Muñeco de nieve
Freddy Sánchez jueves 23, Jul 2020Precios y desprecios
Freddy Sánchez
¿De largo, mediano o corto alcance será el impacto social del caso Lozoya?.
Eso dependerá de las habilidades del presente gobierno y los recursos de los que eche mano para sacar el máximo provecho posible a las indagatorias y acciones contra la corrupción de la pasada administración sexenal.
Una rápida exposición sobre las acusaciones de ex director de Pemex, en su calidad de testigo colaborador del régimen en turno, por más que se abarque a personajes de alto nivel y se los meta a la cárcel, podría ver reducida en cuestión de meses, la exaltación de la imagen institucional lograda con el duro golpe anti corrupción que se habría dado.
De ahí que, entre más tiempo se mantenga en el ánimo social la persecución implacable de “los pollos gordos” del gobierno anterior, incluyendo el decomiso de fortunas mal habidas, lógicamente se prolongará en la percepción de la gente el buen crédito que de estas acciones logrará la 4T.
En caso de que suceda pues, esto segundo y no lo primero, naturalmente, que el gobierno de Andrés Manuel conseguirá llegar a la elección intermedia del próximo año con un alto porcentaje de apoyos electorales, afines a su evidente voluntad de conservar la mayoría legislativa con la que cuenta en la actualidad, gracias al arrollador triunfo presidencial y de su partido en las elecciones donde “Morena” se catapultó como el super poder político que ahora es para tomar decisiones casi absolutas por su influencia camaral.
Y eso es justamente lo que el partido en el gobierno tendrá que esmerarse en conservar, puesto que de perder una parte de las curules que le dan el peso que tiene en estos momentos, la oposición será la gran triunfadora de las elecciones por venir, salvo que los acaparadores de las sillas que pierda “Morena” en la Cámara de Diputados, los puedan conservar sus aliados políticos que ahora tiene y los que podría tener.
Ante este panorama pues, los manejos judiciales que se logren dar en la lucha contra la corrupción, a partir de la extradición de Emilio Lozoya y su acuerdo con el gobierno federal para destapar “la cloaca” de la corrupción en tiempos de Peña Nieto, influirán necesariamente en el espectro político nacional en torno a la gran disputa por el poder legislativo entre Morena y sus opositores partidistas.
De modo que si el caso Lozoya, junto con lo que resulte más adelante con la solicitud de extradición del ex gobernador César Duarte y el señor Cerón, al que se acusa de haber incurrido en actos criminales por lo de Ayotzinapa, se aprovecha hábilmente en los próximo meses, reservándose diversos “golpes mediáticos” que reanimen el apoyo hacia el gobierno en turno, no cabe duda que los opositores al partido en el gobierno, difícilmente, podrán “desbancar” a los morenistas de la Cámara de Diputados, restando en buena medida el poder del que gozan actualmente.
Esto último podría suceder solamente, más allá de lo que se logre en la campaña contra la corrupción política, si la crisis económica a causa de la pandemia se agudiza y prolonga durante el próximo año y, aparte de ello, los actos criminales violentos, atribuidos a las mafias de la delincuencia organizada, en vez de aminorar se mantienen vigentes.
De tal suerte que el gobierno de Andrés Manuel que logró obtener un gran triunfo electoral para llegar a la presidencia, y de hecho, sigue contando con una amplia simpatía entre los electores posibles, (aparentemente más que los que están resueltos a ir en contra de “Morena” el año próximo), tendrá que “jugar sus cartas” contra la corrupción y el combate a la delincuencia con máxima sapiencia.
Lo mismo que por supuesto tendrá que hacer en el tema económico, procurando que la crisis no llegue a dañar gravemente la economía familiar incluso entre sus partidarios electorales. Dejemos al tiempo lo que habrá de suceder en la economía nacional.
Y también en la lucha contra la corrupción, lo que para algunos podría ser la arrasadora caída de un alud encima de las “cabezas” de varios corruptos “intocables” del pasado régimen, en tanto que otros dan por hecho que en el mejor de los casos lo que se terminará viendo en el combate a la corrupción sexenal será un más o menos vistoso y derretible “muñeco de nieve”.