A pesar de todo, la 4T asegura que vamos bien
Miguel Ángel Rivera lunes 3, Ago 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
A pesar de la crisis sanitaria y económica agravadas por la pandemia de Covid-19, se le debe reconocer al gobierno de la llamada Cuarta Transformación y, en particular, al presidente Andrés Manuel López Obrador que no pierden el optimismo.
Esta actitud alejada del derrotismo tal vez sea resultado de que, como siempre, el primer mandatario mexicano parece tener “otros datos”.
A pesar de que los organismos internacionales especializados, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Comisión Económica para América Latina (CEPAL), así como instituciones nacionales como el Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística y Geogafía (Inegi) son, con frecuencia, cada vez más negativos y auguran una caída más pronunciada de todos los indicadores económicos, el presidente López Obrador presentó el sábado anterior un panorama casi idílico.
Por ejemplo, aseguró que a pesar de los estragos en lo económico por la pandemia (el mandatario la redujo al 10 por ciento, cuando otros indicadores la ubican casi en el doble) para llevar al país a una crisis como no se veía desde los años 30, la situación cambiará para bien a partir del último trimestre del año.
Otra vez, el gobernante mexicano insistió en que la crisis económica ya tocó fondo y que esto fue posible por su estrategia de inyectar recursos de abajo hacia arriba, sin endeudamiento. Esto, “en vez de rescatar a los banqueros y grandes empresas, como antes se hacía”.
Entre los indicadores favorables señaló la recuperación de la paridad de peso mexicano, que en su peor periodo, de abril a junio, cayó hasta 25 pesos por dólar, pero en fechas recientes se ha recuperado, para regresar a 22.28.
También le restó importancia a la pérdida de casi un millón de empleos formales, e inclusive a la disminución del ingreso de impuestos por el IVA -dijo que el Impuesto Sobre la Renta no cayó en la misma medida- y, a cambio, destacó que ha ido en aumento el precio internacional del petróleo, que llegó a tener valor negativo y ahora se cotiza arriba de los 37 dólares por barril.
En particular, mencionó e hizo un reconocimiento a los residentes mexicanos en el extranjero -especialmente en los Estados Unidos- por el apoyo para la economía nacional que han significado sus remesas, que benefician directamente, según las cuentas oficiales, a casi diez millones de familias nacionales.
Calculó que las remesas alcanzarán 18 mil 992 millones de dólares, cuando en el mismo periodo del año pasado fueron 17 mil 255 millones de dólares.
López Obrador destacó que estas remesas se mantienen a pesar de que durante la crisis en Estados Unidos se perdieron 40 millones de empleos.
Como resumen, sentenció que al cabo de la crisis, lo importante será apreciar quién mantendrá economías con crecimiento, pero al mismo tiempo finanzas públicas sanas sin deuda.
En México, dijo, tenemos la esperanza de que vamos a salir adelante y hemos sostenido que esta crisis va a en forma de “V”, es decir, caímos.
Vamos a salir; vamos a recuperarnos pronto, insistió el Presidente que, como se aprecia, no concede valor a los pronósticos acerca del posible agravamiento de la crisis económica.
Todos quieren que se vaya, pero no el que decide
Si los cálculos en materia económica del gobierno de la Cuarta Transformación generan dudas, todavía menos aceptación han generado los diarios reportes acerca de la evolución de la pandemia del coronavirus que ya ha colocado a México como el tercer país con mayor número de muertes por ese padecimiento y que el pasado fin de semana registró la más alta cifra en una sola jornada.
Si las cifras y las estimaciones acerca del avance de la pandemia no generan confianza general, tampoco hay certeza respecto de las medidas de prevención, pues se mantiene mucha confusión, inclusive en algo tan elemental como el uso del cubrebocas, recomendado por las principales agencias internacionales en materia de salud, pero no considerado esencial por las autoridades mexicanas, además de que el presidente López Obrador se resiste a usarlo, salvo cuando viajó a Estados Unidos para entrevistarse con Donald Trump.
