“Catastrófica” cifra de muertes, pero AMLO mantiene el optimismo
Miguel Ángel Rivera lunes 24, Ago 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
De nueva cuenta estamos ante una encrucijada y ante un dilema ¿a quién creer?
Esto en referencia a la situación de la pandemia de Covid-19. Oficialmente tenemos dos versiones, una asegura que estamos en la fase final de la contingencia que, en términos que se han vuelto comunes en estos días, “ya se aplanó la curva”. La otra viene desde que apareció el coronavirus en territorio nacional, cuando se dijo que el impacto sería poco importante y que tendríamos, en el peor de los escenarios, cuando más, ocho mil muertes.
En ese arranque, cuando todo parecía positivo y se desestimaban los efectos negativos de la pandemia, el vocero oficial para informar de la evolución de la pandemia, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell anticipó que el “pico” -lo más grave del padecimiento- ocurriría alrededor del 8 de mayo.
De acuerdo con ese funcionario que fue presentado como un especialista con reconocimiento mundial, el máximo de muertes por la pandemia sería de seis mil, aunque luego aumentó la previsión a ocho mil. Más adelante, cuando el padecimiento afectó Europa, el pronóstico aumentó paulatina, pero firmemente, primero se dijo que serían 12 mil 500 los decesos, para luego aumentar a 25 mil y a 30 mil. En este proceso, el oficialmente elogiado funcionario señaló que el escenario más catastrófico sería llegar a 60 mil fallecimientos, pero siempre con tono optimista vaticinó que la curva de aumento de casos se “aplanaría” —que prácticamente no habría aumento— desde el 20 de abril.
También en este caso, la fecha se modificó conforme pasó el tiempo.
No ocurrió así. A seis meses del inicio de la pandemia en nuestro país, el pasado fin de semana México rebasó la mencionada meta “catastófica”. Oficialmente también se han registrado más de medio millón de casos positivos de coronavirus y la pérdida de más de un millón de empleos formales por la pandemia.
A partir de esos antecedentes, se debería sostener la conclusión de que estamos en el peor de los escenarios y que, en consecuencia, habría que buscar otros rumbos para tratar de revertir o contener los daños ocasionados por la pandemia.
Pero no es así. Como nos ha acostumbrado en sus casi dos años de gobierno, el presidente Andrés Manuel López Obrador sacó “otros datos” y volvió a sostener, también este fin de semana, que la pandemia del coronavirus está perdiendo fuerza en México al haber menos contagios y fallecidos.
Lo que sí, no pudo desatender la cifra de más de 60 mil vidas perdidas a causa del Covid-19, a causa de las cuales ha decretado luto nacional.
Un día después de rebasada la cifra que el subsecretario Hugo López-Gatell señaló en su momento como un escenario “catastrófico”, el Presidente de la República dijo: “Esta pandemia desgraciada que causa tanto daño porque pierden la vida muchos seres humanos nos duele bastante.
El primer mandatario reconoció que son más de 60 mil fallecidos, pero insistió en que “la pandemia va cediendo, así lo muestran los datos de las últimas semanas, ya está perdiendo fuerza: menos contagios y lo más importante, menos fallecidos”.
De nueva cuenta, López Obrador destacó que el sistema de salud cuenta con camas de hospitalización suficiente para atender a los enfermos de Covid-19. Detalló que existe una ocupación de 37 por ciento y una disponibilidad de 63 por ciento, mientras que de 10 mil 587 camas con ventilador para terapia intensiva, actualmente están ocupadas sólo 33 por ciento y hay una disponibilidad de 67 por ciento.
Además, el mandatario dirigió un saludo fraterno y cariñoso a los médicos, a las enfermeras y a todos los trabajadores del sector salud que, a pesar del cansancio, se mantienen salvando vida y cumpliendo su responsabilidad, actuando con humanismo.
Lo que desestimó el Presidente de la República son las advertencias de muchos especialistas en el sentido de que las estadísticas acerca del número de camas disponibles en los hospitales del sistema nacional de salud no son un indicador confiable, ya que por diversas razones muchos de los afectados por el coronavirus no tienen la oportunidad de ser atendidos en esos centros de salud y fallecen en sus casas.
