La doncella de hierro, Iron Maiden, dedica concierto a japoneses
Espectáculos martes 22, Mar 2011- Seguidores de diferentes generaciones acudieron al llamado de la banda británica que se presentó en el Foro Sol de la Ciudad de México en el marco del The final frontier world tour 2011, desde donde envió un mensaje de solidaridad a sus fans de Libia, Egipto y Japón.
Asael Grande
Por tercera vez consecutiva, el grupo de heavy metal Iron Maiden hizo vibrar el Foro Sol de la Ciudad de México con gira The Final Frontier Tour. El concierto dio inicio con “Satellite 15… The Final Frontier” en la que la voz de Bruce Dickinson hizo acto de presencia, para dar paso a la introducción a la segunda parte de la canción, en la que se escucharon estribillos pegadizos y riffs melódicos de guitarra, que anunciaron lo que estaba por sonar ante más de 55 mil almas.
El escenario y toda la temática en torno a él era de una especie de nave espacial al más puro estilo Star Trek. El montaje del escenario estuvo compuesto por el cambio constante a la espalda de los músicos con las portadas de los discos de Maiden. El público, entusiasmado, coreó y brincó las canciones de la Doncella de Hierro.
Un total de 16 canciones fueron suficientes para que los amantes de metal se rindieran ante la energía del mal y la presencia de su mascota Eddy. Desde temprana hora un gran ejército de fans con playeras negras, pantalones de mezclilla y botas se dio cita en los alrededores. Hasta que el reloj marcó las 21:15 cuando el clima dio un giro de 180 grados.
Bruce Dickinson y compañía ofrecieron un concierto en donde temas como “El Dorado”, “Two minutes to midnight” y “Talisman” hicieron cantar, gritar y saltar a los fans, desde niños hasta padres de familia. La hora más emotiva fue cuando el vocalista dedicó el tema “Blood Brothers” a los japoneses, lo que provocó aplausos de los asistentes, para después aparecer con el tema “Iron Maiden” un Eddie vestido en chaqueta roja y en sus manos una bandera de la Gran Bretaña, una antesala perfecta para interpretar “The trooper”, ocasionando la algarabía de los presentes que se encontraban disfrutando el concierto de su banda favorita.
Después sonaron “The wicker man” y “The evil that men do”, pero fue con “Fear of the dark”, el concierto se animó mucho más. Era como si al final todo fuera a echar a andar. A esas horas de la noche, y con los ánimos encendidos sonaron “Aces High”, “The Number of the Beast”, “Hallowed by the Name”, “Children of the damned”, “The Phantom of the Opera”, “Run to the Hills” y “Running Free”.
Dickinson acabó el concierto presentando a la banda e interpretando Sanctuary, uno de los temas más grandes de la banda y la promesa de Bruce Dickinson de volver al país cuando salga a la luz el próximo disco de Iron Maiden.