Estrategia de Ackerman daña elección en Morena
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 14, Sep 2020Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Se inscriben 105; INE aprueba a 71 para la encuesta
La estrategia del politólogo estadounidense, naturalizado mexicano, John Ackerman, en el sentido de hacer más difícil la organización y proceso para renovar la dirigencia nacional de Morena es una táctica que medio funcionó en su intento por impedir lo que según él representa una intromisión del Tribunal Electoral al ordenar una fecha fatal y el método para elegir el relevo de la presidencia interina que ostenta Alfonso Ramírez Cuéllar.
Ante la decisión de la autoridad electoral, el académico propuso a toda la población inscribirse para que realmente haya una elección democrática y de esta forma el INE no pueda elegir a los candidatos y que, en otras palabras, con esa acción se impidiera la realización de “la encuesta abierta” mediante la cual se procesará el cambio en la dirigencia nacional morenista.
Es cierto, el ordenamiento del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) sobre que el Instituto Nacional Electoral (INE) para renovar la presidencia del partido Morena dejó un mal sabor de boca a gran parte de la militancia del partido guinda, pero también es cierto que en todo el país las expresiones contra su actual dirigencia y la anterior cada día subían de tono por el abandono muy notorio no sólo a la militancia y seguidores, sino a los programas y políticas que impulsa el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
En ese contexto, el cambio de dirigentes era prácticamente irreversible, proceso que cuando menos un año antes, de acuerdo a los estatutos de Morena, se debió haber dado en términos formales y a estas alturas estar ya concentrados en el reto electoral del año entrante, pero no fue así y en lugar de eso sólo se logró un interinato que en lugar de buscar una elección democrática en el liderazgo morenista, lo que se hizo fue tratar de alargar un mandato bajo el pretexto de la pandemia.
La estrategia Ackerman no funcionó del todo, pero con esa idea el INE recibió 105 solicitudes de aspirantes a encabezar los destinos de Morena para los próximos tres años, al final sólo 71 prospectos lograron el registro y sus nombres aparecerán en las boletas de la encuesta abierta a celebrarse del 26 de septiembre al 2 de octubre próximo: 35 van por la presidencia y 36 buscan la secretaría general.
Las trayectorias inscritas tal vez cuenten con méritos en su intento por encabezar el liderazgo de su partido, pero hay que reconocer que sólo dos o tres fórmulas tienen el respaldo más allá de un liderazgo local o de zona, la experiencia para dirigir y el conocimiento para impulsar las prioridades nacionales.
El llamado de Ackerman puede ser una manifestación pacífica en contra de la intromisión de las autoridades electorales, pero en este caso muchos militantes y seguidores de Morena no comparten su estrategia, pues quienes atendieron el llamado del académico de ir contra el INE o el Trife lo único que lograrán es una fama efímera y tal vez cinco minutos de reflectores mediáticos, aunque se les olvida que lo que su partido busca son liderazgos más no estrellas de televisión, en tanto que su participación quedará entre la opinión pública como una marca de división y eso, para el reto 2021, podría restar en lugar de sumar. Es es el daño.
De los nombres inscritos, algunos ni ruido harán y menos dificultarán el procesamiento de la encuesta abierta, pero tal vez hubiera sido mejor que muchos de los inscritos se hubieran manifestado a favor de alguna de las fórmulas con probabilidades reales de competir en términos de democracia, porque Morena ya no está para berrinches y obstáculos que sólo dividen. Que conste.
VOY CON TODO.- Presencia nacional, trayectoria y experiencia política como para encabezar el reencuentro, la unidad y todo lo que significa trabajos partidistas, sin duda, la tienen la fórmula integrada por Mario Delgado Carrillo y Donaji Alba, quienes lucen fuertes en la lucha para ocupar los cargos de presidente y la secretaría general, respectivamente.
Aunque no se descartan otros nombres, como el de Alejandro Rojas Díaz Durán, Javier Hidalgo, Porfirio Muñoz Ledo y Gibrán Ramírez, en la presidencia y Antonio Attolini, Agustín Guerrero, Flavio Sosa, Emilio Ulloa y Citlalli Hernández, para la secretaría general. Así que hagan sus apuestas, porque todos ellos van con todo por Morena.
VA MI RESTO.- Hay que recordar que la decisión del Trife de ordenar al INE tiempos y método para renovar la dirigencia nacional de Morena llega casi dos años después, ya que el cambio, según estatutos, se debió realizan en noviembre de 2018 y ante esa falta de acuerdos internos lo único que se logró a principios del año en curso fue una presidencia interina.
Por otra parte, los mismos documentos hablan de que en la renovación de dirigencia se debe garantizar la paridad de género, y en este caso debe haber un presidente y una secretaria general o viceversa, una presidenta y un secretario general, aunque queda claro que esa paridad debe ser reflejada también en el resto de los integrantes que conformen el Comité Ejecutivo Nacional, y hasta ahí porque como veo doy.