¡Safe!
Roberto Vizcaíno lunes 7, Sep 2020Tras la puerta del poder
Roberto Vizcaíno
Disculpas por el anglicismo, pero no hay otra palabra para explicar cómo en el beisbol se dicta una bola que conduce a una jugada a salvo del equipo que ataca.
Es clásico el grito en alguna de las bases, pero de extrema emoción cuando surge del ampáyer en el home.
Y es justo lo que debió exclamar Andrés Manuel López Obrador -acompañada con el clásico golpe cruzado de derecha a izquierda y de arriba hacia abajo, con fuerza, y con el puño cerrado- cuando se enteró que el INE había rechazado el registro a México Libre de los Calderón-Zavala (o al revés).
Del resto de los registros en juego no había nada que atrajera realmente la atención. Quizá lo del PES, por su implicación religiosa.
El asunto de México Libre era el importante.
Rechazado su registro y aceptado el del PES el escenario partidario de 2021 en México queda ¡safe!. O sea: igual que el de 2018, con 8 partidos en juego a saber: Morena, PAN, PRI, PRD, MC, PVEM, PT y PES.
Bueno faltó el Panal, pero como no le dieron el registro a Redes Sociales, de Elba Esther y familia, pues tampoco competirá. Nadie los extrañará.
Cierto, lo de México Libre no es juego cerrado. Todavía el Tribunal Electoral puede revertir esa decisión del INE y acabar con la sonrisa y algarabía de Andrés Manuel López Obrador, a quien sólo le faltó salir a echar cohetes e invitar las chelas para mostrar su felicidad el día del rechazo.
De quedar vigente el ¡safe! del rechazo de México Libre y si el INE logra finalmente sacar adelante la elección de dirigentes nacionales de Morena vía encuestas, pues las elecciones de 2021 estarán marcadas con las alianzas locales de la exigua oposición existente (PAN, PRI, PRD y MC) y Morena.
Pero si se revierte lo de México Libre, los Calderón-Zavala están llamados a convertirse en el gran opositor de AMLO–Morena.
El Guaidó mexicano
Hay quienes aseguran que, de darse este escenario, el embate sufrido por Felipe Calderón por parte de AMLO, porque eso fue el rechazo del registro de México Libre y todo el golpeteo de las mañaneras hacia el ex presidente, está llevando al ex presidente a lanzar su candidatura como diputado federal.
El razonamiento es simple: Calderón no sólo tendría fuero, sino un foro nacional e internacional permanente, con financiamiento público lícito, pero sobre todo con exposición mediática de impacto similar a la de AMLO con sus mañaneras.
Una especie de Juan Guaidó a la mexicana.
Calderón, con el foro y la tribuna de San Lázaro, sería el verdadero opositor de López Obrador y un factor de reconstrucción de corrientes y oposición en México.
El ex presidente tiene edad, experiencia y conocimientos para ello. Es egresado de la Libre de Derecho y como abogado y ex presidente le lleva una ventaja enorme al tabasqueño.
A diferencia de Andrés Manuel, ya ha sido diputado y líder de fracción, y dirigente del PAN, donde coincidió con AMLO quien entonces era líder nacional del PRD.
Calderón sabe que ya no puede competir por la Presidencia de México, pero está consciente que sí puede impulsar válidamente a un buen candidato. ¿Margarita de nuevo? ¿Por qué no? Seguro sería infinitamente mejor que lo que vivimos.
Bocón, pendenciero, vengativo
Creo que para nadie fue una sorpresa ver el video de López Obrador bajo la sombra y amparo de un enorme árbol en La Chingada, su refugio y casa verdaderos, en Palenque, Chiapas.
Sólo le faltó, como ya apunté en otra parte de este texto, sacar y tronar los cohetes chinos, soplar los espantasuegras y el tirar confeti para celebrar con ojos orientales (no porque así vea la vida sino porque se le cierran cuando sonríe) el rechazo del INE a México Libre.
Estaba feliz.
Cómo no. Por qué no. Se solazaba, burlaba, pitorreaba de su odiodísimo enemigo que ahora con papeles inversos medía la tierra.
Recomendó llamar a sus aliados de aquel 2006 -algunos que como Emilio Azcárraga ahora son sus propios aliados-, para que lo acompañen en su queja y momento de tragedia y hasta le sugirió ir a la OEA, pero no a las Naciones Unidas, en Nueva York, porque ahí esta García Luna.
Yo pregunto: ¿y si a Calderón se le ocurre cerrar Paseo de la Reforma, declarar a México Libre partido legítimo y asentarse en el Zócalo?
Así nomás, por joder, como dice el clásico.
Imprudente, López Obrador se expone siempre a una reacción mayor, insospechada, que puede haberla, como que el Trife revierta la decisión del INE y dé registro a México Libre.
O que, de persistir el rechazo al registro, Calderón se vaya como candidato a diputado por algún otro partido… y se apodere de la tribuna de San Lázaro por los siguientes 3 años.
¿Seguirá riéndose López Obrador?
Morena, o el desastre
La otra orilla de esta historia es la renovación de dirigente nacional de Morena. Incapaces de cumplir con este paso por sí mismos, el Trife ordenó al INE hacerse cargo de ese proceso.
Y para acabar de joderla, diría mi abuela, el fin de semana Porfirio Muñoz Ledo ya se apuntó como aspirante.
Al hacerlo opacó al resto. Los medios comenzaron a señalar que: va “Porfirio y otros cinco”. Es decir, la estrella es el ex presidente del PRI, ex presidente del PRD, ex presidente del PARM y si logra ser ahora presidente de Morena, “¡voy directo al Guinness!”, exclamó.
A sus 87 años y con una de las vidas políticas más excitantes y completas en la política mexicana, Muñoz Ledo no tiene nada que perder en este nuevo lance y mucho por aportar.
Sólo como idea pienso que gana Porfirio e invita a Alejandro Rojas Díaz-Duran, senador suplente de Ricardo Monreal, líder de la mayoría de Morena en el Senado, y a Mario Delgado, líder de los diputados de Morena en San Lázaro, y cercanísimo a Marcelo Ebrard, ha formar un trabuco partidario, una cúpula de partido para ir por la mayoría de las 15 gubernaturas, las 500 diputaciones federales y miles de otros cargos en 2021.
Si algo sabe Porfirio es de Estado de Derecho, Constitucionalidad, partidos, elecciones y política. Sin duda Morena bajo su dirección sería un acicate para Andrés Manuel López Obrador.
La neta a mi me gustaría que esto ocurriera. Se lo pregunto a los otros interesados: Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard, Alejandro Rojas y a Mario Delgado.
Con este presidente en Morena por los próximos 4 años el partido dominante iría a elecciones presidenciales en 2024 con un juego político de perspectivas insospechadas donde el sucesor de López Obrador sería toda una expectativa nacional.
Peeero, sí ya sé que los sueños, sueños son.
Y que con esta tropa de morenistas, pejistas, chairos no hay futuro razonable ni alternativa intelectual, ideológica, política viable y que hasta puede resultar que gane Yeidckol y su desvergüenza.
¡Ufff!!!
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