Todos juegan igual
Ramón Zurita Sahagún miércoles 2, Sep 2020De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
El juego de la política es casi incomprensible para los que no están inmersos en el teje y maneje del mismo. Es sumamente complicado para los que observamos desde fuera y nos cuestionamos las acciones de tal personaje o grupo político, aunque ellos saben el derrotero que seguirá el curso de los acontecimientos.
Creemos en todo lo que nos dicen y sufrimos y nos acongojamos con los dimes y diretes en que incurren unos y otros y hasta sufrimos los tropiezos que aparentemente tienen algunos de ellos que generan simpatías.
Quienes participan en ello saben que, finalmente, las aguas vuelven a su cauce y que regularmente los perdedores de hoy serán los vencedores de mañana y a la inversa.
Hay quienes creen en que la nave no se podrá enderezar cuando zozobra, pero los políticos saben que un golpe de timón podría recomponer las cosas y recuperar el rumbo perdido.
Nada está resuelto, pero tampoco es imposible de resolverse en el mundo de la política, donde los tropiezos son constantes y levantarse y volver a caminar es una constante.
Los altibajos se presentan en todo el mundo y si Winston Churchill fue derrotado en las elecciones generales de 1945, después de ser el héroe de Inglaterra en la recién terminada segunda guerra mundial, pudo seis años después regresar a ser Primer Ministro.
En México tenemos muchos casos de personajes que derrotados en unos comicios les sirvió para aprovechar esa experiencia y crecer políticamente con mejores oportunidades políticas.
Andrés Manuel López Obrador intentó un par de veces ser gobernador de Tabasco y fracasó en ambas, aunque sí consiguió ser jefe de Gobierno del Distrito Federal, un cargo con mayor proyección.
Santiago Creel Miranda pretendió la Jefatura de Gobierno del DF y fue vencido por el mismo López Obrador, pero a cambio de ello fue recompensado con la Secretaría de Gobernación, que en aquel entonces era la principal dependencia del gobierno federal.
Felipe Calderón Hinojosa aspiró al gobierno de Michoacán y no pintó en la competencia, ya que se ubicó en el tercer lugar, pero a cambio logró la Presidencia de la República.
Esos son algunos casos de éxito en la política mexicana, aunque también los hay de personajes que no lograron recuperarse después de un revés.
Y es que en la política suceden, en ocasiones, cosas incomprensibles, sujetas a la voluntad de los poderosos que favorecen a unos y obstaculizan a otros.
Varios personajes aspiraron a convertirse en Presidente de la República, sabiendo de antemano que existía un artículo constitucional que se los impedía (82). Se trata de políticos con experiencia, talento y dinero que se vieron frenados por ese inconveniente. Sin embargo, la reforma de ese articulado permitió a otro ser el favorecido, sin contar con ninguno de los atributos de aquellos que el entonces Ejecutivo catalogó como los “Churumbeles”.
En la actualidad, son muchos los que exhortan al presidente López Obrador a que dé un golpe de timón a su proyecto, para conducir al barco a buen puerto, pues consideran que se perdió el rumbo, aunque el Ejecutivo considera que navega en aguas tranquilas y que su conducción es la adecuada.
Durante su Segundo Informe de Gobierno, el presidente López Obrador dejó en claro que su meta está fijada que no enmendará el rumbo, como quieren algunos de sus críticos.
Para el Presidente, el país se está recuperando y volviendo a crecer, según comentó en su informe, donde destacó la lucha contra la corrupción y la disminución gradual en algunos delitos.
El informe fue presenciado por menos de 70 asistentes a Palacio Nacional, pues por los efectos de la pandemia se restringieron las invitaciones.
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Hay quienes ven en la disputa de diputados por el control de la presidencia de la Mesa Directiva visos de insurrección y hasta advierten la posibilidad de una fractura en la bancada mayoritaria, pero nada de esos sucederá y las cosas se resolverán finalmente.
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La destreza con que se maneja desde la presidencia del TRIFE el magistrado presidente, Felipe Fuentes, le abre la posibilidad de reelegirse al frente de ese órgano el próximo mes de octubre. Fuentes ha sido un factor decisivo, dándole equilibrio al Tribunal Electoral en los momentos claves de alta tensión.