La OCDE augura malos resultados económicos
Miguel Ángel Rivera jueves 17, Sep 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Con seguridad, serán repudiados y, por supuesto, no serán tomados en cuenta para los planes económicos de la llamada Cuarta Transformación, pero allí están los cálculos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que confirman los malos vaticinios acerca de la caída del crecimiento de nuestro país en el futuro cercano.
La OCDE es presidida por el ex secretario mexicano de Hacienda y de Relaciones Exteriores, José Ángel Gurría Treviño, cargos que desempeñó durante el sexenio del ex presidente Ernesto Zedillo y por tanto uno de los personajes centrales de la ahora repudiada era del neoliberalismo, al que se culpa de todos los males actuales de México.
Con anterioridad, ese organismo internacional ha sido guía o indicador acerca de la evolución de la economía mundial y, en particular, de los países miembros y por eso sus recomendaciones son tomadas en cuenta para los programas nacionales de desarrollo, pero a la fecha no ocurre así en la patria de su economista en jefe, el mexicano Gurría Treviño, egresado de la Facultad de Economía de la UNAM, quien obtuvo la maestría en economía por la Universidad de Leeds (Reino Unido) y ha recibido títulos honoríficos de la Universidad de Valle de México, la Universidad Rey Juan Carlos, la Universidad Europea de Madrid y las Universidades de Leeds, Haifa y Bratislava.
Pues bien, aunque casi seguramente sus cálculos serán desatendidos por el gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, la OCDE pronosticó que durante el presente año la actividad económica en México caerá hasta 10.2 por ciento, mientras que la recuperación en 2021 se quedará en 3 por ciento, es decir, por lo menos un punto y medio por debajo de lo estimado por el gobierno mexicano y que sirvió como punto de partida para elaborar el Paquete Económico que será aplicado el año venidero, el cual incluye los ingresos y el gasto del gobierno federal.
Estas proyecciones implican un descenso de la economía nacional durante el presente año superior a lo que el mismo organismo calculó en junio pasado, cuando ya se anticipaba que el país entraría en una “grave recesión”.
Lo más grave es que los expertos de la OCDE indican que la perspectiva de México va a contracorriente de las previsiones para la economía mundial, estimadas en una disminución, durante el presente año del Producto Interno Bruto (PIB) mundial de 4.5 por ciento para luego alcanzar una recuperación de 5 por ciento en 2021. Estas cifras están por arriba de lo calculado en junio pasado, pero no se aplican a México.
En estimados previos, la OCDE apuntó que en México la caída del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020 sería al menos de 7.5 por ciento, pero podría llegar hasta 8.6 por ciento en caso de una segunda ola del brote de Covid-19 antes de terminar el año.
En comparación con las expectativas que la organización publicó en junio pasado, las proyecciones liberadas este 16 de septiembre ponen al país dentro de las cinco economías con más amplias posibilidades de ir a la baja.
De cumplirse el pronóstico de 10.2 por ciento de contracción de la economía mexicana en 2020, se ubicaría como la cuarta más afectada entre los países del G20, en los que se genera el 85 por ciento del PIB mundial.
Según las estimaciones de la OCDE, las naciones que registrarían caídas más acentuadas que México, serían Sudáfrica, donde se calcula un decrecimiento de 11.5 por ciento en 2020; Argentina, de 11.2 por ciento e Italia, de 10.5 por ciento.
Por el contrario, China se enfila a ser la única economía que crezca este año.
El cálculo acerca de la posible recuperación de la economía mexicana en 2021 no tuvo cambios. En junio, la OCDE subrayó que en el “escenario más pesimista” la economía caería 8.6 por ciento el año en curso y crecería 3 por ciento el siguiente. Este último número se repite en el informe Perspectivas Económicas Provisionales liberado ayer.
Para hacer menos severo el impacto de la crisis en las economías nacionales, la OCDE recomendó mantener los apoyos a las políticas fiscal, monetaria y estructural “para preservar la confianza y limitar la incertidumbre”.
