El vino de hielo en Ontario
¬ José Antonio López Sosa martes 22, Mar 2011Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
A mediados del siglo XX la producción vinícola en la región de Ontario, Canadá era básicamente para el autoconsumo y las cepas para la elaboración de los vinos no eran las idóneas, no obstante las casas vinícolas de la región subsistieron hasta la segunda mitad del siglo y al final de este, comenzó la elaboración de los denominados vinos Premium con distintas cepas, logrando un exitoso resultado.
Los vinos de Canadá compiten frente a cualquiera otro, además del excelente producto tienen una ventaja, carecen de la voracidad empresarial que existe en muchas casas vinícolas del mundo (incluyendo a varias mexicanas), quiero decir, mantienen altos estándares de calidad a precios competitivos.
Además de los tintos y blancos, Canadá elabora un vino que en muy pocas partes del mundo puede crearse, se trata del vino de hielo o “ice wine”, la vid debe cosecharse cuando se encuentra congelada, es decir, en el invierno y por debajo de los 5 grados bajo cero, ello congela el agua contenida en la vid, en ese estado se comprime y comienza así una labor artesanal que proviene de Alemania y que se ha perfeccionado en las regiones de Ontario y Okanagan, en Canadá.
El vino de hielo puede encontrarse de distintas cepas desde Vidal hasta Cabernet Franc, el cuerpo, aroma y sabor resulta distinto, un vino dulce que no empalaga y concentra lo mejor de los viñedos.
Hoy día, desde la perspectiva vinícola, Canadá es reconocida mundialmente por sus vinos de hielo. Recorrimos en Niágara varios viñedos, entre ellos la casa Inniskillin, una vinícola impresionante tanto en infraestructura, como en servicios y calidad en sus vinos, hace pocos años ganaron una competencia vinícola con su Shiraz, siendo considerado en aquel momento como el mejor del mundo.
Conversamos con Deborah L. Pratt, la gerente de relaciones públicas del viñedo porque además de la elaboración de vinos, reciben a centenares de turistas pues tienen recorridos, maridajes y degustaciones por sus instalaciones, entre sus viñedos se puede aprender mucho sobre esta cultura del vino, que hoy día es creciente en nuestro país.
Recorrer estos viñedos en invierno resulta algo distinto que hacerlo durante el verano, son escenarios distintos llenos de paisajes y amplias charlas sobre vino, lo mismo sommeliers que enólogos explican al visitante desde el cultivo de la vid hasta el último toque para tener una buena botella de tinto, blanco o bien, un exclusivo vino de hielo canadiense.
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