Ejército y las nubes de humo
¬ José Luis Arévalo jueves 23, Jul 2020De frente y claro
José Luis Arévalo
Que si Emilio Lozoya ya está en México, que si fue detenido el ex gobernador de Chihuahua, Javier Duarte, que si se acerca la fecha de la rifa del avión (el cual por cierto, ya ha de estar aterrizando en nuestro país), que si van contra empresas factureras o que si estamos ya empezando a salir de los daños de la pandemia. El caso es que con todos estos temas se busca ocultar aquellos que realmente son o deberían ser de nuestro interés ya que el gobierno, convenientemente, se aferra a ignorarlos; como los ya 40 mil muertos por coronavirus, el incremento en los feminicidios, de la delincuencia (aunque el Alfonso Durazo diga lo contrario), de la inoperancia de la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero -que está más ocupada de otros temas como darle permisos de residencia a inmigrantes-, o del ya tan vergonzoso tema de la falta de medicamentos para los niños con cáncer. Pero esa es justamente la intención del gobierno: distraela atención de muchos y quedar bien con los seguidores de la 4T que aseguran que las cosas se están haciendo bien, tal y como se dice en cada “mañanera”.
Solo un ejemplo: la llegada de Emilio Lozoya no pudo haber sido más oportuna en estos momentos cuando estamos a poco más de un mes de empezar las campañas rumbo a las elecciones del año próximo. El caso del ex director de Pemex será la mejor pieza para recordarle a los electores los daños que puede traer votar por la actual oposición. Tema que sirve de tapadera para todos los temas que le acabo de comentar y que Morena ha ignorado. Sin embargo, la palabra “corrupción” es mucho más fuerte y atractiva para la 4T y sus seguidores que los muertos por Covid o por cáncer.. total, han de decir “ya estaban enfermos”.. si, así, con esta indolencia.
Y en este marco, lo que es peor es el poderío que muestran los cárteles del crimen organizado. ¿O no lo cree usted así? Basta con ver el comando élite del Cártel Jalisco Nueva Generación en cuyo video se veía armamento, autos blindados y uniformes militares. ¿Y la respuesta cuál fue? El Presidente primero dijo que era falso, luego su Secretario de Seguridad dijo no sentirse amenazado y, finalmente, el Secretario de la Defensa aceptó que así está la realidad de este grupo criminal. Si al gobierno no le preocupa o dice no preocuparle, a nosotros, como sociedad, si debería preocuparnos porque hemos sido testigos de lo preparados y bien armados que están estos sicarios.
Y además, también hemos sido testigos de que a pesar de esto, el gobierno federal sigue en su postura de no hacerles frente, de “abrazos y no balazos”, al tiempo en el que el crimen organizado se ha ido apoderando de varios puntos en el país, al tiempo en el que sobajan a nuestras fuerzas armadas, antes tan respetadas y queridas, y que ahora, en lugar de enfrentar a la delincuencia son asignados para construir un aeropuerto, cuidar las fronteras, plantar árboles, limpiar el sargazo de las playas y vaya a usted saber cuántas otras funciones, pero ninguna para prevenir o enfrentar el crimen organizado. Es más, cuando lo enfrentaron, tuvieron que bajar la cabeza para la liberación de Ovidio… ¿Lo recuerda?