Por desgracia, en muchas regiones de nuestro país hay familias que lamentan la muerte de un pariente o amigo que no tuvieron oportunidad de ocupar una de esas camas de las que tanto presume el gobierno federal.
Por otra parte, el presidente López Obrador comentó también con optimismo el avance de las investigaciones para obtener una vacuna contra el Covid-19. El jefe del Ejecutivo federal dijo que nuestro país está involucrado en cinco proyectos para ese fin pero tiene confianza en la que llevan a cabo AstraZeneca y la Universidad de Oxford.
Por cierto, el informe oficial de que se había rebasado la cifra “catastrófica” de 60 mil fallecimientos no la dio a conocer el subsecretario López Gatell, ni su segundo de a bordo, el director de Epidemiología de la Secretaría de Salud, José Luis Alomía Zegarra, sino que la penosa tarea le correspondió a la directora de Investigación, Operativa Epidemiológica de la Ssa, Ana Lucía de la Garza Barroso.
Por cierto, en la región de América Latina, Brasil y México se mantienen como los países más afectados en número de víctimas mortales.
De acuerdo con un cálculo de la Universidad de Washington, si siguen las medidas sanitarias vigentes, para el 1 de diciembre nuestro país tendría 130 mil 387 muertes y, para esa fecha, rebasaría en la tasa de mortalidad a Brasil.
El que a hierro mata, a hierro muere
Las denuncias del ex director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, de supuestos actos de corrupción del gobierno del ex presidente Enrique Peña Nieto, en el que estuvieron involucrados destacados personajes de otros partidos de oposición, representaron sin duda un éxito mediático para el gobierno de la llamada Cuarta Transformación y en particular para el presidente López Obrador, que se ha erigido en cruzado de la lucha contra la corrupción.
Ese triunfo aparente duró muy poco, pues los rivales políticos del Presidente respondieron con la difusión de otro video subrepticio en el cual aparece nada menos que su hermano, Pío, al recibir una cuantiosa cantidad en efectivo de parte de David León Romero, quien hasta hace unos días era titular de Protección Civil y que por su gran trabajo realizado había recibido el nombramiento de encargado del recién creado organismo que se encargará de la compra en el extranjero de los medicamentos requeridos por el sistema nacional de salud.
El nombramiento que ahora parece quedar en el aire fue conferido en reconocimiento al buen desempeño y la honorabilidad demostrada por León Romero en anteriores cargos públicos.
Sin embargo, el éxito del funcionario quedó de alguna manera pendiente porque León Romero aparece en el video como responsable de entregar a Pio López Obrador una cantidad de dos millones de pesos —que se presume no es la primera ni la última— como aportación del gobierno de Chiapas, entonces encabezado por el ex “joven maravilla” Manuel Velasco, del PVEM.
Al enterarse de la difusión de ese video, el presidente López Obrador propuso a la Fiscalía General de la República encargarse de la investigación, sin precisar si se mantiene el nombramiento de León Romero o queda pendiente.
Además, el primer mandatario aclaró que este video no tiene nada que ver con la elección presidencial de 2018, pues al parecer datan de 2015. Para que se preste a malas interpretaciones, sentenció el Presidente en rueda de prensa.
En tanto, el Partido Acción Nacional (PAN) presentó una queja formal ante el Instituto Nacional Electoral (INE) contra Morena, contra el ex titular de la Coordinación Nacional de Protección Civil David León Romero y contra Pío López Obrador.
La acusación del PAN es “por el uso indebido de recursos públicos para financiamiento de campañas electorales, por violar la normatividad de financiamiento a los partidos políticos, la transparencia y rendición de cuentas en materia de fiscalización de los recursos públicos”.
El dirigente nacional del PAN, Marko Cortés, adelantó que legisladores de su partido presentarán otras denuncias por el mismo caso.
“No podemos dejar pasar un acto de corrupción y delito electoral tan grave como este y por ello solicitaremos a las autoridades correspondientes la revisión del financiamiento reportado por Morena”, comentó Cortés.