Cada vez resulta peor el desplome de la economía
Miguel Ángel Rivera viernes 31, Jul 2020Clase Política
Miguel Ángel Rivera
Otra vez, México alcanza una cifra récord, pero desafortunadamente es en sentido negativo.
Para disgusto del gobierno de la llamada Cuarta Transformación, las malas noticias provienen de uno de los aborrecidos organismos autónomos, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Dicha institución reportó que, durante el segundo trimestre, del presente año, la actividad económica en México se hundió 18.9 por ciento.
Esta caída no tiene precedente en los registros del Inegi, pues, además, rebasó el promedio de los pronósticos estimados por gran parte por analistas financieros y, por supuesto, del gobierno que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, que había pronosticado que la economía nacional ya había “tocado fondo”, con un descenso mucho menor.
Como otros indicadores anteriores, las estimaciones del Inegi atribuyen la acelerada caída en buena medida a los efectos de la crisis derivada de la pandemia del Covid-19, pero también a otros problemas surgidos desde antes de la crisis sanitaria.
Al respecto, los especialistas consideran que el deterioro inició en el segundo trimestre de 2019, es decir antes de desatarse la pandemia.
En ese sentido, debe tenerse en cuenta que en los primeros tres meses de 2020, cuando todavía no se daba el brote agudo de Covid-19 en el país, la actividad económica ya había decrecido 2.2 por ciento.
El Instituto destacó que, por sectores, al agricultura registró un descenso de sólo 0.3 por ciento, pero en el otro extremo, las industrias se desplomaron 26 por ciento y el comercio y servicios lo hicieron en 15.6 por ciento.
El titular del Inegi, Julio Santaella Castell, destacó que, con esta severa contracción, suman ya cinco trimestres consecutivos de variaciones anuales negativas de este indicador macroeconómico.
La caída del producto interno bruto (PIB) -el indicador más completo de la actividad económica, pero también menospreciado por el gobierno federal- rebasó lo estimado por el sector financiero. Por ejemplo, los especialistas consultados por Banco de México en junio estimaron que el desplome había sido de 17.94 por ciento.
Como se aprecia, estamos lejos de la promesa de un crecimiento promedio anual de 4 por ciento en este sexenio, ofrecida por el presidente López Obrador, quien desde el año pasado advirtió que el PIB es una medida incompleta.
Aunque sus cálculos resultan más drásticos, el Inegi no está solo al advertir una prolongada caída en la actividad económica. Otro organismos internacionales coinciden en que, luego del impacto del coronavirus, la crisis económica será la más severa en 90 años, desde la Gran Depresión de los años 30, del siglo pasado.
Por ejemplo, el Fondo Monetario Internacional estima que el PIB de México caerá 10.5 por ciento en 2020 y el Banco Mundial prevé un descenso de 7.5 por ciento.
A su vez, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos estima un descenso de al menos 8.6 por ciento y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) de 9 por ciento, lo que además incidirá en que el número de personas en pobreza pase de 53.6 a 63.3 millones y en pobreza extrema de 14 a 22 millones.
Los lamentables pronósticos de la CEPAL fueron ratificados ayer mismo.
En videoconferencia, la secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, dijo que la tasa de la pobreza en la región subirá 7 puntos porcentuales para ubicarse en 37.3 por ciento de la población, producto de una contracción económica de 9.7 por ciento.
Bárcena reiteró que América Latina y el Caribe atraviesan la mayor crisis económica y social en al menos 100 años, lo que intensificará problemas como desigualdad, pobreza, vulnerabilidad económica y brecha de género y entre etnias.
Advirtió que la pandemia dejará una desocupación laboral de aproximadamente 13 por ciento, siendo la población rural, la más afectada.
Esta vez la “pulmonía” le tocó a Estados Unidos
Los negativos pronósticos en torno a la economía mundial hacen recordar esa sentencia fatalista acerca de la estrecha vinculación entre nuestro país y Estados Unidos que dice que, cuando a la vecina potencia estornuda a México le da pulmonía.
