Una educación parda
Alberto Vieyra G. viernes 7, Ago 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
Hace medio siglo el gobierno puso de moda en México las telesecundarias, a través de los Centros de Capacitación Campesina (Seconca) dependientes de la Conasupo, pero el resultado fue desastroso, toda vez que los alumnos, la mayoría de extracción rural no tenían ninguna interacción con los maestros. No había forma de enseñarlos a leer y, por ende, esa generación de mexicanos quedó en ayunas de una memoria visual que nos enseña a escribir palabras sin errores gramaticales.
Aquél intento educativo por televisión quedó solamente en eso, en un intento por llevar la educación a comunidades rurales en las que hace 50 años no existía el internet y en muchos casos se podía tener acceso a esos centros y pueblos mediante desastrosos caminos vecinas o carretera de terracería. Era el atraso total.
¿Por qué hago historia?
Mire usted. ¡Con bombo y platillo!, la SEP a cargo del paje de Ricardo de Salinas Pliego, Esteban Moctezuma, anunció que el regreso a clases el 24 de agosto será por la televisión, por lo que las aulas se cierran hasta nuevo aviso porque el coronavirus está cada vez más perro y de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, será hasta este mes cuando la pandemia alcance la cúspide por lo que el régimen de AMLO y su corifeo Hugo López-Gatell pasarán a la historia como viles mentirosos esconde-muertos.
¿Qué nos dice el nuevo sistema educativo de pantalla?
Que la educación en México se seguirá hundiendo en el desastre a nivel mundial. La nación azteca seguirá siendo exhibida a nivel global como una nación de reprobados y con orejas de burro.
El hecho de que la SEP informe que todo el ciclo escolar 2020-2021 del 24 de agosto de este año a julio del 2021, nos dice claramente que la pandemia en México no está “domada”, como reiteradamente afirma AMLO. Es cierto que la peste del coronavirus “pega” menos en los niños que suelen ser magníficos portadores, la mayoría como casos asintomáticos, pero cuando el virus llega a los hogares arrasa con todos, sobre todo las personas de la tercera edad y otros que estén vulnerables por el padecimiento de enfermedades crónico degenerativas. Esto quiere decir que el Covid-19 llegó para quedarse.
Esteban Moctezuma presume que ya le llamaron de otras naciones para poner en práctica el novedoso sistema educativo mexicano de pantalla, pero eso no debe alegrarnos porque el sistema educativo azteca seguirá siendo un desastre y por televisión quedará evidenciado ese desastre más temprano que tarde.
Igual que hace medio siglo, los chiquillos, unos 30 millones de niños y adolescentes, más los muy desprestigiados y atrasados maestros tampoco tendrán interacción alguna y lo que veremos en televisión serán programas educativos, a los que seguramente los muchachos les harán el “fuchi” por tratarse de una educación parda, como ocurre con algunos programas de televisión culturales que no dejan de rayar en lo pardo.
Ahora, habrá que ver que los programas que inyectará el régimen de AMLO a través de la tele no tengan contenidos con tintes ideológicos o de adoctrinamiento comunista, ni mucho menos en los que se hable de detestables prácticas religiosas de paganismo.
Una gran cantidad de chiquillos de escuelas particulares desertarán de ellas, aproximadamente 2 millones, toda vez que sus padres ya no podrán pagar carísimas colegiaturas por una educación que en muchas ocasiones es parda, ideologizada y religiosa.
Para el magisterio oaxaqueño, la educación que difundirá AMLO por la tele será una educación neoliberal, por lo que el Estado que vio nacer a Benito Juárez no estará inmerso en ese nuevo intento educativo.
Lo saludable para la República es que la educación sea laica, sin tintes partidistas o ideología alguna, como lo consagra la Constitución de México. Verdad que vamos como el cangrejo.