Tula
¬ Augusto Corro martes 22, Mar 2011Punto por Punto
Augusto Corro
- Especulaciones
Por fin ¿construirán o no la nueva refinería en Tula, Hidalgo? Nadie quiere decir que no y existe una ligera esperanza de que tarde o temprano el gobierno federal cumplirá su palabra. Hasta aquí, puras especulaciones.
El tema que es muy importante para los hidalguenses apenas si es tratado por los funcionarios de Petróleos Mexicanos (Pemex). Es posible que ellos sepan que ya no es un buen negocio el refinamiento del crudo y nadie más.
En la última ceremonia de 18 de marzo para conmemorar el 73 aniversario de la Expropiación Petrolera, el secretario de Energía, José Antonio Meade, indicó que se avanza en la refinería Bicentenario, que este año tendrá su ingeniería conceptual, así como la preparación del terreno; estará “bien y en tiempo”.
Se deben tomar como serias las declaraciones de Meade. Lo lógico sería que no, pues nadie entiende lo que quiso decir con eso de conceptual. ¿Significa que apenas se empezará a trabajar en el proyecto?
En la realidad se interpreta que Felipe Calderón Hinojosa (FCH) ya perdió todo interés por dejar alguna obra que perpetúe su paso por la Presidencia de la República. Y si se toma en cuenta el tiempo para la construcción de la refinería multicitada, su inauguración se efectuaría hasta el próximo sexenio. Nada estimulante para Felipe Calderón.
Así pues, desde el punto de vista político, a los panistas ya no les conviene invertir en una obra que a la larga podría convertirse en un barril sin fondo para la economía. Expertos petroleros señalan que al reducirse la producción de crudo en México, no tiene sentido instalar la refinería.
Le toca al gobierno terminar con las especulaciones que surgen a cada rato por la demora en empezar a trabajar en la instalación de la refinería Bicentenario. Las autoridades federales están obligadas a despejar las interrogantes que plantean los hidalguenses, quienes en un momento pensaron que con la nueva planta su economía estatal tendría derroteros importantes de desarrollo.
Lo único que se logrado el gobierno hidalguense es un endeudamiento: consiguió un préstamo de 1500 millones de pesos para los terrenos donde sería ¿o será? instalada la planta refinadora. Y ¿ahora?, pues obviamente, tiene que pagar los intereses de lo que debe y es cuando surge el conflicto.
Los hidalguenses exigen que se les hable con la verdad y que se termine con los discursos engañabobos. Si se trata de un proyecto que no dará resultados, lo mejor es plantearlo desde ahora, para no crear mayores expectativas. Es decir, hablar con la verdad. ¿O existe alguna idea para darle a otro fin que no sea para instalar una refinería?
Ni modo que el gobierno de Miguel Angel Osorio se convierta en una empresa inmobiliaria con esas extensiones de tierra que le servirían ¿o le servirán? a la nueva planta Bicentenario. ¿No hay seriedad alguna por parte del gobierno federal para cumplir con sus compromisos? Parece que no.
Por cierto, el aniversario de la Expropiación Petrolera fue festejado con los discursos tradicionales de los funcionarios vinculados con Pemex. Es decir, nada nuevo sobre la empresa vapuleada por propios y extraños. Eso de que ya no será la caja chica está por verse, porque los verdaderos dueños del petróleo son los mexicanos. Ajá.
¿Y LOS TERREMOTOS EN EL DF?
Se ve que los senadores no tienen la manera de ocupar su tiempo en temas de interés. Ahora, los inquilinos de la casona de Xicoténcatl, principalmente los perredistas, se sienten preocupados por la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde.
Resulta que a raíz de los acontecimientos en Japón: el terremoto, el tsunami y la amenaza de radiactividad por los daños que sufrieron sus plantas productoras de energía nuclear, los legisladores mencionados quieren saber en qué condiciones se encuentra y trabaja Laguna Verde.
Como se sabe, las mencionadas plantas se instalan cerca de los mares, por la necesidad de abastecerse de agua en grandes cantidades para su funcionamiento. Sólo que no es lo mismo el océano Pacífico que el Atlántico y menos el Golfo de México, afortunadamente.
Para tranquilidad de los senadores, Laguna Verde nunca correrá los peligros relacionados con un tsunami, por lo menos así lo aseguran los expertos. Otros deben ser los temas que deben interesar a los legisladores. Deben preocuparse los senadores a lo relacionado con los terremotos: México se encuentra en una sísmica (la famosa falla de San Andrés) y por lo tanto no está exenta de ser afectado por los movimientos tectónicos.
Concretamente, en el Distrito Federal no se realizan, con la frecuencia deseada, los simulacros preventivos para conjurar las acciones destructivas de los sismos. Esas acciones deben efectuarse con mayor constancia y cada vez en áreas más extensas para evitar las tragedias propias de los eventos mencionados. En esto deben interesarse los senadores.
PUNTOS SUSPENSISVOS. El operativo fallido Rápido y Furioso no causó impacto en Estados Unidos. En Washington, el fracaso de dicha operación quedó en eso, en un fracaso y punto final. En México, parece que también quedó en lo mismo, salvo que la canciller Patricia Espinosa informó que las autoridades mexicanas investigan el caso en el que 2 mil armas fueron compradas en Estados Unidos y enviadas de contrabando a los cárteles de la droga en México. Ya podemos sentarnos a esperar tranquilos las investigaciones policiacas… El proyecto de nueva Ley Federal del Trabajo presentada por el PRI y avalada por el PAN, tiene que superar diversos obstáculos, entre otros las inconformidades de la clase trabajadora, que ve muy sospechosa la actitud empresarial que no pone reparo alguno en el nuevo código. ¿Por qué esa docilidad de los patrones?… La sociedad capitalina ve con preocupación que las autoridades del Distrito Federal condicionen el pago de multas de tránsito para que se les permita la verificación de los automóviles. A lo anterior se suma la plaga de policías de tránsito rateros que nunca dejaron la práctica de la mordida. Parece que a Marcelo Ebrard no le interesan tantos abusos.