Nuevos gobernadores
Ramón Zurita Sahagún jueves 24, Mar 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
Cuatro gobernadores quedan pendientes de tomar posesión y lo harán en los primeros días de abril, con lo que termina la etapa iniciada el cuatro de julio del año pasado y alargada hasta los primeros días de febrero.
De los cuatro gobernantes, dos (Hidalgo y Quintana Roo) fueron electos desde el año pasado y los dos restantes (Guerrero y Baja California Sur) en enero y febrero de este año, respectivamente.
Los del año pasado, esperaron ocho meses para asumir sus respectivos cargos, los de este año, solamente dos meses.
Esa desproporción entre la toma de posesión de unos y otros son las que deben quedar anuladas en los proyectos de la nueva reforma política.
No es justo que un gobernador electo en las urnas tenga que esperar todo ese tiempo para cumplir con las funciones que le fueron encomendadas por los electores.
Los casos de Hidalgo y Quintana Roo, son emblemáticos del por qué los estados de Guerrero y Baja California Sur se negaron a entrar en el paquete electoral del pasado cuatro de julio y decidieron esperar los tiempos normales para que sus ciudadanos acudieran a las urnas.
El lapso comprendido entre julio y diciembre, enero, febrero y abril, ubicó a nueve ganadores de los comicios en tiempos desfasados para asumir el poder para el que fueron electos.
Eso dio margen para que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación no actuara con la celeridad necesaria para resolver los casos de impugnación presentados por los adversarios derrotados en las urnas.
Hidalgo es un caso representativo de ello, ya que Francisco Olvera Ruiz fue electo el cuatro de julio del año pasado y debió esperar hasta febrero de este año para que su triunfo le fuese reconocido.
Los gobernadores de Veracruz, Aguascalientes y Oaxaca, Javier Duarte, Carlos Lozano de la Torre y Gabino Cué, respectivamente, asumieron el primero de diciembre.
Mario López Valdez, gobernador de Sinaloa esperó hasta el 31 de diciembre para tomar el cargo; mientras que Egidio Torre Cantú, Tamaulipas, lo hizo un día después, ya dentro del año siguiente.
Igual sucedió con Mariano González Zarur, Tlaxcala, que tomó posesión el 15 de enero del presente año y Rafael Moreno Valle, Puebla que esperó hasta el uno de febrero.
Ahora el desfile de abril inicia con Francisco Olvera, Hidalgo, sigue con Ángel Heladio Aguirre, Guerrero; Roberto Borge, Quintana Roo y culmina con Marcos Covarrubias Villaseñor.
De estos cuatro nuevos gobernadores, dos pertenecen al PRI, Olvera Ruiz y Borge Angulo y los otros dos ganaron con divisas diferentes a las que militaban unas semanas antes de los comicios.
Aguirre Rivero fue un destacado priísta y como tal es todavía senador, aunque cuenta con licencia, pero fue electo gobernador de Guerrero como candidato de la izquierda (PRD-PT-Convergencia); mientras que Covarrubias Villaseñor es diputado federal con licencia, electo como perredista, aunque ganó el gobierno estatal con el emblema del PAN.
Con la asunción de los nuevos gobernadores se cierra ese ciclo y se inicia el que llevará a los comicios de tres estados, los que tendrán lugar el cinco de julio próximo.
Estado de México, Coahuila y en menor medida Nayarit, serán las entidades a seguir para saber del resultado electoral.
Los tres estados son gobernados por el PRI, aunque en los tres se plantean alianzas entre los partidos opositores, sin importar si son de izquierda o derecha.
En Coahuila y Nayarit ya están amarradas las alianzas, en el Estado de México, el próximo domingo se sabrá si se concretan o no, cuando los ciudadanos emitan su veredicto en las urnas, el que no será definitorio, ya que una fracción de dirigentes del sol azteca se niega a la integración de dicha alianza.
SE AGACHÓ VIDEGARAY
Costoso para su partido está resultando el que Luis Videgaray Caso se sienta uno de los principales prospectos para la candidatura tricolor al gobierno del Estado de México.
El diputado federal participó ayer en la reunión de la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados, la que, por cierto, estuvo a punto de convertirse en herradero, por la torpeza del presidente de la misma.
Resulta ser que Mario Alberto Becerra Pocoroba, diputado panista, es de mecha muy corta y se dispara con gran facilidad.
Ayer, durante la discusión de reformas al ISR, en su modalidad de exención de impuestos para los jubilados, Becerra Pocoroba se entrampó y no sabía cómo salir del embrollo y se molestó durante la lectura del dictamen, por lo que espetó a sus pares: si quieren ya no leo nada y voten como se les dé la gana.
Hace unos días, el diputado panista y el perredista Mario di Constanzo intercambió insultos y se amenazaron al término de una reunión similar.
Lo sorprendente de ayer es que Luis Videgaray, presidente de la Comisión de Presupuesto, dejó inerme a su compañero de militancia David Penchyna, quien presentó una iniciativa de reforma a la Banca de Desarrollo, la que fue impugnada por los perredistas Armando Ríos y Leticia Quezada, por lo que solamente fue sometida a votación en lo general, posponiendo las votación en lo particular para la próxima semana.
Videgaray cuando vio los cuestionamientos de los perredistas, aprovechó para salirse de la reunión, sin siquiera votar, tal vez para no comprometerse, por lo que fue considerado como agachón por sus compañeros.
La remoción del presidente de le mesa directiva de la ALDF, Sergio Eguren, será puesta a consideración de los diputados del Distrito Federal.
La razón es que el diputado local panista tuvo que ceder a la presión que ejerció su coordinadora del PAN, Mariana Gómez del Campo y en forma sorpresiva se pasó por el arco del triunfo el punto de acuerdo que se aprobó la semana pasada para que sesionaran tres días a la semana para sacar adelante los pendientes en la agenda legislativa.