AMLO no confió en el “pueblo sabio”
En muchas ocasiones durante sus casi dos años de gobierno, el presidente López Obrador ha expresado confianza en las decisiones del “pueblo sabio”, pero al parecer este sentimiento falló en lo relativo a la consulta popular acerca de la posibilidad de juzgar a los ex presidentes de la República Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña.
Esto porque de última hora el actual primer mandatario tuvo que afrontar personalmente la decisión de promover ante el Senado – y luego ante la Suprema Corte de Justicia – el convocar a esa consulta popular.
Cabe recordar que las normas relativas indican que las vías para aprobar la convocatoria a una consulta popular son la firma de al menos el dos por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores, que en las actuales condiciones suman menos de dos millones, o el respaldo de la tercera parte de los integrantes de alguna de las dos cámaras del Congreso de la Unión (senadores y diputados) o la petición firmada por el Presidente de la República en funciones.
Con la evidente intención de motivar una votación contra los dos principales partidos de oposición, el PAN y el PRI, el presidente López Obrador se ha encargado de impulsar la idea de juzgar a sus mencionados antecesores, sobre la suposición de que incurrieron en actos de corrupción durante sus mandatos. Pero, también, el mandatario sembró la idea de que sería el propio “pueblo sabio” el que solicitaría la consulta mediante el suficiente número de firmas de respaldo.
Sin embargo, como el plazo para hacer la petición al Senado —que a su vez debería turnarla a la Suprema Corte— se vencía la medianoche del pasado día 15, el primer mandatario asumió personalmente la responsabilidad de convocar a la consulta, pues no había seguridad de que el “pueblo sabio” se hubiese manifestado en suficiente número para respaldar esa petición.
Al parecer hubo un error de cálculo o fallas en la comunicación, porque ayer mismo, una de las senadora más radicales de Morena,
Citlalli Hernández, aseguró que sí se reunió el total de firmas necesarias para respaldar la petición de la consulta popular para juzgar a los ex presidentes. La legisladora actualmente con licencia aseguró que se obtuvo el respaldo de dos millones 700 mil ciudadanos, cifra que rebasa ampliamente el dos por ciento del listado de electores.
La misma senadora Hernández declaró dos días antes de que terminara el plazo para reunir las firmas que les faltaban 800 mil, lo que probablemente generó la duda en el presidente López Obrador y sus allegados.
En fin, la consulta va, a pesar de que muchos especialistas en cuestiones de derecho sostienen que se trata de un esfuerzo inútil porque de acuerdo con la misma ley en materia de consultas populares no se pueden someter a este tipo de examen los derechos humanos.
Intensa lucha entre partidos, con el añadido de “fuego amigo”
A pesar de la caída dramática del turismo en todo el mundo, pero sobre todo en destinos como el Caribe mexicano y en particular en Cancún, la presidencia muncipal de ese destino es una de las posiciones que mayores ambiciones despierta, tanto que en Quintana Roo y en la capital del país se escenifica ya una lucha entre partidos, aderezada por “fuego amigo”, con vistas a las elecciones que se realizarán el año venidero.
En este singular enfrentamiento sobresalen dos mujeres, ambas senadoras, una del PAN, Mayuli Martínez, y la otra de Morena, Marybel Villegas.
Ésta última aparece como principal aspirante a gobernar el municipio de Benito Juárez (Cancún) y por lo mismo resulta el blanco central de ataques tendientes a descalificarla.
Una de las críticas principales en contra de la legisladora de Morena tuvo eco en la prensa de la Ciudad de México, en donde aparecieron notas en el sentido de que en sólo un año su fortuna personal aumentó más de 30 millones de pesos.
Villegas protestó y culpó a los partidos de oposición de recurrir a infundios, pero la mayor sorpresa es que la también legisladora Martínez le advirtió que se trata de “fuego amigo”, es decir que los ataques provienen de su propio instituto político.
Pero no sólo eso, la senadora panista recomendó a Villegas “no comer ansias”.