Fernández Noroña lloró, pataleó y no le sirvió
Adriana Moreno Cordero martes 1, Sep 2020La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
- Finalmente, Víctor Toledo Manzur renuncia a la Semarnat
Mucho se venía comentando en los corrillos del Palacio Legislativo de San Lázaro que cuando el coordinador de la bancada del PRI en la Cámara de Diputados, René Juárez Cisneros, dijo aquello de que no todo estaba escrito en cuanto a la designación de la Mesa Directiva, a diferencia del controvertido Gerardo Fernández Noroña, no habla nada más por hablar. O sea, su as bajo la manga definitivamente sí le funcionó al ex gobernador de Guerrero y supo tejer fino, más allá de las vulgaridades del vicecoordinador de la fracción parlamentaria del PT y al final, todo indica que le ganó la carrera, por lo menos, hasta el momento de escribir estas líneas.
Y todo ello, luego que desde Palacio Nacional, el mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador, milagrosamente, podría decirse que le envió un llamado de atención a Fernández Noroña, al hacer un llamado ayer a morenistas y petistas a actuar con rectitud; no estar maniobrando de última hora (como lo ha venido haciendo el vicecoordinador petista), por los cargos porque se debe respetar la ilegalidad y se supone que Morena y sus rémoras, no deben ser los mismos de antes, ya que en esto de la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, este año le corresponde a quien obtuvo el tercer lugar en votos y ese fue el PRI.
Por su parte, el diputado Juárez anunció la incorporación de cuatro nuevos legisladores a su bancada y son: Antonio Ortega, Jesús de los Ángeles Pool, Guadalupe Almaguer y Abril Alcalá, todos del PRD que como oposición y ante las arbitrariedades que pretendió cometer Fernández Noroña y el coordinador petista, Reginaldo Sandoval, que ya hasta entre ellos se pelearon por el control de la Mesa Directiva en San Lázaro, armaron esta estrategia con la que René Juárez pudo dejar sentado: “somos mayoría, es irrefutables”, al obtener 50 diputados del tricolor.
Las “patadas de ahogado” que dio el vicecoordinador petista, que ya se veía en la silla principal de la Mesa Directiva de San Lázaro, resultaron inútiles. Lloró gimoteando: “Señor general, si tengo ganada la plaza por qué quiere que se la entregue a los conservadores”; se indignó, gritó y pese a -según él- haber marcado al Presidente el error de entregar al PRI la Mesa Directiva de la cámara baja, se reitera, hasta el momento, porque las reuniones entre los coordinadores parlamentarios en San Lázaro continuaban, no pudo conseguir nada a su favor, porque en el fondo, la jugada de este individuo era que en caso de que el presidente fuera asesinado, la ley dice que sería quien ocupe la presidencia de la Mesa Directiva quien tomaría los destinos de la nación. Irracional argumento, irracional deducción del oportunista de Fernández Noroña.
En otro tema, todo parecía que el presidente López Obrador dejaría pasar aquella grabación en que Víctor Manuel Toledo Manzur pone por los suelos a la llamada Cuarta Transformación, -dándole duro específicamente al jefe de la Oficina de la Presidencia, Alfonso Romo y al secretario de Agricultura, Víctor Villalobos-, pero ayer presentó su carta de renuncia como secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales, argumentando “motivos de salud” para dimitir.
Pues por lo visto, entonces el tabasqueño no la dejó pasar, sobre todo, porque luego salió a la luz de que Toledo Manzur, de plano se pasaba “por el arco del triunfo” las instrucciones presidenciales como aquella de retirar paulatinamente el glifosato, así que al ahora ex funcionario no le quedó de otra.
Municiones
*** En una de las primeras entrevistas que concedió el nuevo presidente de la Mesa Directiva del Senado de la Repúbllica, Oscar Eduardo Ramírez, se refirió ni más ni menos que a Pío López Obrador, de desafortunada fama, y respondió a pregunta expresa: “Es mi amigo, es un hombre al que he tratado. No lo he visto, pero llevo una buena relación con él. Bueno, puede concluirse que el senador Ramírez no niega a sus amistades. Y al opinar sobre el pleito que traen o traían en la Cámara de Diputados por la renovación de la nueva Mesa Directiva, Ramírez Aguilar prefirió “pintar su rayita” al decir: “Bueno, yo respeto mucho las decisiones que tomen allá. Lo único que les puedo decir es que de nuestra parte tendremos una relación de trabajo, de respeto y de mucha cordialidad”.
*** El senador de Morena Napoleón Gómez Urrutia “ya no siente lo duro, sino lo tupido”, porque ha sufrido derrotas sindicales importantes en lo que va de este año, frente a otros sindicatos que integran la agrupación de facto Todos Unidos Contra Napoleón Gómez Urrutia (Tuconap). Para el 9 de septiembre se espera que se realice el recuento de trabajadores de la mina San Rafael, en Cosalá, Sinaloa, en donde se disputarán el contrato colectivo de trabajo el Sindicato Minero Metalúrgico Frente, del diputado Carlos Pavón y el Sindicato Minero Nacional, de Gómez Urrutia. De acuerdo con trabajadores de la mina San Rafael, “Napito” pretendió dar un albazo el pasado 24 de agosto, cuando presionó para que se llevara a cabo el recuento de votos, en esa mina, propiedad de la canadiense Americas Gold and Silver, la cual ya anunció que podría llevarse del país su inversión, en caso de que se mantengan los conflictos laborales en esa unidad productiva. En este caso, la CTM mantiene la titularidad del contrato colectivo de trabajo, pero se hará a un lado por la violencia desatada por Yasser Beltrán, representante de Gómez Urrutia, en la mina, que empezó con una inversión inicial de 450 millones de pesos, de tal manera que la disputa del contrato colectivo de trabajo quedó entre el senador morenista y Carlos Pavón. Gómez Urrutia viene de perder en su intento de apoderarse del contrato colectivo de trabajo de la cementera Holcim, de Hermosillo, Sonora, en donde perdió ante la CTM.
*** El Centro de Ciencias de Complejidad de la UNAM, vía Max Aldana, sostiene que es muy irresponsable y es falso decir que la pandemia de Covid-19 se está aplanando porque actualmente se está transitando por el lado máximo de la curva, estamos atravesando el máximo, pero la situación puede cambiar de un momento a otro, debido a que la gente se confía con los optimistas anuncios que hace el presidente López Obrador y su subsecretario favorito, Hugo López-Gatell y por ende, no toma las medidas precautorias. En la actual coyuntura, definitivamente hay que cambiar la estrategia y en este sentido, el objetivo debería ser la disminución de contagios, no la hospitalaria; continuar con el uso del cubrebocas, la sana distancia y el lavado constante de manos, así como la aplicación de pruebas en base a una estadística bien orientada para detectar a los asintomáticos y analizar sus movimientos. Esto de la aplicación de pruebas es algo que constantemente rechaza López-Gatell.