“El Marro”, corrupcion e impunidad
¬ Augusto Corro martes 4, Ago 2020Punto por punto
Augusto Corro
Las autoridades lograron la captura de uno de los criminales más peligrosos que tenía aterrorizado a Guanajuato: nos referimos a José Antonio Yépez Ortiz (a) “El Marro”, capo del Cártel de Santa Rosa de Lima. Esa organización inició sus actividades delincuenciales con el “huachicoleo” (extracción ilegal de gasolina de los ductos de Pemex) en la mencionada entidad. Posteriormente, la mencionada banda amplió sus actividades a la extorsión y al narcotráfico. En los últimos diez años, los guanajuatenses vivieron sumidos en el terror, cansados de ser testigos de la violencia que cobró cientos de vidas, incluidos los secuestros y las masacres.
La paz guanajuatense se apagó. En su lugar aparecieron regueras de cadáveres y más acciones criminales que se incrementaron cuando se declararon la guerra el Cártel de Santa Rosa de Lima y el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), encabezados por el capo Nemesio Rubén Oseguera Cervantes (a) “El Mencho”. “El Marro” abrió frentes de lucha para mantener el control del poder en las plazas donde se dedicaba a la “ordeña” de ductos de gasolina de la paraestatal que perdió sumas millonarias de dinero debido a las las tomas clandestinas de los huachicoleros.
Claro, para perpetrar ese tipo de delito, el Cártel de Santa Rosa de Lima contaba con la ayuda de empleados de Pemex para realizar el huachicoleo con efectividad y seguridad de un trabajo, sin tantos problemas. En esas acciones ilícitas también participaban las autoridades locales y estatales y también federales. En el juicio a “El Marro” saldrán a la luz pública los nombres de aquellos funcionarios que lo protegieron. Con la ayuda de los más altos niveles del poder el huachicol creció e hizo millonarios a los delincuentes. Las autoridades informaron que “El Marro” tenía registradas alrededor de cien cuentas bancarias.
La corrupción en las autoridades propició el crecimiento del Cártel de Santa Rosa de Lima, con su capo que se sentía invencible. Recientemente se empezó a minar su poder, pues se detuvo a sus familiares, incluidos su madre, quién por errores judiciales fue puesta en libertad. Este hecho motivo que “El Marro” subiera a las redes un video donde reflejaba su ira e impotencia. El domingo en la madrugada las fuerzas federales lo detuvieron en su casa en Juventino Rosas, en Guanajuato.
“El Marro” no pudo escapar de sus captores, como sucedió en otras ocasiones, ni se registraron actos de protestas de pobladores como es casi tradición en otras entidades, cuando se detiene a un importante jefe de la mafia del “narco”. En la madrugada del domingo se realizó la captura sin derramamiento de sangre. Ante el juez, el capo tendrá que responder a un sinnúmero de denuncias en su contra por los delitos de robo, secuestro, extorsión y homicidio. Los tiempos de corrupción e impunidad se terminaron para el jefe del Cártel de Santa Rosa de Lima que empezó su carrera delincuencial como ladrón de camiones.
¿Qué sigue tras la detención de “El Marro”? ¿Se repetirá la historia de otros grupos delincuenciales, que ante la ausencia del capo optan por dividirse en grupos e incrementan la violencia? ¿Regresará la paz y seguridad a Guanajuato? Esas respuestas nos las dará el tiempo. El capo multicitado logró crecer con el apoyo de las autoridades que por miedo o complicidad cayeron en el juego criminal de los huachicoleros.
No sóolo en Guanajuato, sino también en otras regiones del país, la “ordeña” de ductos de combustible se aceptaba, o se acepta, cómo una tarea cotidiana, que no presentaba sorpresa alguna. En algunas poblaciones, las autoridades se mezclaban con la delincuencia e inclusive involucraban a la gente, que alcanzaba beneficios económicos derivados del huachicoleo. Con la detención de José Antonio Yépez Ortiz (a) “El Marro” se cierra un capítulo más de la lucha contra delincuencia que gozaba de la corrupción y de la impunidad. ¿Con esa captura las autoridades ya pondrán cantar victoria? ¿Usted que opina amable lector?