López-Gatell, el virus de la incertidumbre
Guillermina Gómora Ordóñez martes 14, Jul 2020Caleidoscopio
Guillermina Gómora Ordóñez
Fiel a su estilo de la “Chimoltrufia”, Hugo López-Gatell, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, manda de nuevo, señales encontradas en la estrategia para atender la pandemia por Covid-19. Sus contradicciones y protagonismo político-mediático van de la negligencia a lo criminal.
Las cifras oficiales así lo confirman, México registra más de 35 mil muertos; alrededor de 300 mil contagios confirmados y más de 74 mil casos sospechosos acumulados. México tiene una tasa de letalidad de 11.67%, mientras que la mundial es de 4.6%. Una tragedia por donde se le mire, en lo sanitario, lo económico y lo social.
Sin embargo, López Gatell y el presidente Andrés Manuel López Obrador, afirman que el brote de Covid-19 va a la baja, que “está perdiendo intensidad en el país”. ¿Será?
Convendría que alguien les avisará que somos el cuarto país con más muertes y con la inercia actual, superaremos a Reino Unido en los próximos días; También somos el séptimo en casos y el décimo quinto en tasa de mortalidad.
Los datos del subsecretario no resisten la mínima revisión, sus estadísticas han sido cuestionadas dentro y fuera del país por diversos especialistas. Al 19 de junio pasado, por ejemplo, la Secretaría de Salud presentó como oficial la cifra de 20 mil 394 muertes. Sin embargo, ese día, el Registro Nacional de Población reconocía 38 mil 815 fallecimientos por Covid-19. Un subregistro de 18 mil 421 decesos.
El matemático Raúl Rojas, de la Universidad Libre de Berlín, a partir de datos oficiales, formuló reglas para obtener números más realistas: en México habría más de 5.7 millones de personas que se han contagiado y al menos 65 mil decesos.
Desde que López-Gatell decretó el inicio de la “nueva normalidad”, en pleno apogeo de la pandemia, los contagios por Covid-19 crecieron 169% y las muertes casi 200%. La realidad atropelló a su semáforo para regular la reapertura. La herramienta no funcionó, sólo provocó otro choque entre gobernadores y el Presidente.
El prometido pico de la crisis sanitaria y su descenso no llegan. En su faceta de poeta, el subsecretario utilizó la metáfora de una cordillera para describir la ruta de la epidemia. Acorralado por la evidencia, López-Gatell eliminó la tabla de contagios de sus informes nocturnos y ahora también descontinuó el uso del semáforo epidemiológico nacional, luego de repartir culpas y eludir su responsabilidad.
Sus pifias rayan en lo temerario, al inicio de la pandemia descalificó el uso del cubrebocas bajo el argumento de que no servía para prevenir la transmisión del virus, después matizó su posición diciendo que podía tener utilidad si lo usan las personas enfermas, con la finalidad de reducir la emisión de virus.
Casi cuatro meses después con su semáforo en rojo y más de 35 mil muertos, afirma que el cubrebocas se suma a las medidas de higiene y sana distancia que permanecerán en la sociedad para prevenir el coronavirus.
Al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud nomás no se le dan las cuentas, o no quiere no fallarle a su líder. Muestra de ello es el fallido pronóstico del pasado 16 de abril cuando anunció que para el 25 de junio la epidemia habría concluido en el Valle de México. ¡Ajá!
Como es evidente, la pandemia no terminó, seguimos en crisis y bajo el amago de volver al confinamiento. La Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud advirtieron, la semana pasada, que “la reapertura a ciegas, sin tener en cuenta los datos, podrían llevar a situaciones que nadie quiere”.
En efecto, estamos en un momento crítico porque la errática estrategia del doctor López-Gatell, pasa factura en lo económico. La pandemia del Covid-19 y las medidas de confinamiento ocasionaron la pérdida de 12.5 millones de trabajos en México, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Basta ya de contradicciones y de repartir culpas, a los medios, a los ricos que trajeron el coronavirus, a los obesos, a la oposición, a los críticos, a los gobiernos estatales y a la población por salir a trabajar para tener que comer.
Urgen acciones reales y contundentes para enfrentar a la pandemia. México necesita un epidemiólogo confiable comprometido con la salud pública, no un médico “Rockstar” al servicio de un proyecto político.
VERICUENTOS
Monreal, guiño al ingreso básico
¡Por fin! Ricardo Monreal, coordinador de Morena en el Senado, aseguró que su bancada está dispuesta a discutir nuevos esquemas de política social como el establecimiento de un Ingreso Básico Universal. La propuesta la impulsa, desde hace meses, la fracción del PAN con un monto de tres mil 207 pesos mensuales para todos los trabajadores formales e informales, además de la ley de emergencia económica que contemple apoyos, créditos y prórrogas fiscales para reactivar la economía. ¡Vientos!