Circo de AMLO
Alberto Vieyra G. viernes 31, Jul 2020De pe a pa
Alberto Vieyra G.
En la antigua Roma, la frase “pan y circo”, hacía alusión a la costumbre de los emperadores romanos de regalar trigo o entradas al legendario circo romano para distraer la atención del pueblo de los cruciales problemas sociales o conflictos políticos que azuzaban en su momento.
Pareciera que en México estamos en la era de ese detestable “pan y circo” romano, sólo que en la nación azteca nada más hay circo, sin pan. Es ¡odioso el circo de Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional!
De manera grotesca, AMLO ha tomado el caso Lozoya y el avión presidencial para llevar a cabo un grotesco circo de dos pistas que busca salvar de la debacle electoral al partido Morena en los comicios federales de 2021, pero también el circo de AMLO incita al morbo del “pueblo bueno y sabio” a estar distraído para no fijarse en la catástrofe económica, la de salud pública y la masacre que vive la nación a cargo de las bandas criminales. Ese es el meollo del asunto, pero para distraer a ese “pueblo bueno y sabio”, AMLO se ha convertido en un cínico y corriente bufón. Por sus pistolas no quiere usar cubrebocas para no verse como payaso circense y eso, es un mal ejemplo para todos los mexicanos, pues la lectura que da es que “el coronavirus está domado” o que nos hace lo que el aire a Juárez, porque “ya vamos de salida” y porque a él, la pandemia le hace los mandados, pues para ello tiene sus amuletos que lo protegen y tiene también a un corifeo que engaña a los mexicanos escondiendo los muertos, llamado Hugo López-Gatell, de quien ya se presume que obtendrá una diputación federal por la vía plurinominal para blindarlo con fuero constitucional y que el coronavirus o el “pueblo bueno y sabio” no lo toquen ni con el pétalo de una rosa.
El avión presidencial es la otra pista del circo. Se ríe, se mofa y simula ser un político austero y honesto, cuando todo México sabe que ha lucrado con el poder político a más no poder. El avión presidencial fue desterrado por él, dos días después de rendir protesta como Presidente y tenerlo estacionado en el desierto de San Bernardino, California, nos costó más de 130 millones de pesos y como nadie lo quiere comprar, porque no se puede vender por haber sido adquirido en renta con opción a compra, pues tuvo la brillante idiota de rifarlo en cachitos de la Lotería Nacional, pero salvo el sablazo que les propinó a los ingenuos empresarios que le entraron con su cuerno con 20% de cachitos, nadie quiere que le den el avión, pero AMLO lo usa para su circo engañando que es el avión más ostentoso del mundo. ¡Mentira, todo es mentira! El avión más ostentoso y apantallado del mundo en materia tecnológica y militar es el Air Force One que usan los presidentes en Estados Unidos. Debió pedirle a Trump que se lo enseñara.
Y del caso Lozoya, AMLO ha hecho un cochinero, dándole en la torre a la tan cacareada Fiscalía General de la República autónoma. Lozoya ni siquiera pisará la cárcel porque es insólito que FGR no haya pedido prisión preventiva para Lozoya, según opinan los principales penalistas en México, es decir que la Fiscalía no actúa como denunciante, sino como defensora y el Presidente como el agente del Ministerio Público perdonavidas, arguyendo que Lozoya es un “testigo protegido” o “colaborador”, términos que no figura en ninguna ley mexicana.
Ni hablar el circo de AMLO nos dice que “el que roba un reino, merece la gloria y el que roba poco, merece la horca”.