El gusto le duró poco a Noroña, la priísta Dulce María Sauri preside Cámara de Diputados
Miguel Ángel Rivera jueves 3, Sep 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
El impresentable diputado del PT -y autopregonado defensor de la llamada Cuarta Transformación- Gerardo Fernández Noroña presumió el pasado 31 de agosto y horas después haber impedido que el PRI conquistara la presidencia de la Cámara de Diputados para el tercer año de la actual LXIV Legislatura. Pero poco le duró el gusto, menos de 48 horas después, la priísta ex gobernadora de Yucatán, Dulce María Sauri Riancho, rindió protesta como cabeza de la mesa directiva de ese órgano legislativo.
Aunque la derrota se personalizó —Fernández Noroña confesó que deseaba conducir la Cámara como plataforma para lanzarse a la Presidencia de la República— en realidad se trató de un fracaso general, de los “duros” de “Morena y Asociados” que no estaban dispuestos a cometer el pecado de votar por el PRI.
Como el voto es secreto, muchos de los integrantes de esa alianza gobernante se atrevieron a votar en contra y otros más se refugiaron en la abstención, a pesar de que su líder moral, el presidente López Obrador había declarado públicamente estar a favor de que el PRI asumiera la presidencia de la Cámara. Pero como en la llamada Cuarta Transformación se habla mucho de moral, una buena parte de los “morenos” se resistieron a incurrir en un agraviante voto favorable al repudiado partido que gobernó a país durante más de 70 años en lo que el Nobel Mario Vargas Llosa definió como la “dictadura perfecta”.
Pero en la Cámara, como en general en todo el Congreso, no hay secretos. Muy pronto se supo quiénes fueron los que votaron a favor, en contra o simplemente se abstuvieron, por no mencionar a los que recurrieron a escudarse en el riesgo de enfermar de coronavirus y simplemente no se presentaron a la sesión.
Entre los que pretendieron ocultarse en el anonimato estuvo el coordinador de los diputados de Morena, Mario Delgado Carrillo, quien es, además, aspirante a la presidencia de Morena y no desea enemistarse con ninguna corriente interna y, por lo tanto, no quiere aparecer de ninguna forma como amigo o simpatizante del tricolor.
Como presidente, también, de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), el taimado Delgado Carrillo estaba obligado a cumplir y hacer cumplir el llamado acuerdo fundacional por el cual corresponde a la bancada del PRI presidir la Cámara en el tercer año de la Legislatura, pero como tampoco desea la animadversión de la “línea dura” de su partido, optó por una salida fácil y aparentemente inocua, la abstención.
Lo que no previó Delgado Carrillo es que otros integrantes del bloque “Morena y Asociados” iban a seguir el juego infantil de “lo que hace la mano, lo hace la tras” y, en consecuencia, se abstuvieron o votaron en contra de la planilla encabezada por la priísta Sauri, a pesar de que ya había recibido la bendición de la Jucopo, con el visto bueno surgido desde Palacio Nacional.
El resultado es que la planilla oficialmente ungida no logró reunir la votación calificada (tres cuartas partes de los diputados presentes) y con ello el beligerante Fernández Noroña pudo presumir por un breve periodo de un aparente triunfo.
Esto porque la Ley Orgánica del Congreso de la Unión no marca una forma de solucionar el conflicto y lo deja a posibles acuerdos entre los grupos parlamentarios. El párrafo 7 del artículo 17 de la referida norma sólo establece: “La elección de los integrantes de la Mesa Directiva para el segundo y tercer año de ejercicio de la legislatura, se llevará a cabo durante la sesión preparatoria de la cámara que inicia dichos periodos. El proceso será conducido por los integrantes de la Mesa Directiva que concluye su ejercicio. Si en dicha sesión no se alcanza la mayoría calificada requerida, esta mesa continuará en funciones hasta el día 5 del siguiente mes con el fin de que se logren los entendimientos necesarios”.
Ante este vacío, la saliente presidenta de la cámara, la panista Laura Rojas se limitó a anunciar que seguiría en funciones, probablemente hasta el venidero día 5, mientras no se llegara a un acuerdo.
