Rosario Robles, a un año
Eleazar Flores martes 14, Jul 2020Espacio Electoral
Eleazar Flores
EMPANTANADO.- A casi un año del entonces sonado caso Rosario Robles, el tiempo parece olvidarse, seguramente a que a diario surgen casos político-policiacos de mayor importancia, en relación a involucrar a ex políticos de “peso completo”, según cataloga la opinión pública.
Se trata de la economista Rosario Robles Berlanga, ex secretaria de Desarrollo Social y después de Desarrollo Territorial y Urbano, en el gobierno de Enrique Peña Nieto, hoy en el ojo del huracán.
A la señora Rosario Robles Berlanga se le adjudica la autoría de la hoy no tan famosa “estafa maestra”, consistente en asignar recursos públicas a universidades públicas del país, destacando de entre éstas la Universidad Autónoma del estado de Hidalgo y la Universidad Autónoma del Estado de México. Supuestamente se maneja una cifra superior a los 500 millones de pesos.
Inocente o culpable, de entrada a Rosario Robles se le considera por buena parte de la opinión pública como “presa política”, no por exculparla de todo, sino porque al juez que llevó a cabo su asunto, se le adjudicó conflicto de intereses, dado el apellido que lleva, Padierna, ligado a la legisladora federal Dolores Padierna, esposa de René Bejarano, ex secretario particular de Andrés Manuel López Obrador, cuando éste iniciaba su carrera en el entonces Distrito Federal.
A María del Rosario Robles Berlanga se le negó la prisión domiciliaria debido a que según el juez del caso existía el peligro de que la ex funcionaria pudiera huir al extranjero. También se fincó la desconfianza por el hecho de que a la ex titular de Sedesol se le descubrió una doble licencia de manejar, hecho que la defensa de la inculpada rechazó.
Apenas el pasado 20 de mayo del presente año, la hija de Rosario Robles pidió, por enésima ocasión, la solicitud de que su madre tuviera el beneficio de la prisión domiciliaria, pero nuevamente se le negó ese beneficio. Lo oscuro de lo anterior es que ningún funcionario de universidad pública alguna, de las involucradas en el caso, ha sido enjuiciado a fondo, sólo citados.
Para la justicia de la capital del país, en manos de una mujer de apellido Godoy, el caso Robles Berlanga podrá seguir esperando, máxime que por ahora su prioridad es aclarar a fondo el caso del “nieto” predilecto del general Marcelino García Barragán, el mismo, que según las crónicas de finales de los sesenta, se negó a dar golpe de Estado al presidente Gustavo Díaz Ordaz.
Rosario, que ocupó cargos entre Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López en la jefatura de gobierno, por lo visto seguirá privada de la libertad, víctima de la “justicia a secas”.