El atentado
¬ Augusto Corro lunes 29, Jun 2020Punto por punto
Augusto Corro
Los narcotraficantes decidieron manifestar su presencia en la Ciudad de México: lo hicieron con un atentado, muy sofisticado, contra Omar García Harfuch, secretario de Seguridad Ciudadana. Los delincuentes utilizaron armas de alto poder para emboscar al funcionario, quien resultó herido al ser alcanzado por tres impactos de bala. Dos escoltas y una transeúnte perdieron la vida. Los hechos se registraron a las 6.38 horas de la mañana del viernes, en la emblemática colonia Lomas de Chapultepec, de la alcaldía Miguel Hidalgo. El propio García Harfuch responsabilizó al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) de la emboscada en la que participaron alrededor de 28 personas contratadas tres semanas antes para llevar a cabo esa acción criminal.
A la hora de escribir estas líneas, 19 personas relacionadas con el atentado estaban detenidas. Entre ellas, su presunto autor intelectual, José Armando Briseño de los Santos, (a) “ Vaca”, de 35 años, jefe de sicarios del CJNG en Tonalá, Jalisco. Se informó que José Armando se dedicaba al reclutamiento y adiestramiento de matones de dicho cártel, principalmente, en Puerto Vallarta, Jalisco. Durante las detenciones de los presuntos delincuentes, la policía decomisó un arsenal a los narcos en el que estaban 34 armas largas, ocho cortas, siete granadas de fragmentación, cinco fusiles Barret (para derribar helicópteros), 39 chalecos, 51 bombas molotov, 96 cargadores de armas, 2 mil 805 cartuchos y 400 casquillos percutidos.
El atentado puso al descubierto la presencia del CJNG en la Ciudad de México. Esta organización criminal realiza actividades delincuenciales en varios estados. Este cártel acabó con el mito de que en la capital no era tocada por el narcotráfico. Las autoridades en sexenios anteriores siempre negaron la existencia de cárteles en Ciudad de México, a pesar de que sí hay grupos que se dedican al narcomenudeo, como la Unión Tepito y la Anti Unión Tepito. Son constantes las pugnas entre los narcomenudistas, en enfrentamientos violentos como si se tratara de cárteles de la droga. Es poca la diferencia en la manera criminal de actuar de las organizaciones poderosas y los narcomenudistas. Las luchas por las plazas son cruentas.
Tras el atentado al secretario de Seguridad Ciudadana surgieron las preguntas debido a ese alarde de poder del CJNG. ¿Qué es lo que hizo el secretario García Harfuch para encender la ira del CJNG? ¿La agresión contra el titular de la SSC cómo debe analizarse? ¿Cómo una advertencia para dejar trabajar sin problemas al CJNG? ¿Se trató de mensaje, para quién? ¿Pudo evitarse el atentado? ¿Qué medidas se tomarán para evitar la delincuencia organizada invada la capital? ¿Qué tan lejos o tan cerca se encuentra la Ciudad de México de llegar a ser como las ciudades que no logran abatir espiral de violencia una vez que se instala cualquier cártel? ¿Cuál será la respuesta de los gobiernos de la Ciudad de México y federal para evitar acciones criminales contra funcionarios públicos? ¿Continuará la táctica del gobierno que se inclina por los abrazos y no los balazos contra los narcos?
La violencia en México se agudizó a partir de la guerra fallida de Felipe Calderón, pues enfrentó a la delincuencia organizada sin ninguna estrategia. Durante su administración floreció el Cártel de Sinaloa, de Joaquín El Chapo Guzmán, debido al apoyo que recibió de Genaro García Luna, el secretario de Seguridad Pública, en el gabinete panista. Ahora, el citado García Luna se encuentra en una cárcel de Estados Unidos, en espera de un juicio por el delito de lavado de dinero. La fallida guerra de Calderón le costó a México miles de muertos, desaparecidos y la delincuencia creció. En la administración de Enrique Peña Nieto continuó la misma situación de violencia y se incrementó el número de víctimas. Esa herencia criminal llegó hasta el actual gobierno del presidente López Obrador, quien mantiene una estrategia de seguridad pública que debe revisarse para hacerla más efectiva, pues los delitos de alto impacto aumentan y la población está harta de tanta violencia.