El cubrebocas y su uso obligatorio
¬ Augusto Corro lunes 20, Jul 2020Punto por punto
Augusto Corro
El uso del cubrebocas para enfrentar al coronavirus (Covid-19) debe ser obligatorio. Es por lo menos una forma práctica para evitar el contagio; pero mientras que en el algunos países se castiga a quien evada esa medida, en otros poco o nada le interesa a la gente cuidar su salud y de la población en general.
Las autoridades deben empeñarse en convencer a los rebeldes a cubrirse la boca y la nariz como una acción importante para romper la cadena de contagios, así como las demás medidas sanitarias, como únicas armas para evitar el avance del virus.
En el mundo, son ya más de 14 millones de casos de Covid-19, por primera vez se registraron un millón de contagios en menos de cien horas. La pandemia no es un juego, es una amenaza letal y así tiene que entenderse.
El coronavirus causó la muerte de más de 590 mil personas en alrededor de siete meses. La enfermedad se propaga con mayor rapidez en América, donde se producen más de la mitad de infecciones y muertes en el mundo.
En México, la Covid-19 se encuentra muy lejos de ser domada. Las autoridades sanitarias confirmaron 7 mil 615 nuevos contagios en 24 horas, el número más alto para un solo día desde que el país registró su primer caso, el pasado 27 de febrero.
También reportaron 338 mil 913 contagios en total y 38 mil 888 defunciones. Cabe preguntar cuál fue o es el mal manejo de la pandemia, pues se muestran cifras elevadas de personas muertas y contagios.
¿Se inició tarde el combate al virus? ¿No se hicieron pruebas suficientes para detectar a los enfermos, proporcionarles el respectivo tratamiento y seguir la vigilancia contagiados? ¿Y el funcionamiento de los semáforos sanitarios es el adecuado?
Quizás lo que más nos preocupa ahora es el manejo del mencionado semáforo, cuya aplicación es indecisa, a unos estados se les autoriza el avance al color naranja, pero luego de varios días de experiencia negativa los regresan al rojo. La desinformación por parte de las autoridades sólo provoca mayor incertidumbre en la población. En ciudades con millones de habitantes como la Ciudad de México parece que no se registró la pandemia.
Basta con ver las calles del llamado Centro Histórico para comprobar los ríos de gente con y sin cubrebocas. Lo mismo ocurre en las unidades de transporte colectivo. Supuestamente, la capital se encuentra en semáforo naranja con la autorización de apertura de determinados negocios, con horarios especiales, la recepción del número de clientes, etc.
La realidad es que la amenaza del coronavirus está presente y no se sabe, ni remotamente, cuando terminará la pesadilla, pues a la fecha no hay ni remedio ni medicamento para prevenir o curar el Covid 19.
Y si a lo anterior le suma la desidia, ineptitud e insolencia de las autoridades de los tres niveles, municipal, estatal y federal, para combatir la pandemia, ya sabe usted, amable lector, los resultados: más personas contagiadas y mayor número de decesos.
¿Por qué las autoridades no actúan con medidas más enérgicas contra aquellos que se niegan a usar el cubrebocas? ¿Por qué no intensifican sus campañas para concientizar a la gente que debe quedarse en casa?
En los últimos meses, en decenas de países hicieron obligatorio el uso de cubrebocas, en México esa medida sanitaria se aplica de manera dispareja. Por ejemplo, 21 gobiernos estatales ordenaron su uso cuando se sale de casa. ¿Y el resto de entidades? Ya sabe, en ellas las autoridades actúan conforme les viene en gana, ajenas a lo que les ocurre a sus gobernados.
Claro, hay ciudadanos que se solidarizan en la lucha para frenar el coronavirus, pero no son todos. A los renuentes a usar el cubrebocas hay que convencerlos de la necesidad de que cambien su actitud. Que ayuden, no es mucho lo que se exige, al cumplimiento mínimo de un esfuerzo para beneficio propio y de la colectividad. ¿Usted qué opina amable lector?
PUNTOS SUSPENSIVOS… El caso político de moda lo encabeza el ex director de Pemex, Emilio Lozoya Austin, quien recién llegó extraditado de España. Al ex funcionario se le acusa de los siguientes delitos: operaciones con recursos de procedencia ilícita, asociación delictuosa y cohecho. Desde su arribo al aeropuerto fue llevado directamente a un hospital privado para su tratamiento contra la anemia, que padece, según dicen. No pisó la cárcel. Su situación jurídica revela que será tratado por las autoridades como personaje VIP, debido a que ayudará a la justicia, pues “cantará” apoyado con videos de políticos transas, cómplices o socios, embarrados en los negocios ilegales… La dirigente del PRD, capitalino, Nora Arias, declaró que es necesario que las autoridades sanitarias adelanten la campaña de vacunación contra la influenza, a fin de evitar que confluya con el coronavirus y evitar que se cofundan los diagnósticos de ambas enfermedades. Dijo que al tener juntos los dos padecimientos, la infraestructura médica actual colapsaría durante el invierno… Al senador morenista, Pedro Haces, le frustraron varios días de fiesta organizados para festejar su cumpeaños. Las autoridades capitalinas le clausuraron su plaza de toros, en su rancho, ubicado en San Miguel Ajusco, Tlalpan, a donde asistirían decenas de sus seguidores a festejarlo. Pese a la emergencia sanitaria, don Pedro, quien se siente como el Fidel Velázquez moderno, tenía un cartel interesante de matadores, para las corridas de toros que efectuarían el fin de semana.