Rumbo al primer lugar
Armando Ríos Ruiz viernes 24, Jul 2020Perfil de México
Armando Ríos Ruiz
México es uno de los países del mundo que peor ha tratado la pandemia. El resultado, siempre lo dijeron los expertos, desembocaría en una recuperación más lenta y los estragos que causaría serían desastrosos.
A finales de marzo, más o menos, se supo que un virus altamente peligroso había escapado de un laboratorio de Wuhán, China y que se esparcía por todo el mundo, con su carga mortal a cuestas. Además, se trataba de un germen altamente nocivo, muy contaminante y lo peor de todo, no había cura, pues era nuevo y por lo tanto, desconocido para la ciencia médica.
Mucha gente, en México, no reaccionó. Yo mismo pensé que había más alarma que verdad. Gracias a Dios, alguien se encargó de convencerme de que el virus no respetaba prácticamente nada y que era estrictamente necesario observar las poco difundidas normas de seguridad para evitar su alcance. De lo contrario, el peligro estaría latente y la contaminación sería inminente.
Poco a poco, en la Ciudad de México, la gente empezó a plegarse a las recomendaciones sanitarias, aunque muchos pensaron, igual que hoy aún, que era mentira; que algún político poderoso se encargaba de difundir la existencia del enemigo invisible con intenciones de dominar a otros países, de controlar la economía mundial y cosas por el estilo.
En México, nuestro mandatario descartó de inmediato la existencia del virus y de inmediato comenzó a pedir a los mexicanos no hacer caso de dicha noticia. Luego apareció en una de sus conferencias con una bola de amuletos y con citas, como aquélla que dice: “detente enemigo, que Jesús está conmigo”.
Se negó insistentemente a observar las recomendaciones de organismos internacionales, como a usar el cubre boca, los geles antibacterianos y otros elementos preventivos. En sus giras se presentaba con la sonrisa imborrable. Saludaba de mano a todo mundo y besaba a los niños, como ejemplo de que el germen maligno era producto de alguna mente calenturienta.
Luego se atrevió a vaticinar, tal vez convencido de que realmente era un genio y además científico, de acuerdo con sus aduladores, lisonjeros, que el coronavirus desaparecería el 19 de abril exactamente. Pero no ocurrió. Resulta que a esas fechas el asunto se había complicado y que en muchas partes del mundo, la gente moría solitaria por esa causa.
Su compañero en el manejo de las predicciones, Hugo López-Gatell, apareció en conferencias nocturnas, sólo para confundir. Mientras lanzaba alguna estupidez, al día siguiente su jefe lo desmentía. Luego vinieron más vaticinios mentirosos.
Pero en las redes sociales, alguien que se hace identificar como @AlvarezMaynez hizo un recuento puntual de proclamas contra la pandemia, hechas todas por el Presidente, desde el púlpito mañanero, que no abandonará nunca, por más aburrido e inútil que resulta.
Dice sobre las aseveraciones en boca del tabasqueño: “29 de abril, se aplastó la curva. 11 de mayo, se aplanó la famosa curva. Ha sido muy eficaz el tratamiento que se ha dado a esta pandemia. 2 de junio: Se ha logrado controlar en México la pandemia. 9 de junio: México está dando un ejemplo en el mundo porque logramos aplanar esta curva. 15 de junio: ya hay una luz que indica que vamos a salir del túnel. 12 de junio: la conclusión es que la pandemia va a la baja, está perdiendo intensidad. 13 de julio: va perdiendo fuerza la pandemia”.
El caso es que, de acuerdo con mediciones de organismos de otras latitudes, que observan el comportamiento del mal y el pésimo tratamiento que se da en diferentes países del mundo, más que nada para hacer conciencia y obligar a extremar las precauciones, hoy disputamos el primer lugar en contagios y muertos en el planeta, con Estados Unidos, Inglaterra y Brasil.
La información irresponsable que han dado las autoridades del ramo, ha ocasionado una terrible confusión al decir en reiteradas ocasiones que la curva va a la baja, Esto ha sido el pretexto para que mucha gente, también irresponsable, relaje su conducta con el consecuente riesgo de contagio y muertes, como se están viendo.