Lozoya, como Evo: pactos con López Obrador
Adriana Moreno Cordero lunes 27, Jul 2020La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
- ¿Podrá con su nuevo cargo Alfonso Suárez del Real?
Luego de haberse cumplido una semana de que el ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin habría pisado suelo mexicano, se comprueba de manera fehaciente que pactó con el presidente Andrés Manuel López Obrador en lo oscurito, ¿por qué no? y lo que destaca es que intercambió gozar de libertad, -con todo y que se diga que permanece en un lujoso Hospital del sur de la Ciudad de México en calidad de detenido-, por hacer filtraciones que le han servido al mandatario para, una vez más, distraer la atención de los duros efectos de la pandemia de Covid-19 en México, donde las curvas aplanadas son inexistentes y el Presidente es el primero en no acatar las medidas preventivas.
El tabasqueño ha establecido un perverso juego con quien se ha convertido en su carta mayor en esto de justificar los errores y omisiones de la llamada Cuarta Transformación, así que es de esperarse que no tarde mucho en salir la enésima contradicción en su gabinete, específicamente en la Fiscalía General de la República, a cargo de Alejandro Gertz Manero, a quien, -según se sabe-, no le han permitido hacer su trabajo; con eso de que el presidente López Obrador tiene la costumbre de ningunear públicamente a sus funcionarios, en este caso, el manejo del expediente Emilio “ele”, supone que puede hacerlo el tiempo que quiera y para sus muy particulares intereses.
Lozoya Austin -tomando en cuenta que toda comparación es odiosa-, se encuentra en nuestro país casi, casi, como estuvo en calidad de “héroe”, ni más ni menos que el ex presidente de Bolivia, Evo Morales, a quien los integrantes de la llamada Cuarta Transformación, le dispensaron todo tipo de atenciones, privilegios y, como se recordará, mandaron por él en una aeronave en la que no viaja ni el propio López Obrador y hasta coperacha organizó el diputado petista Gerardo Fernández Noroña, de a 500 pesos por legislador, para mantener la estadía del ex mandatario boliviano. Sin embargo, ante el rechazo de buena parte de la población, el boliviano se fue sin hacer ruido de nuestro país, donde llegó a sentirse incómodo, hacia Argentina y actualmente no está en mejor situación.
En el caso del ex director de Pemex, a ver cómo termina.
Por otra parte, y en esto de los acuciosos y calculados movimientos que hacen los de la llamada Cuarta Transformación, en el gobierno de la Ciudad de México, a cargo de Claudia Sheinbaum, se quedaron con un “palmo de narices”, César Cravioto, Tomás Pliego y Héctor Ulises García Nieto, porque cada uno de ellos ya se veía como secretario de Gobierno en la capital de la República, sustituyendo a Rosa Icela Rodríguez, que fue nombrada por el Presidente al frente de la Coordinación de Puertos y Marina Mercante.
Desde el Parque Ecológico de Xochimilco, en una hermosa mañana dominical, la señora Sheinbaum (¿sería ella o su jefe?), optó por el perfil menos idóneo en este cargo, que a partir de ayer ya ocupa quien fuera el secretario de Cultura de la CDMX, Alfonso Suárez del Real.
“Sabe todo”, dijo la jefa de Gobierno de la CDMX en su efusivo discurso de bienvenida. ¿Será?, porque de lo más recordado, está cuando, apenas el pasado 15 de julio, de plano el ex secretario de Cultura “confundió”, (¿o cómo puede llamársele?), a Victoriano Huerta con Francisco I. Madero y en un póster ampliamente difundido, aparecía la imagen del Apóstol de la Democracia, recordando que en 1914 y ante el avance de las Fuerzas Constitucionalistas, Huerta renunciaba al cargo de Presidente del país, que obtuvo como resultado de un golpe de Estado.
De mil maneras, el hoy flamante secretario de Gobierno, trató de justificar su error, pero no pudo conseguirlo. Ahora en esta nueva encomienda, la pregunta es, simple y llanamente, si Suárez del Real podrá con el cargo y no precisamente porque quien lo dejó, Rosa Icela Rodríguez, haya sido la más brillante.
Municiones
*** Si el presidente López Obrador, supone que vistiéndose con sus peores fachas, se disfraza de su “pueblo sabio y bueno” y eso es sinónimo de que está en contacto con él y atiende sus necesidades, está en un craso error; eso no le sirve ni como candidato para las elecciones de 2021. La imagen que el mandatario a pulso ha forjado en el mundo, es verdaderamente patética. Por ejemplo, el semanario inglés “The Economist”, da cuenta que entre los programas que de un tajo acabó el tabasqueño, está el denominando “tres por uno” y que en los últimos 20 años había logrado resultados muy importantes gracias a las aportaciones de migrantes zacatecanos que viven en Estados Unidos y el gobierno federal a un fondo que se destinó a cinco mil 500 obras públicas que tuvieron un costo de 3.5 billones de pesos. Pero llegó López Obrador y de un plumazo lo acabó, de acuerdo a lo que denunció Efraín Jiménez, del FEDZAC, un club de inmigrantes.
*** El gobierno de la Ciudad de México debe cambiar radicalmente su estrategia para hacer frente a la pandemia, declaró la dirigente del PRD en la CDMX, Nora Arias Contreras, quien agegó que la estrategia debe incluir el uso obligatorio de cubrebocas, pruebas masivas principalmente entre la población más vulnerable, como adultos mayores y mujeres embarazadas, así como al personal médico, trabajadores de limpia y servicios urbanos. Además, la dirigente del partido del sol azteca conminó a crear certidumbre en los mensajes para que vayan en una sola línea las declaraciones y recomendaciones del gobierno federal y local. Arias Contreras insistió en su demanda de adelantar la campaña de vacunación contra la influenza con el objetivo de evitar que confluya con el coronavirus y se registre un mayor incremento en contagios y decesos en la Ciudad de México. De manera particular, la dirigente perredista se refirió al Plan por la Ciudad de México, entregado recientemente a la jefa de Gobierno, y en el cual, especialistas en la materia aportaron una serie de recomendaciones para hacer frente con eficacia a los estragos de la pandemia. Reiteró la urgencia de crear una comisión independiente que fiscalice las cifras de contagios, sospechosos y decesos, así como la elaboración de un padrón que permita darle seguimiento a todas las personas que tuvieron contacto con un enfermo de coronavirus porque los datos oficiales distan mucho de la realidad.