Un triunfo para Calderón
Ramón Zurita Sahagún lunes 21, Mar 2011De frente y de perfil
Ramón Zurita Sahagún
La renuncia de Carlos Pascual como embajador, puede ser reconocida como una de las escasas victorias de la administración del presidente Felipe Calderón Hinojosa.
En estos tiempos en que su guerra contra la delincuencia organizada falla una y otra vez, sus políticas públicas son criticadas masivamente y su más clara participación como activista de partido genera desconfianza, la renuncia de Pascual no es asunto menor.
La confrontación con el diplomático era tan abierta, que el tema que es común no trascienda, se convirtió en discusión pública y llegó hasta ser parte de las conversaciones entre los presidentes de México y Estados Unidos.
Desde los tiempos de Henry Lane Wilson y de John Gavin, ningún embajador estadounidense en México había sido tan cuestionado, con todo y que por aquí pasaron John Dimitri Negroponte, Julián Nava, Jeffrey Davidow y otros más, incluido Antonio (Tony) O. Garza.
Pascual un cubano-estadounidense que llegó precedido de grandes credenciales no supo amoldarse al ritmo de las relaciones entre los dos países e incurrió en errores que le costaron fuera severamente criticado por su intromisión en asuntos que no le correspondían.
La molestia que generó fue tan grande que el propio Presidente de la República abordó el tema públicamente, algo inédito, ya que las críticas al papel de los embajadores acreditados en México correspondían, tradicionalmente, a los legisladores y algunos miembros del gabinete.
Por eso, sorprendió cuando fue el propio presidente Felipe Calderón el primero en abordar el tema en forma pública y llevarlo a la mesa de discusiones.
Vale la pena recordar que las acciones ejecutadas por Pascual fueron filtradas por Wikileaks y en ellas el diplomático manifestaba su preocupación por la situación política en el país y, después, se supo que había calificado como “grises” y débiles a los aspirantes presidenciales de Acción Nacional.
Por eso, el caso de Pascual rompió con todos los esquemas y su salida debe ser considerada como una de las escasas victorias del presidente Calderón, aunque habrá que esperar para saber la respuesta del gobierno de Barack Obama, cuya señal será enviada con la designación del nuevo diplomático que vendrá a representar a los Estados Unidos en México.
Eso sí, en las relaciones entre México y Estados Unidos se abre la posibilidad de un mejor entendimiento.
LA NUEVA PROPUESTA DE AMLO
Como hace cíclicamente, Andrés Manuel López Obrador juntó sus fuerzas políticas y presentó una serie de puntos, los que son la base de su proyecto a desarrollar, en caso de ganar la Presidencia de la República.
El tabasqueño recalcó que será nuevamente candidato presidencial y adelantó que volverá a ganar a la mafia del poder.
Con la ayuda de 37 personalidades, el nuevo proyecto de nación de AMLO establece puntos de interés en varios terrenos.
Ofrece terminar con los monopolios en telefonía, televisión y radiodifusión, entre otros, además promete la construcción de cinco refinerías en los estados de Hidalgo, Tabasco, Oaxaca, Guanajuato y Campeche.
Uno de los puntos sobresalientes de su proyecto es que se compromete a combatir a la delincuencia organizada, aunque no lo haría con métodos violentos, sino con programas sociales, oportunidades de empleo y educación. La actual guerra es estúpida, consideró, por lo que gradualmente se irá retirando al Ejército y a la Marina de esta lucha.
Por supuesto, las alianzas y los partidos Acción Nacional y Revolucionario Institucional también merecieron un espacio en su intervención, al igual que la política exterior, destacando que México debe volver a asumir el liderazgo como nación en América Latina y el Caribe, preservando el espíritu de la no intervención, haciendo valer la autodeterminación de los pueblos.
López Obrador congregó a miles de sus seguidores, a los que anunció que su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) cuenta con miles de comités municipales y que su movimiento aglutina a más de 100 mil ciudadanos.
AMLO insistió en que el Presidente de la República debe someterse al principio de revocación de mandato y anunció un decidido combate a la corrupción, con penas más severas.
La convocatoria de AMLO frenó el desarrollo del consejo perredista, ya que muchos de los participantes en el mismo se desplazaron del sitio en que tenía lugar el cónclave al Auditorio Nacional, lugar en el que AMLO presentó su nuevo proyecto.
En la elaboración del documento presentado por López Obrador participaron, entre otros, Lorenzo Meyer, Enrique Semo, Enrique González Pedrero, Jaime Cárdenas, José María Pérez Gay y Arnaldo Córdova.
NEMER, BIEN POSICIONADO
Ernesto Nemer sigue siendo bien calificado en las encuestas que se hacen en torno al posible sucesor de Enrique Peña Nieto. Su experiencia, conocimiento de los problemas de la entidad y su capacidad de diálogo y negociación mostrada al frente del Congreso del estado le dan amplias posibilidades de convertirse en el candidato del PRI para manejar el rumbo del Edomex. No sólo tiene la confianza del más aventajado aspirante a la Presidencia de la República, sino que además cuenta con oficio, tacto y sensibilidad política, hoy valores tan carentes entre nuestros gobernantes.
El priísta es uno de los políticos más completos de esa entidad, basado en su experiencia, tanto en el ámbito federal, como estatal, siendo en esta última donde ha participado activamente desde la administración de Alfredo del Mazo González, siguiendo en la de Mario Ramón Beteta, Emilio Chuayffet Chemor, Arturo Montiel Rojas y Enrique Peña Nieto, desempeñando diversas funciones.