La culminación de una advertencia
¬ José Antonio López Sosa lunes 29, Jun 2020Detrás del Poder
José Antonio López Sosa
Desde hace años, sin importar administraciones o colores de partidos, investigadores y especialistas en el tema advirtieron de la presencia de grupos del crimen organizado en la Ciudad de México, información que fue en su momento desestimada por las autoridades locales y federales.
Parecía que frente a la crisis en que el país estaba sumido en materia de inseguridad y violencia, la Ciudad de México tenía una especie de inmunidad por sus características: ser la capital del país (y por ende, concentrar a los poderes de la unión), tener una alta densidad poblacional y complicaciones severas en la vialidad, contar con un cuerpo policiaco muy nutrido (quizás no eficiente pero sí abundante), en fin, todo tipo de explicaciones se dieron y nos dimos para creer por qué no había crimen organizado en nuestra ciudad o bien, por qué no operaban de forma violenta como en otras entidades de la república.
Poco a poco comenzaron a darse hechos violentos que salían de los parámetros de la delincuencia común, asesinatos, balaceras, levantones, secuestros cuyo móvil no necesariamente era el dinero, en fin, elementos que ponían al descubierto el cómo habían permeado estas organizaciones a la Ciudad de México.
El atentado contra Omar García Harfuch, secretario de seguridad ciudadana (hijo de Javier García Paniagua, titular de la Dirección Federal de Seguridad en la época del viejo régimen y nieto de Marcelino García Barragán, titular de la Secretaría de la Defensa Nacional en 1968, cuando fue la matanza de estudiantes), da muestra de la culminación de una advertencia, el día que organizaciones criminales hacen un bloqueo vial para asesinar a algún funcionario público de alto nivel.
Lo que sucedió el viernes marca un parteaguas en materia de seguridad en la Ciudad de México, si bien los altos funcionarios públicos suelen ser blancos del crimen organizado, con ello se siembra el precedente que estos atentados pueden ocurrir en la capital del país sin ningún problema.
Han circulado en internet teorías del complot, que si pudo ser un autoatentado, que si hubo otro movil, en fin, los hechos están ahí y no se pueden ocultar: dos escoltas fallecidos, una ciudadana ajena a los hechos fallecida, varios impactos de bala sobre el secretario García Harfuch y, lo más importante, la Ciudad de México como escenario de atentados.
¿Qué deben hacer las autoridades? actuar en consencuencia, con menos discursos y más acciones de inteligencia, no embestir sin claridad como ocurrió en la administración de Calderón, tampoco quedarse en la inanición como aparenta el discurso de López Obrador. Inteligencia financiera e inteligencia policial, la forma en que se podrá revertir esta situación que alerta todos los rincones de la Ciudad de México.
www.lopezsosa.com
joseantonio@lopezsosa.com
@joseantonio1977