Calderón, el enemigo favorito de AMLO
Adriana Moreno Cordero martes 11, Ago 2020La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
- Otra promesa incumplida del presidente López Obrador
“Yo no soy el Presidente que anda saludando la mamá de ‘El Chapo’, ni que ha liberado a delincuentes como Ovidio (Guzmán)”, con esta frase respondió el ex presidente Felipe Calderón a el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien se ha empeñado en enfrentarse con el ex panista y ahora acusó de que el michoacano encabezó durante su gestión, un narco-Estado. Sin duda, hace bien Calderón Hinojosa en deslindarse de los señalamientos irresponsables del tabasqueño. Irresponsables porque quien acusa y más, de manera tan fehaciente, estaría obligado a probar y a eso es a lo que lo exhortó el ex presidente Calderón, en vez de que el inquilino de Palacio Nacional, ahora salga con que tiene que ser el pueblo el que decida -mediante una de sus consultas “patito”-, el destino o la suerte de ex presidentes como el propio Calderón y su antecesor, Enrique Peña Nieto.
“Esto no es un show”, subrayó el michoacano que aseveró que en su tierra, tienen la costumbre de responder en cuanto “nos pican la cresta”. Lo que no puede negarse, es que Felipe Calderón es abogado de profesión, mientras que a López Obrador, todo se le va en improvisación y maniobras.
Por lo demás, mucho se habla en los corrillos políticos que con el ex presidente priísta, hay ya un trato de no tocarlo. ¿Será?, porque lo que debería privar en este país es la ley.
Si se analiza un poco, Felipe Calderón se ha convertido en el enemigo favorito de López Obrador, quien le agarró un rencor y odio -más que veracruzano, tabasqueño- porque, como se recordará, por un muy escaso margen, el entonces panista le ganó en las elecciones del 2006, en un resultado muy cuestionado. Desde entonces, AMLO se dedicó a estar encima de él para criticar, entre otras cosas, la guerra que emprendió el michoacano en contra de la delincuencia organizada a pocos días de haber iniciado su administración, cuando envió a Michoacán, seis mil 500 tropas federales, especialmente a la zona de Tierra Caliente, para combatir al cártel que en ese entonces era uno de los más fuertes, el de La Familia Michoacana. Actualmente, el dueño de ese territorio es el Cártel Jalisco Nueva Generación, que comanda Nemesio “el Mencho” Oseguera.
Muy cuestionada fue esa decisión tomada por Calderón en su administración y que habría dejado un dramático saldo de más de 100 mil muertos y casi 15 mil desaparecidos y prácticamente no se consiguieron resultados, pese a que esa cruzada salió carísima; algo así como un billón de pesos.
El caso es que López Obrador ha tomado a Calderón como su enemigo favorito en una maniobra distractora para no reparar en el fiasco que ha resultado el manejo del tabasqueño y su flamante funcionario Hugo López-Gatell, de la pandemia de Covid-19. Si no, ¿entonces por qué el mandatario “truena” y se enoja por enésima vez con los representantes de los medios porque publican el número de fallecidos por coronavirus y ninguna curva aplanada?, ¿ahora resulta que será el Presidente quien decida qué se debe de publicar y qué no?
Es posible que el tabasqueño sienta que de cara a las elecciones de 2021, el agua le estaría llegando al cuello, porque esta pandemia que se supone que le “vino como anillo al dedo”, se le revierte para convertirse en uno de los factores más importantes para que ni él ni su partido, Morena, que vive en el constante pleito y polarización, no obtengan resultados tan favorables como esperan en dichos comicios.
Ante la calificación que hizo en la mañanera de ayer López Obrador en contra de Calderón Hinojosa, el presidente de la Junta de Coordinación Política del Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, en conferencia de prensa, declaró que esa afirmación, “lo dejo a los órganos jurisdiccionales, porque en Estados Unidos hay un juicio contra García Luna, que luego lo está reclamando el propio gobierno mexicano para deslindar responsabilidades. Y, yo esperaría el resolutivo, la resolución de los jueces en estos casos.
El legislador zacatecano agregó que: “Lo cierto es que en el sexenio de Felipe Calderón se cometieron muchos excesos. Sí había una selección de, una justicia selectiva, había toda una trama de maquinaciones y de persecución política, tratando de generar señalamientos injustificados, acusaciones falsas. Yo soy uno de los que padeció. Ahora escribí un libro sobre la infamia, y ahí delato como se fabricó”.
Interesante resulta que el senador Monreal Avila destaque que la afirmación del presidente sobre narco-Estado, “es una definición dura, una definición fuerte, que yo esperaría a los órganos jurisdiccionales, al deslinde de responsabilidades”.
Efectivamente, no se puede con tanta improvisación por parte del Ejecutivo.
Municiones
*** Qué mala mano tiene la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, pues apenas llegó a la secretaría de Gobierno Alfonso Suárez del Real, que sale positivo a Covid-19 y como apenas el domingo estuvieron reunidos ambos, con cubre-bocas y toda la cosa, pues por protocolo, la titular del gobierno capitalino, anunció que permanecerá trabajando desde casa. “Estamos al cien y trabajando intensamente”, dijo Sheinbaum.
*** En el Senado de la República, el PAN se quedó con un “palmo de narices” y no presidirá la Mesa Directiva, por más que hizo, no pudo. De acuerdo a lo informado por el coordinador de Morena, Ricardo Monreal, hay cuatro “tiradores” para sustituir a Mónica Fernández Balboa y son: Alejandro Armenta, quien aspiraba a ser candidato al gobierno de Puebla y se la dejó a Luis Miguel Barbosa; el texcocano Higinio Martínez, con gran presencia en la entidad mexiquense, que se la vive de pleito con la cúpula morenista; el tabasqueño Ovidio Peralta, que supone que el paisanaje le podrá ayudar a llegar, sin embargo, se comenta que será el chiapaneco Eduardo Ramírez Aguilar, dada su cercanía con el senador Monreal. ¿Será? Esto quedará decidido el ya próximo 24 de agosto en votación secreta.
*** Otra promesa más incumplida de parte de López Obrador, que se acentúa en tiempos de crisis por la contingencia. Apenas el viernes había prometido apoyar a las escuelas privadas, sobre todo porque se estima que la mitad de ellas no resistan la pandemia, pero ayer cambió de opinión y dijo que prefería mantenerse al margen y que los padres y las escuelas se pusieran de acuerdo. El problema es que las escuelas de gobierno no están listas para absorber a los alumnos que ya no pueden permanecer en planteles privados.