En lo que parece conformarse unanimidad es en torno al coordinador de la lucha contra el Covid-19 y vocero del gobierno federal, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien se ha confrontado con casi todos los sectores, incluidos ex secretarios de Salud, que han advertido acerca de errores u omisiones en el trabajo para prevenir mayor número de contagios.
Pero si los desacuerdos con ex funcionarios del ramo no pasan de las declaraciones, el subsecretario se metió en el terreno peligroso de la política, por un enfrentamiento con nueve gobernadores que se consideraron amenazados por no “respetar” el llamado “semáforo” con el que se pretenden marcar las etapas que atraviesa la pandemia.
López-Gatell les recordó que determinar las fases del “semáforo” es responsabilidad exclusiva del Consejo Nacional de Salubridad, dependiente del gobierno federal y que en casos extremos la desobediencia de sus indicaciones podría significar penas de cárcel para los infractores, aunque sean gobernadores.
Los nueve mandatarios estatales, que han integrado la denominada Alianza Federalista de Gobernadores, se sintieron amenazados injustificadamente y, como respuesta, exigieron la salida del subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell.
Los gobernadores que se sumaron a la petición son los panistas Martín Orozco, de Aguascalientes; Diego Sinhue, de Guanajuato; José Rosas Aispuro, de Durango, y Francisco Javier García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; los priistas Ignacio Peralta, de Colima, y Miguel Ángel Riquelme, de Coahuila; el perredista Silvano Aureoles, de Michoacán; de Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, de Jalisco, y el independiente Jaime Rodríguez, de Nuevo León.
Lo peor para el subsecretario es que a las protestas se sumaron las dirigencias del PAN, PRD y MC.
El presidente de Acción Nacional, Marko Cortés, escribió en su cuenta de Twitter: “Al iniciar julio, demandamos al presidente @lopezobrador la salida de @HLGatell por la desastrosa gestión de la pandemia. Hoy estamos en tercer lugar mundial de muertos. ¡Hagamos lo necesario para salvar vidas!”.
“Ni porque México ocupa un deshonroso tercer lugar a nivel mundial por muertes por Covid-19, el subsecretario (Hugo López-Gatell) tiene la ‘calidad moral’ de presentar su renuncia ¿Qué esperará el epidemiólogo, más muertes, más contagios?”, escribió por su parte Ángel Ávila, dirigente nacional del PRD.
También en redes sociales, coordinador nacional de Movimiento Ciudadano,Clemente Castañeda, manifestó: “Ante el mal manejo de la estrategia frente al #COVID19, es urgente que el @GobiernoMX rectifique el rumbo, que deje de poner en riesgo la salud de las y los mexicanos y que haya total transparencia”.
López-Gatell negó las supuestas amenazas e inclusive sostuvo que no hubo enfrentamiento con los gobernadores, pero la verdad, dicen los enterados, no necesita ningún alegato en su defensa, pues la mayor seguridad de que retendrá su cargo proviene de su jefe, el Presidente de la República, quien ha dado manifestaciones de no ceder ante presiones.
Al respecto, baste recordar que el presidente López Obrador ha sostenido de manera reiterada que “vamos bien” en la lucha contra la pandemia y que la curva de ascenso del número de casos está “aplanada”.
Mientras tanto, en el palacio legislativo de San Lázaro se mantiene la lucha por la presidencia la Cámara de Diputados que, por acuerdo interno, se debe turnar anualmente entre las tres principales fuerzas políticas.
En el venidero periodo ordinario de sesiones, le corresponde ocupar el cargo a un diputado del PRI, pero los “duros” de Morena y asociados, especialmente el controvertido Gerardo Fernández Noroña, maniobran para aumentar la representación del PT para que desplace al PRI y se apropie de la posición que primero desempeñó Porfirio Muñoz Ledo, de Morena, y actualmente, Laura Rojas, del PAN.
Ante esta situación, el coordinador de los diputados del PES, Jorge Argüelles, acusó al PT de ofrecer dinero, posiciones y candidaturas a legisladores de otros partidos para sumarlos a su bancada y advirtió que si la fracción petista le “roba” un solo diputado más, su grupo parlamentario cederá 15 legisladores al PRI.