Aires democráticos siguen pendientes en el SME
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 6, Jul 2020Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Sindicalismo sin cacicazgos, ni corrupción, anhelo de electricistas
¿Conocen a Martín Esparza?, sí, el eterno dirigente de los trabajadores electricistas que, por alguna razón, llámese argucias legaloides, sigue al frente del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), pues aunque no lo crean, y aprovechándose de la inmovilidad social que ha provocado la pandemia del Covid-19, este personaje no desaprovecha el momento y mueve los hilos para su reelección.
Al señor, parece no importarle acusaciones en su contra por supuestas malversaciones de fondos de la base sindical, no le importa que lo llamen charro, ni tampoco que lo acusen por usufructuar en beneficio personal las propiedades de la extinta Compañía de Luz y Fuerza y mucho menos que, en la era de la Cuarta Transformación (4T) que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador, en la Ley del Trabajo, en materia del sindicalismo, existan mandatos precisos para las formas de organización de los trabajadores de base, que hablan de principios de libertad y democracia, con voto libre, secreto, personal y directo para elegir a los líderes de las organizaciones sindicales.
En el SME saben de la nueva circunstancia para la vida interna de los sindicatos, por eso, sus agremiados siguen levantando la voz para demandar transparencia en el manejo de recursos; democracia en la elección de sus cuadros dirigentes, respeto a derechos gremiales de cada uno de los integrantes de estos grupos, y, sobre todo, incluyen demandas de no más creación de lideres eternos que han hecho de los intereses de los trabajadores electricistas un interés personal, familiar o de pequeños grupos .
¿Por qué de nuevo una reelección de Martín Esparza? Es la pregunta que cientos de electricistas se hacen, a lo que seguramente el controvertido líder podrá responder que es un derecho, pero aquí el tema es que en caso de que se haga efectiva su reelección, por cinco años más en el cargo, con esa acción los trabajadores de la electricidad prácticamente estarán dando un acta de defunción a la vida democrática de la que tanto se habla en estos tiempos.
Otras acusaciones, hechas en el marco de la reelección, los del SME denuncian toda un serie de acciones impuestas a la vida interna de esa organización, como el uso de un padrón fantasma de agremiados, convocatorias amañadas, manipulación en la integración de la comisión electoral (todos afines Esparza), entre otras anomalías, y todo eso en su conjunto han propiciado ventajas a un grupo o bien han hecho que los adversarios se desistan de participar al notar las irregularidades.
Ejemplos del nuevo escenario en las organizaciones sindicales ya son una realidad en la vida laboral, ahí están por ejemplo los movimientos democráticos y transparentes que se llevan cabo en todo el país entre los trabajadores de la educación, donde el SNTE ha leído y entendido la nueva realidad sindical, en la que la elección de los liderazgos deben realizarse en un marco de democracia y libertad para asociarse con autonomía.
En sentido contrario, el movimiento que encabeza Martín Esparza entre los electricistas al parecer está fuera de toda legalidad y eso en lugar de unirlos como asociación los ha dividido más. Entonces, aunque es un hecho que el proceso electoral que vive el SME ya está siendo observado por las autoridades laborales, no está por demás que la opinión pública conozca las pretensiones reeleccionistas de sus actuales dirigentes, así como las irregularidades y argucias legales que definen con letras mayúsculas la existencia de un charrismo sindical que no acaba de irse en tiempos de la 4T.
VOY CON TODO.- A propósito del T-MEC que entró en vigencia el primer día del mes de julio, hay que recordar que la nueva ley laboral del país (en vigor desde el 2 de mayo de 2019) surgió en el marco de las negociaciones del referido acuerdo comercial signado entre México, Estados Unidos y Canadá, y está vinculada al cumplimiento del Anexo 23A del capitulo laboral de lo que antes conocimos como TLCAN, donde se habla de esquemas de derechos en materia laboral y con la que se pretende garantizar la equidad de género, la democracia laboral y se consolidan diversos derechos de los trabajadores.
Asunto que, por cierto, tampoco está bajo la consideración del referido Martín Esparza.
VA MI RESTO.- Cambios de paradigmas en la vida pública se avizoraron con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador a la Ppresidencia de la República y esa nueva normalidad política no debe ser ajena a la vida interna de las organizaciones sindicales, donde muchos trabajadores ya están hartos de reelecciones amañadas e imposición de dirigentes.
Por lo pronto, en el SME sigue pendiente lo que en otros organismos sindicales llaman democracia, con rendición de cuentas, elección libre de sus cuadros dirigentes y respeto a sus derechos gremiales, ya que por muchos años los ha dominado el cacicazgo, la corrupción, la manipulación, el engaño, el despotismo, el autoritarismo, y todo ello se puede resumir en una sola palabra: reelección.
Los electricistas han esperado mucho tiempo, hay confianza en que bajo la tutela de las nuevas leyes laborales, ahora sí, se les hará justicia y que los aires de la democracia por fin llegarán al SME, con una dirigencia que los una y los fortalezca como organización, que conste, y hasta ahí porque como veo doy.