Llegada de Lozoya
Eleazar Flores lunes 20, Jul 2020Espacio Electoral
Eleazar Flores
ENREDIJO.- Espectáculo bananero el de la Cuarta Transformación acerca de la llegada a suelo azteca de Emilio Lozoya el pasado fin de semana, pues mientras el Presidente de la República lo ubicaba ya detenido, Durazo lo buscaba en separos de la FGR y los medios… no vieron nada.
Sin enfermedad alguna, según reportes médicos de España, Lozoya partió a México, pero resulta que durante el vuelo se enfermó y Dios me libre llevarlo a un hospital del INSABI, ni siquiera del ISSSTE o IMSS, llegó al hospital Ángeles del sur, uno de los más caros, lo que tiene sin cuidado al “testigo colaborador”, según el senador Ricardo Monreal, con mayor claridad en el asunto.
En ocasiones el padre de la Cuarta Transformación presume que un Presidente lo sabe todo, pero en el caso Lozoya, dijo no haber platicado desde hace cinco meses con el Fiscal General de la República, Alejandro Gertz Manero, a quien le tiene toda la confianza, por lo que el caso del ex director general de PEMEX está en buenas manos. Pero Gertz no aparece por ningún lado.
MONREAL.- El senador zacatecano Ricardo Monreal Ávila, doctor en Derecho se las sabe “de todas, todas”, en materia jurídica por lo que públicamente es quien encasilló en el rubro de “testigo colaborador” a Emilio Lozoya Austin, que seguramente le dará más ventajas al inculpado pues no sea crea que aceptó venir a su patria con las manos vacías, sólo desde el punto de vista legal.
La primera evidencia de su trato privilegiado ante la justicia mexicana es que no ha pisado cárcel alguna, para lo cual la Fiscalía General de la República montó todo un escenario para que los medios de comunicación, que velaron e hicieron guardia entre noche y madrugad de viernes a sábado, se quedaron con las ganas de entrevistar y captar al inculpado. Veremos que sigue en el guión elaborado por la FGR.
En el estado de México, con 6,915 defunciones al sábado, aproximadamente el 15% del saldo nacional, se pasa del semáforo rojo al naranja, seguramente para uniformar actividades con su vecino ¿cómodo?, la CDMX, cuyas víctimas de ambos lados eran las populosas zonas limítrofes como el Toreo y Ecatepec en la zona nor-noreste o la sur-sureste en Nezahualcóyotl e Iztapalapa. Ejemplo es la avenida Zaragoza.
Con o sin semáforo naranja, la actividad mexiquense se vino incrementando desde la semana pasada, con el aumento vehicular en carreteras y la apertura de plazas comerciales, por lo que quitado el freno oficial, ahora queda en la población asumir responsablemente esa libertad en la salida y circulación pues escandalizarnos de la ineficiencia oficial no basta.