Navarrete Prida convoca a conservar la unidad y lealtad a los principios

• El diputado federal fue orador oficial en la conmemoración del 205 aniversario del natalicio de Benito Juárez García, que presidió el gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto

El gobernador Enrique Peña Nieto saluda a estudiantes luego de presidir la ceremonia del 205 aniversario del natalicio de Benito Juárez, evento que se realizó en el Jardín Reforma de Toluca. (Foto: Gustavo Camacho)

Toluca, Estado de México.- Ante los escenarios políticos de hoy, donde hay a quienes no les importan los principios ni los postulados que dicen representar, ya que sólo les interesa el poder a cualquier precio, sin medir el costo para la vida democrática que esto conlleva, el diputado federal Alfonso Navarrete Prida, convocó a la unidad y lealtad a los principios, que no son otra cosa que estar cerca de los mejores y más altos intereses de la gente.

“Si nos mantenemos en ello, sin duda, como en los tiempos de Benito Juárez, en el Estado de México se es invencible”, añadió, durante la ceremonia conmemorativa del 205 aniversario del natalicio del Benemérito de las Américas, que presidió el gobernador Enrique Peña Nieto.

Agregó: “hoy, en el Estado de México, si nos mantenemos trabajando con lealtad a los principios, reconociendo nuestro origen y unidos en torno al liderazgo que tiene el mandatario Enrique Peña Nieto, los mexiquenses tenemos la gran oportunidad que nos da la historia, la de hacer destino”.

En la entidad se tiene identificado con claridad el rumbo, ya que existe unidad en torno al Ejecutivo estatal, que con hechos demuestra que los compromisos se cumplen.

Ante los representantes de los poderes Legislativo y Judicial, Ernesto Nemer Álvarez y Baruch Delgado Carbajal, respectivamente, así como de la alcaldesa de Toluca, María Elena Barrera Tapia, el diputado por el distrito XVIII con cabecera en Huixquilucan de la LI Legislatura federal, mencionó que Benito Juárez mueve las conciencias de los mexicanos de ayer y de hoy.

“Su figura nos confronta con nuestra realidad y nos mueve a actuar con firmeza y con convicción en la búsqueda de los principios éticos y políticos más elevados”, pues “en los nuevos conservadores, las ideologías se pierden, la seducción en la traición abunda, y al final la mediocridad impera, ahí, no hay honor en la sucia componenda”.

En presencia del rector de la UAEM, Eduardo Gasca Pliego; el comisionado de los Derechos Humanos en la entidad, Marco Antonio Morales Gómez; y el comandante de la 22 Zona Militar, Rubén Pérez Ramírez, expresó que la dimensión de Juárez como estadista se puede medir en función de la lealtad a los principios, a las instituciones y a las personas.

En el jardín Reforma, donde se dieron cita el ex gobernador Emilio Chuayffet Chemor, así como de los integrantes del gabinete legal y ampliado, expresó que difícilmente la historia puede encontrar un personaje de la dimensión del Benemérito de las Américas, que tuvo la claridad de visualizar un Estado y una nación, trabajando al lado de ilustres pensadores liberales y hombres de acción para concretarlos “y no es gratuito decir que el verdadero fundador del Estado mexicano se llama Benito Juárez García”.

Indicó que este país como nación independiente no existiría sin el Benemérito de las Américas, pues los valores que hoy nos hacen patria y diseñan nuestro perfil político se consolidaron con él.

Destacó que Benito Juárez fue un hombre que forjó el principio de subordinar el interés personal o de grupo por legítimo que fuera, a la unidad nacional, y lo más valioso es que naciendo indígena en una época de castas casi infranqueable, en una sociedad afrancesada y totalmente elitista, por su brillantez personal fue reconocido como el líder liberal indiscutible de la naciente patria y logró convertirse en presidente de una República.

Mencionó que para los mexiquenses, la enseñanza de Juárez es que el único criterio válido para juzgar a alguien es el del valor personal. Criticar a alguien por sus antecedentes de vida con el único afán de denostarlo, a lo largo del tiempo, si hay valores, terminan por engrandecerlo.

Asimismo, resaltó que el Benemérito de las Américas fue un estadista que supo ser leal­ a su país, a sus leyes, a sus instituciones, a sus principios, “que aprendió a defenderlos contra cualquier peligro, a exponer su vida por los ideales de una patria que no acababa de constituirse, de fortalecerse, que supo que la herencia más grande que se deja a los hijos y a las generaciones por venir son esos principios, ese amor al país, a un país libre y soberano”.