Ex gobernantes hispanoamericanos marcan el alto a Donald Trump
Miguel Ángel Rivera jueves 27, Ago 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Es probable que el actual gobierno de México no lo respalde, pero resulta notable que un grupo de seis ex gobernantes de países de América Latina y España integren en la práctica un bloque para oponerse al intento del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer a un candidato de su conveniencia al frente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El candidato de Trump es Mauricio Claver-Carone, ciudadano estadunidense de origen cubano, que ha formado parte del Fondo Monetario Internacional y del Consejo Nacional de Seguridad (SNC, por sus siglas en inglés), donde se significó por sostener el bloqueo económico en contra de Cuba y de las acciones del gobierno estadunidense contra el régimen chavista actualmente encabezado por Nicolás Maduro.
Más allá de sus inclinaciones políticas personales, la postulación de este cubano-americano ha generado fuertes reacciones contrarias porque su nominación -de hecho nombramiento por la preponderancia de Estados Unidos en el BID- implica convertir al BID, de una institución multilateral en una dependencia del gobierno de Estados Unidos.
Esto ha generado reacciones de protesta inclusive en Estados Unidos, en donde especialistas en la materia y funcionarios de anteriores gobiernos de la Unión Americana quienes destacan que la administración de Trump intenta romper un antecedente de 70 años que confiere ese cargo a un latinoamericano y crea el riesgo de politizar una institución que es clave para el desarrollo regional.
Entre los firmantes de una declaración en contra del intento de Trump -que obviamente intenta presentar este “rescate” del BID como una victoria con vistas a su reelección- figuran George Shultz, ex secretario de Estado del presidente Ronald Reagan y ex secretario del Tesoro durante la administración de Richard Nixon (ambos presidentes republicanos) al igual que Robert Zoellick, ex presidente del Banco Mundial y ex subsecretario de Estado Adjunto bajo George W. Bush., así como Carla Hills, que fue Representante Comercial de George H. Bush (1989-1993), Thomas F. McLarty, Enviado Especial del presidente Bill Clinton para Latinoamérica y Nelson W. Cunningham, ex Consejero Especial de la Casa Blanca, también durante la administración Clinton.
Por el lado latinoamericano sorprende que el descontento los encabezan seis ex mandatarios, el español Felipe González, el chileno Ricardo Lagos, el brasileño Fernando Henrique Cardoso, el colombiano Juan Manuel Santos, el uruguayo Julio María Sanguinetti y el mexicano Ernesto Zedillo.
La inconformidad de los ex mandatarios hispamoamericanos no se limita a la candidatura del cubano-americano Claver-Carone, sino al fondo del asunto, que es la intención del multimillonario presidente estadunidense de intentar presentar un mayor control de su nación sobre el BID como parte de sus bonos de campaña electoral.
Por ello, lo que proponen es que la elección -ya pospuesta ante la pandemia del Covid 19- se aplace para después de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, a realizarse en noviembre venidero.
“Ha llegado la hora de reiterar con vehemencia la importancia de posponer la elección del próximo presidente del BID. Con absoluta convicción decimos que la elección convocada para el 12 y 13 de septiembre, de ocurrir, carecería de legitimidad y más pronto que tarde debiera considerarse nula”, expresa una carta que firman los ex mandatarios.
La misiva fue leída en una conferencia a distancia por el ex presidente de Lagos, Chile.
Los especialistas destacan que se trata de una declaración más dura que en otras ocasiones, en la cual los líderes señalan que la candidatura de Washington “constituye una grave falta de respeto hacia las reglas de convivencia hemisférica e internacional y ciertamente una seria agresión a la dignidad latinoamericana”.
Los ex presidentes recuerdan que el pasado 10 de marzo, el BID pospuso su asamblea anual, prevista para realizarse en Barranquilla, Colombia, por “las extraordinarias circunstancias de salud pública generadas por la respuesta global al coronavirus”.