La situación fue prontamente corregida. Ayer mismo se efectuó la primera sesión ordinaria de la cámara y en este caso, la Jucopo, presidida por el multimencionado Mario Delgado ya tenía listo un convenio, que era prácticamente el mismo que se intentó aplicar en la sesión de instalación: una directiva presidida por la experimentada Sauri Riancho, en la cual aparece como vicepresidenta la “morena” Dolores Padierna Luna, una de las figuras sobresalientes de la “línea dura” del partido en el gobierno.
Seguramente con la bendición llegada “desde arriba”, esta ocasión los integrantes de “Morena y Asociados” estaban bien instruidos acerca del sentido de su voto, por lo cual la mayoría calificada se alcanzó sin mayores dificultades, aunque algunos recalcitrantes todavía se mantuvieron en la negativa. La planilla oficial se impuso con 313 votos a favor, 123 en contra y 21 abstenciones.
“Aprobado el acuerdo (de la Jucopo) por 313 votos, es mayoría calificada; se declara que han sido electos para la Mesa Directiva”, afirmó la panista Laura Rojas.
Reaparecieron las renuncias por “cuestiones de salud”
Mi renuncia fue por razones ajenas a la política, afirmó el ahora ex secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), Víctor Manuel Toledo Manzur, al confirmar que deja el gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador. “Retorno a mis actividades de investigador y de pensador crítico, es decir, sólo regreso a mi trinchera original, la de siempre que es la de la ecología política”, expresó.
El ex titular de Semarnat comentó que fueron cuatro elementos que se conjugaron al momento de decidir dejar el cargo: sus casi 75 años, una cardiopatía contra la que ha estado luchando por más de diez años, la amenaza de la pandemia de coronavirus y la alta conflictividad ambiental y social que se debe enfrentar desde la Semarnat.
También agradeció, “de todo corazón, al Presidente haberme integrado, aunque fuera por un corto tiempo, a su gobierno, que no tengo duda está haciendo historia. Usted, señor Presidente es un ejemplo para el país, respetuoso de la libertad de criterio y en nuestro derecho a disentir”, añadió Toledo.
Con esta salida, reapareció al tradicional pretexto de las renuncias “por motivos de salud”, pero no se puede olvidar que esta baja estaba anunciada desde que se filtró una grabación subrepticia en la cual el ahora ex funcionario hizo severas críticas del gobierno de la llamada Cuarta Transformación.
“Acepté la renuncia, no con mucho gusto, de Víctor Manuel Toledo de secretario del Medio Ambiente. Él tendrá sus razones de por qué ya no puede continuar con el cargo.
“A Víctor, de manera muy especial, mi abrazo fraterno y deseo lo mejor, no es una despedida, tú estás en una trinchera donde te vamos a estar consultando para tomar decisiones en bien del país y en defensa y protección del medio ambiente, no vamos a destruir el territorio a costa de afectar el medio ambiente o llevar a cabo un crecimiento sin ningún tipo de límite, lo más importante es la vida, es la salud del pueblo y eso lo tenemos que tomar en consideración”, ofreció el Presidente.
Al frente de Semarnat queda la ex titular de Bienestar (antes Sedesol), María Luisa Albores González, quien a su vez el relevada por el subsecretario Javier May Rodríguez, titular del programa social Sembrando Vida.
“María Luisa me viene ayudando como secretaria de Bienestar. Ahora, pasa a ser secretaria del Medio Ambiente y para sustituirla sube el subsecretario del Bienestar, lo conozco desde hace varios años”, dijo el Presidente, de su paisano May.
Por medio de su cuenta de twitter, el jefe del Ejecutivo aseguró que estas acciones buscan continuar con la transformación de México.
Lo cierto es que con estos movimientos el presidente López Obrador confirma que por ningún momento olvida las cuestiones político-electorales y que tiene la mirada puesta en las elecciones del año venidero en que se renovará la Cámara de Diputados, en donde desea conservar amplia mayoría para emprender los cambios que considera necesarios para consolidar su llamada Cuarta Transformación.
El programa Sembrando Vida, que está a cargo de May Rodríguez está considerado un instrumento para asegurar el respaldo al actual gobierno federal de un amplio sector de la población rural, lo que en tiempos del PRI se denominó el “voto verde”.