Pan y circo
Ramón Zurita Sahagún viernes 21, Ago 2020De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La carpa quedó montada y como en los ya desparecidos circos, se establecieron los papeles de cada uno con animados payasos, domadores de animales, trapecistas, contorsionistas, acróbatas y el dueño observando el desarrollo de la función, participado solamente cuando se hace necesario.
No es el antiguo circo romano que dejaba decenas de muertos, ya que en que el número estelar se procedía al sacrificio de los cristianos y esclavos que eran arrojados a los leones, después de presenciar el encuentro de gladiadores y la competencia de las famosas cuadrigas.
En el México moderno se optó por regresar al moderno esquema del circo nacido en Inglaterra a finales del Siglo XVIII y que en su mejor etapa contaba con tres pistas, para un mayor entretenimiento de los espectadores.
Las carpas están diseñadas al gusto de los presenciales, ya que se tiene un actor destacado que lanza puñales a diestra y siniestra, mientras otros tratan de eludirlos. En otra pista, se presentan los fieros animales hambrientos que buscan saciar sus necesidades con lo primero de lo que disponen, mientras en la tercera, los asistentes diseñan el espectáculo a su gusto.
Detrás de las tres carpas se observa al dueño del circo disfrutando del espectáculo, ya que mantiene entretenido a los que pagan el show.
Hacía mucho tiempo que en México no se presentaba un espectáculo de tal magnitud que mantuvieran tan entretenidos a los espectadores que no miran hacia otro lado que no sea el que se presenta en el nuevo circo monumental que requiere de un pequeños espacios y no de grandes extensiones de terreno como los de antaño.
El maestro de ceremonias y, además, dueño del circo es todo un experto que da al pueblo lo que el pueblo quiere, un gran espectáculo circense, soltando también el pan necesario para alimentarse y mantenerlo distraído de otros grandes temas.
Al pueblo, pan y circo, reza la máxima que durante siglos ha permitido el uso y abuso del poder, pero que continúa funcionando como receta mágica.
La población de México está ávida de respuestas y de que por vez primera se aplique la justicia a todos aquellos que a costa del sacrificio del pueblo han lucrado desde el poder público.
Es cierto que en el pasado la justicia actuó en contra de algunos personajes provenientes de los escenarios políticos, pero se hizo solamente como represalia o venganza política, sin grandes resultados, ya que los personajes juzgados lograron su libertad en poco tiempo.
Casi ninguno de ellos resarció lo hurtado o desviado y continuó con su vida, aunque alejados de las delicias del poder.
En alguna ocasión se llegó a mencionar a los ex Presidentes de la República por abusos de poder o presunto enriquecimiento ilícito, aunque no pasó de ser simples comentarios catalogados como maledicentes.
Para esta ocasión, el espectáculo montando en el circo de tres pistas parece llevar más contenido, ya qué con los avances de la modernidad, ahora se cuenta con videos que son proyectados en parte, para dejar que la imaginación haga lo demás.
Uno de ellos desató el avispero nacional, ya que muestra a un par de sujetos, cercanos a dos legisladores de entonces recibiendo grandes cantidades de dinero, por lo que los dardos apuntaron hacia esos dos ex legisladores que ni siquiera aparecen en el video.
Los pulgares de los espectadores apuntaron hacia abajo, pidiendo la cabeza de esos ex senadores y olvidándose de los involucrados.
Después de eso, se filtró una serie de nombres de políticos de primer nivel, supuestamente corruptores y corrompidos desde las esferas del poder, con detallados movimientos de cada uno de ellos, presionando por dinero, por concesiones, contratos y todo lo que sea posible pedir en una extensa carta a los “Reyes Magos”.
La importancia de los nombres atrae la atención dentro y fuera del país, mientras el empresario y maestro de ceremonias va soltando poco a poco el resto de la historia, emocionando con ello a un auditorio necesitado de recibir el pan y circo prometido y que recibe en momentos de gran apremio donde la pandemia sigue su mortal curso de una curva estacionada en el país, sin forma alguna de aplanarla.
En los próximos días veremos quiénes de los implicados en este circo hacen valer su promesa de demandar a Emilio Lozoya y cuántos más se retractan de ello.