“Si esa fue la razón a mediados de marzo”, dice la carta, “mucho más lo es ahora con 180 mil muertos en Estados Unidos, 115 mil en Brasil y 60 mil en México”. De realizarse, la elección “carecería de legitimidad y más pronto que tarde debiera considerarse nula”, dicen los ex presidentes, quienes sugieren que la elección se efectúe en marzo de 2021.
Los otros dos candidatos al cargo son la ex presidenta de Costa Rica Laura Chinchilla y el argentino Gustavo Béliz. En ambos casos se considera que tienen escasas posibilidades en caso de un enfrentamiento directo contra el candidato de Trump.
Por cierto, el beligerante mandatario de la Unión Americana no está solo, pues tiene el respaldo de los gobiernos actuales de Brasil, Uruguay, Colombia y Perú.
Es de suponerse que tampoco habrá mayor oposición de parte del gobierno de la llamada Cuarta Transformación, pues el presidente López Obrador ha dicho que no desea tener ninguna confrontación con Trump y ha manifestado poco aprecio por el BID.
Esto además de que uno de los ex mandatarios que suscriben la demanda de posponer la elección en el BID, Ernesto Zedillo forma parte de la “lista negra” de ex mandatarios mexicanos “neoliberales” que podrían quedar incluidos en la relación de los que podrían ser juzgados por acciones ilegales durante sus mandatos.
La peor caída de la economía, pero “no tanto”
Otra institución poco apreciada por el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, el Instituto Nacional de de Estadística y Geografía (Inegi) confirmó que durante el segundo trimestre del presente año, la economía nacional tuvo su peor caída en la era moderna.
Lo que sí, los especialistas de esa institución podrán presumir que hay una aspecto positivo dentro de ese panorama de desastre: el descenso fue inferior a lo que se había previsto.
En efecto, el “histórico” desplome del Producto Interno Bruto (PIB) de México en el segundo trimestre de 2020 quedó finalmente en un 18,7 por ciento interanual, un dato 0.2 puntos porcentuales menor al previsto. La caída de 18,7 por ciento es ligeramente menor al dato del 18,9 por ciento divulgado el pasado 30 de julio, cuando el instituto de estadística dio sus cifras preliminares.
Conforme a los datos definitivos divulgados ayer miércoles, en este periodo cayeron todos los sectores empezando por el industrial (25,7 por ciento) y seguido del terciario (16,2 por ciento) y el primario (0,5 por ciento).
“Para dar contexto histórico, la contracción anual del Producto Interno Bruto de México durante el confinamiento del segundo trimestre superó las caídas previas del segundo trimestre de 2009 (-7.7 por ciento) y del segundo trimestre de 1995 (- 8.6 por ciento)”, indicó el presidente del Inegi Julio A. Santaella, en Twitter.
Según cifras desestacionalizadas (sin factores coyunturales por temporada), el PIB disminuyó 17.1 por ciento en comparación con el trimestre anterior.
La crisis del coronavirus se empezó a sentir con fuerza en marzo en el país con la caída del turismo, las bolsas y la depreciación de la moneda y a finales de ese mes se decretó la emergencia sanitaria y se suspendieron las actividades no esenciales de la economía hasta finales de mayo.
De acuerdo con los especialistas, a partir de junio empezó una lenta reactivación económica que no ha impedido que hasta la fecha se hayan perdido más de 1,1 millones de trabajos formales, si bien en las últimas semanas se ha creado empleo. El presidente López Obrador ha informado de alrededor de 60 mil nuevos empleos, pero como se aprecia la proporción es mucho menor a las pérdidas.
El Inegi también también dio a conocer el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), un dato preliminar de distintos sectores que muestra la tendencia que la economía mexicana tendrá a corto plazo.
El IGAE de junio cayó un 13.2 por ciento frente al mismo mes del año anterior por un descenso de las actividades industriales (16.7 por ciento), las de servicios (12.1 por ciento) y las del sector agropecuario (2 por ciento).
Aquí otro dato aparentemente positivo: la actividad económica de junio comparada con la del mes de mayo, creció un 8.9 por ciento, gracias al sector industrial (17.9 por ciento) y el de servicios (6.2 por ciento)