Pero debido a las nuevas circunstancias, derivadas en gran medida de la referida crisis por la pandemia, la situación parece haberse invertido.
En efecto, ayer el gobierno de Estados Unidos dio a conocer informes según los cuales la contracción “espectacular” de su economía, durante el segundo trimestre llegó a 32.9 por ciento, casi 14 puntos por arriba de lo estimado por el Inegi, respecto a la economía mexicana.
La contracción marca el peor desempeño de la historia, desde que comenzaron los registros en 1947 y, lo peor, es que la ola de despidos provocada por la pandemia sigue avanzando.
En consecuencia, según informe del Departamento de Trabajo de la Unión Americana, por segunda semana consecutiva aumentaron las peticiones de subsidio por desempleo.
El gobierno federal inconforme con decisión de la Suprema Corte
Comprometido por su promesa de campaña de no aumentar los impuestos, el gobierno del presidente López Obrador busca otros medios de allegarse recursos adicionales para afrontar los crecientes requerimientos derivados de la multimencionada crisis por el coronavirus.
Uno de los intentos es la desaparición de los fideicomisos heredados de anteriores administraciones, los cuales, según estimaciones de algunos especialistas, podrían aportarle casi 700 mil millones de pesos a las arcas de la llamada Cuarta Transformación.
Hasta ahora ese recursos no ha fructificado por la falta de acuerdos en la Cámara de Diputados para avanzar en la extinción de los fideicomisos.
Otro recurso fue el intento de aumentar las tarifas que cobra la Comisión Federal de Electricidad (CFE) a las empresas privadas generadoras de energía, medida que anuló, al menos temporalmente, un amparo concedido por el Poder Judicial Federal a las empresas afectadas.
En respuesta, el gobierno de López Obrador, por conducto de su consejero jurídico, Julio Scherer Ibarra, presentó una protesta para impugnar la suspensión concedida por el ministro Luis María Aguilar Morales a la aplicación de la política eléctrica del actual gobierno.
A principio de este mes, Aguilar Morales dio entrada a las controversias constitucionales promovidas por la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el gobierno de Tamaulipas, quienes alegan que la medida del gobierno federal restringe la competitividad de las empresas generadoras de energía solar y eólica. A la inconformidad se sumaron los gobiernos de Jalisco y Colima, así como el municipio de Aquiles Serdán, en Chihuahua.
En su alegato de inconformidad, el consejero jurídico de la Presidencia negó las supuestas afectaciones a la Cofece o al gobierno de Tamaulipas.
Con todo, el gobierno federal no podrá revertir el amparo a corto plazo, pues la suspensión concedida por el ministro Aguilar Morales se mantendrá vigente hasta que el pleno de la Corte resuelva el fondo del litigio al revisar las solicitudes de amparo, en particular las presentadas por la Cofece y el gobierno de Tamaulipas.
Elecciones en Coahuila e Hidalgo, este año
En su primera sesión con asistencia de sus cuatro nuevos integrantes, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) aprobó en lo general, reanudar las actividades para la preparación de las elecciones en Coahuila e Hidalgo, programadas en principio para el próximo 18 de octubre.
De cualquier forma, la fecha para esos comicios que debieron efectuarse en junio pasado, no es definitiva, pues según expresaron los consejeros electorales, dependerá de las recomendaciones del Consejo General de Salubridad, tal como lo solicitaron los representantes de Morena y el PVEM.
Además, luego de un debate de cuatro horas, se acordó adelantar del primero de enero al 15 de diciembre, la toma de posesión de los ayuntamientos en Hidalgo.
El presidente del INE, Lorenzo Córdova, destacó que este organismo no es un ente autárquico y acatará lo que decidan las autoridades sanitarias. Si éstas determinan el confinamiento total, el instituto lo asumirá, puntualizó en sesión del consejo, la primera a la que acuden los cuatro nuevos consejeros y en donde se guardó un minuto de silencio por las pérdidas humanas registradas por el coronavirus.