La escoba anticorrupción
¬ Augusto Corro miércoles 15, Jul 2020Punto por punto
Augusto Corro
La lucha contra la corrupción es una de las principales acciones del gobierno federal. En los discursos del presidente Andrés Manuel López Obrador casi siempre se condenan las acciones de los corruptos… pero nada más. Todo mundo sabe que ex gobernadores y exfuncionarios que saquearon las arcas de la nación no la pasan tan mal. Son beneficiarios de la impunidad, entre otras cosas.
Los corruptos se van del país en cuanto terminan sus gestiones administrativas, los tiempos de sus gobiernos. Huyen con todas sus riquezas mal habidas. Cuando son detenidos en el extranjero saben que no es tan grave su situación penal. Se encontrarán jueces con leyes laxas que las penas se verán como premios para los delincuentes.
Y si no huyen de México, aquí en nuestro territorio disfrutan las cuantiosas fortunas que suman dinero, residencias, ranchos, cuentas bancarias aquí y en el extranjero, etc., con el placer de no ser molestados por los representantes de la justicia. De todas formas, su situación jurídica se queda en los expedientes penales para archivarlos.
Por ejemplo, la semana pasada se reabrió la carpeta de un asunto espinoso que tiene a personajes importantes acusados de tortura a una periodista y escritora, Lydia Cacho Ribeiro. Se informó que uno de los sujetos. Kamel Nacif, “El Rey de la Mezclilla”, que participó en la detención ilegal y tortura de la comunicadora fue ubicado en el Líbano y se solicitó su extradición.
Ese empresario y el entonces gobernador de Puebla, Mario Marín, con todo el poder que disponía, ordenó a sus policías que fueran a Quintana Roo por la periodista, sin respetar ninguno de sus derechos. Todo el problema surgió por un libro que escribió Cacho Ribeiro en el que desenmascaró a una banda de pedófilos, en complicidad con políticos del primer nivel.
En venganza, Kamel Nacif y Mario Marín decidieron castigar a la periodista y escritora y violaron los derechos los derechos humanos. Ella decidió exigir justicia desde hace más de dios sexenios; parece que ahora sí logrará que uno de los dos inmiscuidos en su tortura y detención rinda cuentas ante la justicia. ¿Y “mi gober-precioso” como llamó el propio “Rey de la Mezclilla” a su amigo Marín, que destino le espera?
Si la escoba anticorrupción opera, “mi gober-precioso” no debe preocuparse, porque la barredora no barre parejo. Dice el mandatario López Obrador que la escalara se barre de arriba hacia abajo, pero según vemos, no ocurre así. ¿Usted amable lector sabe de peces gordos en la cárcel? ¿Son muchos? ¿Unos cuantos? ¿La escoba anticorrupción nada más barre y no castiga?
En abril del año pasado se giró de aprehensión contra Marín y la banda de cómplices y que se sepa, solo uno que otro de los implicados fue detenido. “Mi góber precioso” sigue libre y así continuará sin ser molestado. Sabe bien como se barre la escalera y cuando ni siquiera la acercan a hacer limpieza. La corrupción fue o es parte de la forma de gobernar en innumerables estados.
De castigar a los corruptos, decenas de exgobernadores serían enviados a la cárcel, por temporadas cortas. También podrían purgar las condenas en el calor del hogar, o en algún nosocomio. Sin embargo, esos exmandatarios viven tranquilos, con sus mansiones en Estados Unidos, de preferencia en Miami o los principales sitios de Nueva York, o simplemente se quedan en México, para dedicarse al golf o a los romances escandalosos.
Están en puerta los juicios a varios corruptos por diversos delitos, la mayoría por peculado, lavado de dinero y enriquecimiento ilícito. Se encuentra lista la barredora anticorrupción y la pregunta es a partir de que parte de la escalera empezará la limpieza. Por ejemplo, en el caso del exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya, que está por llegar a México extraditado de España.
Viene a nuestro país donde tiene que aclarar sus presuntos negocios millonarios ilegales con la empresa Odebrecht. También se encuentra por arribar a México el exgobernador de Chihuahua, Oscar Duarte, quien tendrá que responder del delito de peculado y lavado de dinero. ¿Cómo se aplicará la barredora anticorrupción en estos dos casos? No falta quien piense que se empezará a barrer de abajo hacia arriba. Como es ya una tradición, los peces gordos no serán alcanzados por la escoba.