Sumiso, Arturo Herrera aguanta que el Presidente le enmiende la plana
Adriana Moreno Cordero jueves 23, Jul 2020La Retaguardia
Adriana Moreno Cordero
Con las escenas vistas en la gustadísima conferencia de prensa mañanera que ayer tuvo una gran variedad, como si fuera un show cómico, mágico y musical, muy austero, eso sí, buena parte de asistentes y no asistentes se acordaron de la primera fotografía que se tomó Arturo Herrera, secretario de Hacienda y Crédito Público, cuando fue nombrado por el presidente Andrés Manuel López Obrador como nuevo responsable de las finanzas públicas, a la salida de Carlos Manuel Urzúa, quien sin duda, realizó uno de los actos más coherentes de su vida, pero eso es otra cuestión.
Fue hace poco más de un año, -en julio de 2019- cuando el Presidente y el entonces nuevo funcionario, fueron captados en Palacio Nacional. Pese a manifestar Herrera que asumía su nueva encomienda con gran ilusión y responsabilidad, su rostro decía otra cosa totalmente distinta. La seriedad y el temor lo dominó, con todo y que intentó una acartonada y sudorosa sonrisa nerviosa.
En ese entonces, empezó a correr la versión en los corrillos políticos de que no pasaría mucho tiempo y a más tardar en diciembre del año pasado, Arturo Herrera dejaría la titularidad de la SHCP, cosa que finalmente no pasó.
Y puede que el problema es que el responsable de las finanzas públicas se dejó ningunear y en varias ocasiones, el Ejecutivo le ha “enmendado la plana” a Herrera Gutiérrez, situación que se recrudeció con la contingencia sanitaria de Covid-19, cuando el titular de la SHCP se tuvo que quedar con un palmo de narices porque programa que presentó o declaración que hizo, fue desmentida públicamente por el tabasqueño y a él no le quedó nada más que aguantar, sumiso.
La más reciente fue en una reunión con industriales, donde habló del uso del cubrebocas como parte fundamental para la reactivación económica, tan necesaria y urgente en estos tiempos de crisis.
Pues más tardó en decirlo, que el Presidente en descalificarlo ayer en la mañanera: “creo que está muy desproporcionado, (la declaración de Herrera Gutiérrez), si el cubrebocas fuese una opción, pues me lo pongo de inmediato, pero no es así”, dijo López Obrador.
Los colores se le subieron al secretario de Hacienda cuando tuvo que aceptar frente a su jefe que sí había dicho eso; un desmentido más no importó, no en balde ha tenido un actitud totalmente sumisa, desde que asumió el cargo.
Luego quiso corregir diciendo que eso del uso del cubrebocas lo había utilizado como una analogía para decir que en la reactivación económica se debe tener extremo cuidado, pero el regaño ya estaba ahí.
De cualquier manera, Herrera Gutiérrez confió, ya no frente a su jefe: “no tengo duda de que vamos a salir de esto (de la pandemia del Covid-19) y con el menor costo para la población”.
En este contexto, un dato no sobra. Existen diversas encuestas que reportan, por cierto, que son los hombres los que se resisten y de plano, no utilizan el cubrebocas en esta pandemia porque lo consideran un símbolo de debilidad. Eso pensará el tabasqueño; si ya de por sí, el desencanto de buen número de sus seguidores aumenta día a día y se ha agudizado con la crisis sanitaria, no usa cubrebocas porque se vería aún más débil y mermado, como cuando fue a visitar en Estados Unidos el monumento a Abraham Lincoln, ¡qué chiquito se veía!
Municiones
*** Por cierto, no dejó de llamar la atención que en la variadísima mañanera, el presidente López Obrador, públicamente les reclamara, -muy fraternalmente, eso sí, cosa que no hace con el secretario de Hacienda-, a los presidentes de la Junta de Coordinación Política, tanto en la Cámara de Diputados, como al Senado de la República, Mario Martín Delgado y Ricardo Monreal Avila, respectivamente, porque en este periodo extraordinario, sólo se haya incluido el tema de la elección de los consejeros del INE, dejando fuera otros temas que mucho le interesan al tabasqueño como la desaparición de fideicomisos, y la presunta transparencia en la compra de medicamentos.
*** Demasiado “cantada” por el tabasqueño la salida de Javier Jiménez Spriú de la secretaría de Comunicaciones y Transportes por un conocido conflicto de interés y porque no está de acuerdo el funcionario con que la Secretaría de Marina, que encabeza José Rafael Ojeda, asuma el control de los puertos.
*** Al momento de cerrar este espacio, luego de muy intensos jaloneos y con cinco horas de retraso, los diputados llegaron a un acuerdo para votar a los nuevos consejeros del INE, que serían: Norma Irene de la Cruz Magaña, Carla Astrid Humphrey Jordan, José Martín Fernando Faz y Uuc-Kib Espadas Ancona. Morena no aceptó otras propuestas hechas por la oposición; finalmente también, John Ackerman, María de los Dolores Padierna, Gerardo Fernández Noroña y Benjamín Robles quedaron desactivados en sus pataleos y se supone que todo se llevaría a cabo sin mayor problema. Sin embargo, de las cosas que llamaron la atención, por ejemplo, a los guanajuatenses que fueron propuestos, de inmediato los descalificaron nada más por ese hecho, es decir, por el estado donde nacieron. Y eso que se supone que la semana pasada, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez ya había fumado “la pipa de la paz” con el presidente López Obrador. ¡Qué tal que no!
*** En conferencia de prensa, el presidente de la Jucopo en la cámara alta, Ricardo Monreal Avila, declaró que después de 23 años, “hoy se inicia la corrección del rumbo del Sistema de Ahorro para el Retiro”, esto, después de que López Obrador presentara una iniciativa en la materia. Agregó el zacatecano que es tiempo de la justicia social para las y los trabajadores, ya que con este acuerdo “se esfuma el fantasma de la nacionalización o estatización de los fondos de ahorro de los trabajadores”. Destacó que el gobierno pudo haber postergado esta reforma, sin embargo, no lo hizo y reconoció la negociación encabezada por Arturo Herrera y Carlos Aceves, de la CTM ha sido destacada. Asimismo, el senador Monreal Avila celebró que el grupo empresarial que coordina Carlos Salazar Lomelín, del CCE, haya logrado este acuerdo, el cual tendrá que traducirse en ley. Añadió que con la nueva propuesta, los trabajadores, que son los más lastimados con la reforma anterior, “no aportarán nada, no harán un esfuerzo adicional, no se les puede pedir un esfuerzo adicional”. Detalló que la aportación de los empresarios se incrementará al 15.88 por ciento en un periodo de ocho años, además, disminuirán las ganancias de las afores. Asimismo, la reforma incluye modificaciones a las comisiones que cobran las afores para armonizarlas con los estándares internacionales.