mario Delgado de promoverlo a la dirigencia de Morena por el interés de reelegirse como legisladores en 2021. Las tribus de Morena despertaron con motivo del cambio de dirigencia y no tardaron en poner en práctica su estilo de desprestigio sin calcular la cantidad de semillas de odio que siembran. El partido fundado por López Obrador enfrenta conflictos y problemas a los que se les busca una solución rápida, pero que no es fácil de lograr.
Se encuentra, por ejemplo, la orden del tribunal electoral para que en la contienda electoral participe igual número de hombres y mujeres, algo que no sucede ahora. La mayoría son varones. En caso de que sea un candidato el ganador de la presidencia del CEN de Morena, la secretaria general deberá ocuparla una mujer. Si resulta que es una aspirante es la triunfadora, ella asumirá el máximo cargo y en la citada secretaría general estará un hombre.
CONTINUARÁ.