La industria del poder
Alberto Vieyra G. martes 8, Sep 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Entre 1900 y 1940, México llegó a tener más de 500 partidos políticos, la mayoría de ellos formados por poderosas familias y de carácter regional.
Prácticamente todos los fufurufos contaban con su partido político y sin contar que hasta 1930, se establecía el financiamiento público con el nacimiento del PNR. Un dato muy curioso es que la mayor parte del financiamiento del PNR provenía de un descuento que el gobierno hacía a los trabajadores de la burocracia nacional. Así nacía la gran industria del poder político y el control de masas a cargo de los partidos políticos con registro nacional.
Después de 1939, con el nacimiento del Partido Acción Nacional (PAN), cuyo financiamiento provenía del gobierno y de familias poderosas de dentro y fuera del país, surgirían partidos como el Partido Democrático Mexicano, Partido Nacional Demócrata Independiente, el Partido Nacional Constitucional, el Partido Comunista Mexicano, el PARM que no era otra cosa que el repuesto del PRI, el PPS (Partido Popular Socialista), etcétera.
El florecimiento de la gran industria del poder político tendría lugar con el nacimiento del ciudadanizado Instituto Federal Electoral (IFE), a partir de 1997, año en que los partidos políticos se disputarían rabiosamente el financiamiento público y comenzarían a brotar como hongos.
¿Por qué hago historia?
Mire usted. En este momento hay 8 lacras sociales que se disputan nuestros dineros públicos, cada 3 y cada 6 años. Para el electorero 2021 el INE entregará como financiamiento público a partidos políticos la nada despreciable suma de 7 mil 226 millones de pesos para mantener a una abultada burocracia partidista, en muchos casos con sueldos escandalosos que sobrepasan los 150 mil pesos que ganan los pomposamente llamados líderes nacionales de partido.
En pos de nuevos registros y de nuestros dineros públicos, el año pasado el INE recibió 103 propuestas para la creación de nuevos partidos políticos, pero por esas extrañas artes del poder y del ponzoñoso presidencialismo mexicano, el INE otorgó solamente el refrendo al Partido Encuentro Social (PES) que aglutina a los fufurufos dignatarios de las iglesias evangélicas, a las que pertenece el actual Presidente de la República y le dio pa´tras a México Libre, propiedad de Felipe Calderón y su esposa, Margarita Zavala, pues al parecer el INE encontró que hubo financiamientos oscuros para llevar a cabo asambleas y otros actos para constituirse como partido. ¿Ya adivino usted de dónde viene la jugada? ¿Vendrá acaso de Palacio Nacional, por aquello de que el México Libre se presentaría ante la sociedad mexicana con más militantes que el Partido Acción Nacional y se convertiría en la gran oposición al Presidente de la República y su partido, Morena? ¿No le parece a usted que esa jugada presagia un choque de trenes de grueso calibre a menos claro está que el Tribunal Federal Electoral le corrija la plana al INE, o solamente será un calambre de AMLO para el Felipillo?
De entrada, México Libre recibiría más de 80 millones de pesos, más el financiamiento correspondiente a 2021 y a nivel estatal. En caso de que el Trife no resuelva en favor de Calderón y su mujer, el pleito entre López Obrador y el ex presidente será a la yugular.
Me pregunto: ¿La negación del registro a México Libre por parte del INE será la mejor prueba de que AMLO ya tiene bajo su control al árbitro electoral de México y lo usa contra Calderón como un ajuste de cuentas por el supuesto fraude electoral contra Andrés Manuel López Obrador en 2006?